PAC 140 – Golpear a los occidentales golpeando a Burkina Faso El atentado de Ouagadougou el 16 de enero de 2016

Por Philippe Hugon
Traducción : Roberto Hinestrosa Mejía
Passage au crible n° 140

Source: YouTube

Luego de haber sido un modelo de transición democrática, Burkina Faso fue sacudido por un atentado de gran magnitud en Ouagadougou, el 16 de enero de 2016. Se deploran al menos treinta muertos de más de catorce nacionalidades diferentes. Este atentado interviene dos meses después de aquel cometido en Bamako, en el Hotel Radisson Blu. Reivindicado por el grupo Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), fue directamente atribuido al grupo Al Murabitún, dirigido por el jefe yihadista Mokhtar Belmokhtar. Las fuerzas especiales francesas intervinieron en conjunto con las tropas burkinesas y estadounidenses para liberar a los secuestrados del hotel Splendid y ajusticiar a los asaltantes.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
Burkina Faso es un enclave del Sahel con fronteras porosas: al sur, con Costa de Marfil; al norte, con Malí y Nigeria. Siendo uno de los países más pobres del mundo, Burkina Faso se sitúa en una zona de numerosas vulnerabilidades relacionadas con la explosión demográfica, el incremento de jóvenes sin oportunidades, las vicisitudes del clima y el control imposible de sus fronteras.
Luego de haber sido dirigido por Blaise Compaoré durante veintisiete años, ese Estado conoce hoy una grave crisis política. Sin embargo, y durante mucho tiempo, su presidente había desempeñado un rol de intermediario entre los grupos yihadistas y sus enemigos. Campaoré concluyó un pacto implícito de no agresión con los islamistas, pudiendo así intervenir como mediador durante la liberación de prisioneros. En el marco del sistema neo-patrimonial que había establecido, los recursos movilizados gracias a diversas alianzas y al control de numerosos tráficos, le permitieron financiar su juego político a nivel interno. No obstante, Blaise Compaoré finalmente perdió el poder luego de haber intentado modificar la constitución en búsqueda de un nuevo mandato.
A finales de octubre de 2014, la movilización de los jóvenes de ese país condujo a la salida del “presidente de por vida”. El movimiento “Balai Citoyen” (o “barrido ciudadano”, “escoba ciudadana”) presentó entonces un ejemplo de “primavera africana”. Se instaló un gobierno transitorio, hasta las elecciones legislativas y presidenciales del 11 de octubre de 2015. Pero el clan político, militar y chanchullero de Compaoré quiso obtener su revancha fomentando un golpe de Estado fallido el 17 de septiembre de 2015, liderado por Gilbert Diendéré. El ejército obtuvo finalmente la rendición de los golpistas. El proceso de transición democrática siguió su curso. Roch Marc Kabor, el antiguo primer ministro de Campaoré, obtuvo las elecciones – luego de haber sido aplazadas – en la primera vuelta, con el 53,49 % de los votos.
El ataque terrorista sucedió tres días después de la formación del gabinete ministerial; el mismo día en que las autoridades judiciales de Burkina Faso lanzaron una orden de captura contra Guillaume Soro, presidente de la Asamblea Nacional de Costa de Marfil, acusado de haber participado en la tentativa de golpe de Estado. Sobre todo, el ataque llega en un momento en el que el país se esfuerza por reconstruir su sistema de seguridad, luego del debilitamiento del Régimen de Seguridad Presidencial (RSP) y de los demás servicios de inteligencia.

Marco teórico
Los atentados de Burkina Faso corresponden principalmente con dos líneas de fuerza transnacionales:
1. Una reconfiguración de las fuerzas islamistas. El atentado, atribuido a Al Murabitún, lo beneficia con una importante visibilidad mediática. Demuestra, entre otras cosas, una extensión territorial de sus intervenciones. Finalmente, en un juego de alianzas y antagonismos, este confirma la lealtad que tiene esa organización hacia AQMI, rival del Estado Islámico.
2. Una estrategia de desprestigio de las fuerzas occidentales. Además de Burkina Faso, Francia es el gran blanco de esa acción yihadista, vulnerada en sus intereses económicos, en la seguridad de sus expatriados y en su intervención militar. Simbólicamente, no es anodino subrayar que esa operación se desplegó en una ciudad donde están instalados los servicios de inteligencia y las fuerzas especiales francesas y estadounidenses. Golpear Ouagadougou pone de relieve el punto neurálgico de los servicios de inteligencia (operación Sable, Dirección General de Seguridad Exterior del Ministerio de Defensa francés, inteligencia militar) en el dispositivo Barkhane.

Análisis
Los atentados están relacionados con las estrategias de grupos islamistas, que han venido reclutando jóvenes de diferentes países africanos. Se han concentrado desde hace cuatro años en el territorio sahelí-sahariano. En el presente caso, los asaltantes eran jóvenes peuls (o fulani), tuaregs y árabes originarios del norte de Burkina Faso. En efecto, sin acceso a oportunidades, ellos tienen que escoger entre pequeñas actividades informales, el tráfico y el reclutamiento por parte de las milicias. Las encuestas nos muestran sin embargo que ese terreno favorable conduce a las milicias yihadistas a reclutamientos heterogéneos en los planos socioeconómico y escolar, así como étnico y religioso. Razón por la cual las grandes organizaciones terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico se encuentran en un estado de rivalidad permanente en cuanto a las estrategias de reclutamiento.
Al Murabitún, quien reivindicó los atentados de Ouagadougou, está afiliado a AQMI, si bien una de sus facciones se declaró parte del Estado Islámico. Luego de haber sido miembro de Al Qaeda, su jefe Mokhtar Belmokhtar se disoció de AQMI y terminó creando el grupo de Los Firmantes con Sangre, al fusionar sus tropas con las del grupo Mujao. Luego, Belmojtar se sumó nuevamente a Al Qaeda y es ahora considerado como el Bin Laden del Sahara. Al respecto, se le atribuye la responsabilidad de los atentados de In Amenas (Argelia), de Arlit (Nigeria) y del Radisson Blu en Bamako (Mali). Hay otros grupos del Sahel con filiación a Al Qaeda, tales como Al Shabbaab en Somalia, el Frente de Liberación de Masina (FML); así como el grupo Ansar ed-Dine, liderado por el tuareg Lyad Ag Ghaly, en Mali.
Más allá de la referencia al salafismo y al takfirismo, se trata de grupos terroristas que controlan diversos tráficos. Por ejemplo, Al Murabitún ha perpetrado secuestros con fines económicos y ha participado en el tráfico de cigarrillos. También evitó la confrontación directa con las fuerzas de seguridad, para poder consolidarse mejor en términos armamentísticos y de combatientes. Gracias a esta estrategia dispone hoy en día de una gran capacidad de acción que le permite rivalizar con el Estado Islámico. Sus acciones terroristas han afectado sobre todo a los expatriados. Aun así, más allá de las víctimas y la desestabilización de los países africanos, Al Murabitún busca suscitar un nivel de terror que llevaría a los occidentales – inversionistas o en misiones humanitarias – a abandonar Burkina Faso. De hecho, se trata igualmente de una manera de confrontar a las grandes potencias regionales a su propia impotencia. En efecto, la operación Barkhane, apoyada por las fuerzas africanas multilaterales, ha mantenido a raya el control territorial de los yihadistas en el arco sahelí-sahariano; pero ha facilitado por otro lado, la diseminación de numerosos grupúsculos en ese vasto territorio. Los objetivos de los atentados son múltiples. Muestran las rivalidades entre los diversos grupos yihadistas por el control del tráfico y el reclutamiento de nuevos fanáticos. Al mismo tiempo, movilizan el miedo como un arma en la guerra mediática a escala mundial. Por último, le apuntan a aumentar la vulnerabilidad de los países occidentales, disuadiéndolos así de prolongar su presencia en la zona sahelí-sahariana.

Referencias
Hugon Philippe, Géopolitique de l’Afrique, 3e ed, Paris, SEDES 2013.
Jacquemot Pierre, « Les trois paradoxes du Burkina Faso, Lettre de l’IRIS, 2 nov 2014.
Serge Michailof, Africanistan, Paris Fayard 2015.

PAC 139 – La reestructuración internacional de una economía emergente Los préstamos chinos a Argelia

Por Moustafa Benberrah
Traducción : Roberto Hinestrosa Mejía
Passage au crible N°139

Economie_ChineSource: Pixabay

El sábado 18 de octubre, el ministro de comercio argelino Bekhti Belaïb anunció que su gobierno había solicitado un préstamo ante la República Popular de China (RPC) con el fin de financiar “ciertos grandes proyectos de infraestructura”. Su homólogo de industria y minas, Abdessalem Bouchareb, añadió ese mismo día que hay negociaciones en curso sobre un proyecto chino-argelino de ensamblaje de vehículos. Al hacerlo, el responsable político lanzó un llamado a desarrollar actividades de subcontratación de las piezas de repuesto en Argelia, recordando así la importancia de la experiencia china en aquel campo. Luego de una conferencia de prensa organizada junto a Lyu Xinhua, presidente del Consejo para la promoción de la cooperación sur-sur de China, Bouchareb incluso alentó a firmas chinas a participar en la explotación del yacimiento de hierro de Gara Djebilet (Tindouf), la cual exige el uso de tecnología de punta y de recursos financieros considerables.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
Mencionemos en primer lugar algunos elementos coyunturales que no permitan entender que Argelia requiera un endeudamiento. Según cifras del Banco de Argelia, la deuda externa del país se estima en 3,7 mil millones de dólares (2,27% del Producto Interno Bruto), mientras que las reservas de cambio se elevaban en junio pasado a 159 mil millones de dólares. Por un lado, la caída del precio del petróleo afectó la economía argelina, basada principalmente en el sector de los hidrocarburos, conduciendo al gobierno a congelar numerosos proyectos de desarrollo. Se optó entonces por un aumento de los precios de la electricidad y del carburante en el marco de la ley de finanzas de 2016. Además, el artículo 66 de dicho texto prevé la apertura del capital de las empresas públicas y su cesión total a los socios al cabo de cinco años, lo que relanza la dinámica de privatización. En pos de una justificación, el ministro de finanzas evoca una gestión “prudente” de los recursos del Estado.
Por otro lado, conviene anotar la desaceleración del crecimiento del PIB chino: según cifras oficiales publicadas en octubre de 2015, esta se estima en 6,9% anual en el tercer trimestre del año. Se trata del rendimiento más bajo desde la crisis financiera de 2009. Eso significa que el país se encuentra en apuros. La producción industrial, la cual conoció en septiembre pasado una sensible baja, lo demuestra claramente. De tal manera que las ventas al por menor, consideradas como el barómetro del consumo de los hogares chinos, conocieron tan sólo un aumento limitado del 10,9% en 2015. Dicha recesión condujo entonces a la República Popular a intensificar sus intercambios con ciertos de sus socios, tal y como sucede con Argelia. La primera ha buscado sobre todo diversificar sus actividades más allá de sectores como la construcción, las obras públicas e hidráulicas, abriéndose por ejemplo hacia las industrias mecánica y electrónica, la siderurgia y también la minería.

Marco teórico
1. La monetización de una economía emergente. Asistimos hoy en día al traspaso cada vez más frecuente de las funciones básicas del Estado a intermediarios, aunado a una división de las prerrogativas: por un lado, la transformación de los medios de producción y de transporte, y por el otro la monetización y financiación de la economía. De hecho, el detentor de capital asegura su dominación disponiendo de la capacidad de imponer sus condiciones.
2. Una alianza donde todos ganan. Ante el estallido de su burbuja financiera, China busca consolidar sus alianzas con el fin de mantener su dinamismo económico. Recordemos que una relación semejante se fundamenta en la especialización poscolonial establecida entre los proveedores de materias primas y los tratantes de productos manufacturados y de servicios. Esa lógica permite entender la reestructuración china en África y en Asia, caracterizada por sus prácticas de straddling, las cuales excluyen toda distinción entre lo público y lo privado, el Estado y el mercado, entre las redes de poder y las de acumulación económica.

Análisis
Conviene señalar que los países emergentes, así como China, están siendo fuertemente afectados por la tercera fase de la crisis financiera mundial iniciada en el 2007. Aquella secuencia que coincide con el desplome de los precios de las materias primas es la prosecución del estallido de la burbuja financiera intervenida en Estados Unidos en 2008 y de sus impactos sobre la deuda europea en 2011. Según la firma Goldman Sachs: “la gran incertidumbre en cuanto a las recaídas y el debilitamiento de las economías de los países emergentes, la caída de los precios de las materias primas y potencialmente el alza de las tasas de interés estadounidenses, han infundido nuevas inquietudes en cuanto a la perennidad del alza de los precios de los activos, marcando una nueva etapa de la crisis financiera mundial”.
Para hacerle frente esa situación, la República Popular busca reforzar sus relaciones comerciales con sus socios para responder a los imperativos de una competencia mundial. Razón por la cual sus actividades pasan a ser transnacionales con el fin de establecer una coherencia entre sus políticas nacionales y las exigencias internacionales. Citemos la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII en sus siglas en francés) el 29 de junio de 2015, la cual exigió la movilización de 800 mil millones de dólares al año destinados a la inversión. Esa iniciativa expresa la ambición china de proponer una alternativa a otros socios capitalistas como el Banco Mundial o el Banco Africano de Desarrollo. Semejante dispositivo corresponde a tres necesidades de la RPC: 1) reforzar su rol diplomático, 2) establecer sus reservas de cambio con el fin de confortar el yuan, y 3) ofrecer a sus grupos enfocados en la construcción, y en las obras públicas e hidráulicas, relevos transnacionales de crecimiento.
Esa política se inscribe en la continuidad del proceso de la nueva ruta de la seda (para China, un fondo estimado en 40 mil millones de dólares), así como del banco de los BRICS (Brasil, Rusia, China, India y Suráfrica). Si bien esos mediadores disponen de un poder estructural que refuerza su ascendente político y su legitimidad, Philip Cerny constata que el Competition State resiste y mantiene su dominación a través de las asociaciones público-privadas. Según esta perspectiva, el gobierno chino multiplica las medidas de ayuda como la eliminación de deudas y los préstamos con bajas tasas de interés susceptibles de atraer a países en vías de desarrollo. En este sentido, las relaciones privilegiadas que mantiene la RPC con Argelia desde 1958 – y el hecho de que sea el primer proveedor en materia de comercio exterior de Argelia – facilitan ese tipo de cooperación.
Para justificar su recurso a la deuda, el gobierno argelino avanza por su parte desarrollando grandes proyectos en curso atribuidos en su mayoría a firmas chinas, empleando en el territorio nacional a más de 40 mil obreros. Además, las autoridades indican que ese hecho debería contribuir a reforzar la producción, asegurando al mismo tiempo ingresos indispensables para reembolsar la deuda y procurando excedentes para cubrir los sectores en déficit. No obstante, subrayemos que un estudio del Banco Africano de Desarrollo (BAFD), publicado en 2012, mostró que Argelia había concedido 20 mil millones de dólares en contratos a empresas chinas entre 2002 y 2012, sin que se viera beneficiada por lo tanto la tasa de empleo en modo significativo.
Por consiguiente, compañías chinas como la China State Construction Engineering Corp (CSCEC) aparecen claramente como los principales beneficiarios de aquella ayuda financiera en búsqueda de fortalecer la economía argelina. Colaborando con grandes bancos en su país de origen, esos actores al margen de la soberanía nacional ocupan hoy en día una posición privilegiada para responder a la oferta gracias a tarifas competitivas y a su buen conocimiento de las modalidades políticas y económicas locales. La economía argelina en cambio no puede jactarse de perspectivas tan positivas. Más bien al contrario, su dependencia se incrementó significativamente.

Referencias
Cabestan Jean-Pierre, Le Système politique chinois. Vers un nouvel équilibre autoritaire, Paris, Presses de Sciences Po, 2014.
Cerny Philip G., Rethinking World Politics: A Theory of Transnational Pluralism, New York, Oxford University Press, 2010.
Chiu Justin, « Une banque multilatérale entre coopération et prédation. La signature des statuts de la BAII », consulté le 12 novembre 2015 sur Chaos International
El Watan consulté le 15 novembre 2015 sur l’adresse : www.el-watan.com
Hibou Béatrice, « Retrait ou redéploiement de l’État », Critique internationale, (1), aut 1998, pp. 151-168.
Hugon Philippe, « La Chine en Afrique. Néocolonialisme ou opportunité pour le développement ? », Revue internationale et stratégique, (72), 2008, pp. 219-230.
Strange Susan, The Retreat of the State. The Diffusion of Power in the World Economy, Cambridge, Cambridge University Press, 1996. (more…)

PAC 138 – El reconocimiento marginal de los océanos El marco mínimo de la COP21

Por Valérie Le Brenne

Traducción : Daniel Del Castillo R.

Passage au crible n° 138

Ocean_fishSource: Pixabay

Del 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2015, se llevó a cabo en París la veintiuna Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CCNUCC), llamada la COP21. Luego de intensos intercambios, los negociadores pactaron un acuerdo de unas cuarenta páginas el cual apunta a limitar el calentamiento global más allá de dos grados.
Presentados como los grandes ausentes de esta cumbre, los océanos fueron finalmente tomados en consideración al margen del texto. Al respecto, el preámbulo del anexo precisa que « las Partes en el presente acuerdo […] señalan que es importante vigilar la integralidad de todos los ecosistemas, incluidos los océanos ».
Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
Firmada en 1992 durante la Cumbre de la Tierra en Rio, la CCNUCC agrupa hoy en día a 196 Estados-miembros. Todos estos reconocen la existencia de un cambio climático de origen antropogenético, y se comprometen a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Puesta en vigor en 1994, el texto prevé el desarrollo de una Conferencia anual de las Partes (COP), con el fin de erigir el balance de las políticas llevadas a cabo en esta área y negociar nuevas disposiciones.
En 1997, la COP3 concluyó con la firma del Protocolo de Kioto, el cual fijó « objetivos cuantitativos en materia de reducción de GEI a los países desarrollados y las economías en transición » (Aykut, 2015). Pero su no ratificación por parte de los Estados Unidos, además de la comprobación ulterior de una falta fehaciente de resultados, provocaron una crisis profunda cuyo paroxismo fue Copenhague, en el 2009. Después de dos años de discusiones, los Estados-miembros no lograron ponerse de acuerdo sobre el contenido del próximo tratado, el cual debía surtir efecto para el 2020. Este encuentro fue entonces un fracaso. Enseguida, se aplazó la fecha para obtener un acuerdo hasta el 2015, por lo que la Cumbre de París aparentaba una última oportunidad.
Por otro lado, recalquemos el papel que jugó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC en sus siglas en inglés) en la formulación, así como en la inscripción de los problemas climáticos en la agenda política internacional. Fundado en 1988, su vocación es proporcionar « evaluaciones detalladas del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socio-económicos sobre los cambios climáticos, sus causas y repercusiones potenciales, así como las estrategias a llevar a cabo ». Desde su creación, ha publicado cinco reportes (1990, 1995, 2001, 2007 y 2013-2014). Todos estos comportan una síntesis destinada a los decisores políticos, elaboradas por el Subsidiary Body for Scientific and Technical Advice (SBSTA).
En su último documento, estos expertos alertaron al mundo sobre las consecuencias del cambio climático sobre los océanos. Además de los riesgos que inducen un crecimiento de sus niveles, estos científicos reportaron un doble fenómeno de acidificación y calentamiento de los mares, por la absorción de un 30% de las emisiones antropogenéticas de dióxido de carbono en la atmósfera. En efecto, estas brutales transformaciones biogeoquímicas afectan en conjunto a todos los ecosistemas marinos, poniendo en riesgo la supervivencia de una gran cantidad de especies.

Marco teórico
1. La legitimación científica de una causa medio ambiental. La publicación por el IPCC de las conclusiones científicas más recientes sobre la situación de los océanos contribuyó a incrementar la legitimidad de esta causa medio ambiental. Lo cual tiende a demostrar en qué medida la estructura del conocimiento (Strange, 1994) juega un papel central en la formulación e inclusión en la agenda política de los problemas climáticos.
2. La puesta en común de recursos híbridos. A pesar de la alerta que lanzó el IPCC, el tema de los océanos no fue integrado al programa de la COP21. Con el fin de remediar esto, diversos actores de la sociedad civil, del mundo científico, así como de los sectores público y privado, se reunieron en la Ocean and Climate Platform (POC). De esta manera, ellos organizaron, al margen de las negociaciones llevadas a cabo en Le Bourget, el evento Ocean for Climate Days del 2 al 6 de diciembre.

Análisis
En primer lugar, subrayemos que este tema no surgió de repente en el debate internacional sobre el cambio climático. En efecto, los reportes precedentes publicados por el IPCC ya rendían cuenta de una situación preocupante respecto a los océanos del mundo, anticipando especialmente los riesgos que representa un aumento de su nivel. No obstante, el último informe del grupo de expertos reveló nuevas urgencias. En lo que a esto concierne, esta racionalización participó en el proceso de legitimación, al mismo tiempo que fomentó las iniciativas a favor de la conservación del medio marino. Comencemos de este modo por señalar la creación en Londres, en febrero de 2013, de la Global Ocean Commission (GOC). Compuesta por personalidades políticas como el ex ministro británico de Asuntos Exteriores David Miliband y el antiguo presidente de Costa Rica José Manuel Figueres, la GOC publicó en 2014 un informe titulado Del declive a la restauración. Un plan de salvamento para el océano mundial, cuyo contenido prescriptivo se constituyó como una guía para los decisores políticos. Igualmente, recalquemos el proyecto de investigación TARA Expeditions, cuyos resultados fueron publicados en la prestigiosa revista norteamericana Science en mayo de 2015. Estos trabajos identificaron, por ejemplo, las consecuencias del calentamiento climático en el plancton, conjunto de organismos básicos para la vida marina. Recordemos también la creación en 2014, por el secretario de Estado estadounidense John Kerry, de la conferencia anual Our Ocean. La segunda edición, que se llevó a cabo en la ciudad chilena de Valparaíso en septiembre de 2015, se caracterizó por numerosos anuncios oficiales concernientes a la creación de imponentes santuarios marinos, en particular aquel localizado alrededor de la isla de Pascua. Finalmente, al día siguiente de la apertura de la COP21, once países firmaron el llamado Because the Ocean, realizado por los gobiernos chileno y francés, la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, la Comisión Océano Mundial, el Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI en sus siglas en francés), y TARA Expeditions. Esta declaración reclama en particular: « 1) La publicación de un reporte especial sobre el océano por el IPCC, 2) El respeto del Objetivo de Desarrollo Sostenible no. 14 (ODD 14) dedicado al océano y a los recursos marinos y 3) La creación de un grupo de trabajo « Océano » bajo el auspicio de la CCNUCC ».
Este sobresalto de interés por la protección de los océanos no fue, a pesar de todo, suficiente para inscribir el tema en el programa de la Cumbre de París. Es la razón por la cual una coalición internacional conformada por actores de la sociedad civil, del mundo científico, así como de los sectores público y privado, pusieron en común sus recursos en Ocean and Climate Platform (POC). Creada el 10 de junio de 2014 con el apoyo de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO, esta instancia apunta hacia « un mejor reconocimiento del océano en las negociaciones climáticas ». Además de un Llamado del océano por el clima – que es una petición en línea bajo la supervisión de la oceanógrafa estadounidense Sylvia Earle – la POC también formuló nueve recomendaciones que retoman y completan aquellas propuestas por la GOC en 2014. Por último, la organización Ocean for Climate Days, en el Espacio Generación del Clima de El Bourget, ofreció un stand en el corazón de la zona azul del mismo, con el fin de favorecer las interacciones con las partes implicadas en la negociación. Sin embargo, estas diversas iniciativas no sabrían en ningún caso ocultar el hecho que la COP21 no tuvo en cuenta los océanos sino al margen del acuerdo. Esto no deja de sorprender, de frente a la difusión de los alarmantes datos científicos.

Referencias
Aykut Stefan, « Désenclaver les négociations climatiques. L’enjeu crucial de la COP 21 à Paris », Passage au crible (133), Chaos international, 20 sept. 2015.
Aykut Stefan C., Dahan Amy, Gouverner le climat ? 20 ans de négociations internationales, Paris, Presses de Sciences Po, 2015.
Strange Susan, States and Markets : An Introduction to International Political Economy, Londres, Pinter, 1994.
Site officiel du GIEC, disponible à l’adresse suivante : https://www.ipcc.ch/home_languages_main_french.shtml. Dernière consultation le: 9 janvier 2016.
Site officiel de la Plateforme Océan & Climat, disponible à l’adresse suivante : http://www.ocean-climate.org/. Dernière consultation le : 10 janvier 2016.

PAC 137 – El involucramiento del Nobel contra el Islamismo El cuarteto tunecino, Nobel de la paz 2015

Por Josepha Laroche
Traducción: Ulises Aquino Jiménez

Passage au crible n° 137

Tunisie_manifestationsSource: Wikipedia

El comité Nobel reunido en Oslo atribuyó este año (9 de octubre de 2015) el premio de la paz al cuarteto que conduce desde hace más de dos años el “diálogo nacional” en Túnez. Elogió en este caso “su contribución decisiva en la construcción de una democracia pluralista en Túnez después de la “revolución del jazmín” en 2011”. Este grupo, se compone de cuatro organizaciones las cuales emanan de la sociedad civil: 1) el sindicato UGTT (Unión General Tunecina del Trabajo). 2) la Federación Patronal Utica (Unión Tunecina de la Industria, el Comercio y la Artesanía). 3) La liga Tunecina de los Derechos Humanos. 4) La Orden Nacional de los Abogados. El jurado estimó que habrían solidariamente permitido desactivar un conflicto entre los islamistas y anti islamistas quienes amenazaban con hundir al país en el caos.
Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
En el invierno 2010, como muchos otros compatriotas, un joven licenciado desempleado, el tunecino Mohamed Bouazizi, vende frutas y legumbres para sobrevivir en el mercado de Sidi Bouzid. Desprovisto de toda autorización administrativa, es arrestado por la policía y su mercancía confiscada. Sin poder hacer valer su causa, elige entonces inmolarse el 17 de diciembre de 2010. Así, de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, una gran parte de la población tunecina manifiesta su solidaridad hacia el joven hombre. Al mismo tiempo, se movilizan contra el poder al mando, acusado de ser responsable del desempleo y de la corrupción que minan la economía. En los días siguientes, todo el país está ardiendo al grado que el gobierno responde a las manifestaciones populares mediante una implacable represión policiaca. Finalmente, después de un mes de disturbios y la organización de una huelga general, el régimen se derrumba. A pesar de un ligero reajuste gubernamental y algunos vagas propuestas de apaciguamiento, el presidente Ben Alí tuvo que huir a Arabia Saudita el 14 de enero de 2011, poniendo así fin a 23 años de reinado ininterrumpido. Por lo tanto, vamos a hablar de la “Revolución del Jazmín” para caracterizar esta secuencia histórica.
Mohamed Ghannouchi forma enseguida un gobierno de transición y de unión nacional. Paralelamente, todos los presos de conciencia son liberados, mientras que la Liga de los Derechos Humano es restaurada en sus derechos y el principio de la libertad total de la información es proclamado. Finalmente, el Ministerio de Comunicación, acusado bajo Ben Alí de censurar a la prensa y de prohibir la libertad de expresión, es eliminado. Frente a las presiones, Ghannouchi es obligado a renunciar el 27 de febrero de 2011. Él es reemplazado por el antiguo ministro de Bourguiba, Béji Caïd Essebsi. El estado de excepción, en vigor desde enero de 2011, será mantenido. Después de las elecciones legislativas del 26 de octubre de 2014, las cuales ven al partido anti islamista Nidaa Tounès (Llamado por Túnez) llegar a la cabeza, la Asamblea de Representantes del Pueblo reemplaza a la Asamblea Constituyente. En la segunda vuelta de la elección presidencial celebrada el 21 de diciembre de 2014, Caïd Essebsi gana las elecciones con 55.68% de los votos contra 44.32% para Marzouki. Se convierte así en el primer presidente resultado de una elección democrática y transparente. Después de haber conocido múltiples años de inestabilidad política, problemas de improvisación institucionales, Túnez parecía entonces haber conquistado una cierta estabilidad. Sin embargo, fue posteriormente golpeada duramente por diversas operaciones islamistas. Primeramente, el ataque perpetrado por el Estado Islámico contra el Museo del Bardo el cual tuvo lugar el 18 de marzo de 2015, matando a 24 personas (21 turistas, un agente de las fuerzas del orden y dos terroristas) y dejando 45 heridos. Después, el ocurrido el 26 de junio de 2015 en el centro vacacional de Port El-Kantaoui, el atentado dijo de Sousse también fue revindicado por Daesh, dejando 39 muertos y 39 lesionados. Finalmente, esta organización nuevamente revindicó el ataque suicida que tuvo lugar en Túnez el 24 de noviembre de 2015 y que golpeó a la guardia presidencial.

Marco teórico
1. El Nobel a un proceso de secularización. Construida en el transcurso de las décadas, la diplomacia Nobel aparece por lo tanto bien afirmada y claramente identificable. Fundada sobre los valores del humanismo enunciados desde 1895 por Alfred Nobel en su testamento, se observa hoy en posición de tomar partido con fuerza en los grandes temas internacionales. Así, por ejemplo, otorgando el premio Nobel de la paz a los militantes a favor de un Túnez laico y democrático, el Comité Noruego ha manifestado su apoyo frente a los islamistas de los cuales son víctimas. En este caso, tratan de hacer uso de todo su peso simbólico en el combate político que se juega actualmente en ese país. Incluso, más allá de ésta última, toma resueltamente una postura a favor de todos aquellos que luchan en el mundo contra Daesh.
2. El Nobel a una sociedad civil completa. Las condiciones tan estrictas de atribución de los premios detallados por Alfred Nobel e instituidos en 1901 no permiten a los Comités cuales quiera que sean – física, química, psicología-medicina, literatura, economía – de otorgar el premio Nobel a más de tres galardonados al mismo tiempo. Notamos entonces, en este caso, que el jurado de Oslo ha eludido – si no transgredido – esta prohibición designando al cuarteto como sólo y único destinatario. Sin embargo, a través de ellos, es importante entender que es el conjunto de la sociedad civil a la cual la institución Nobel ha decidido distinguir, gratificar y por lo tanto apoyar políticamente.

Análisis
Contamos actualmente varios centenares de miles de muertos en la guerra que agobia desde hace cuatro años a Siria. Una guerra que, recordemos, inició en 2011, a raíz de la primavera árabe iniciada por la revolución tunecina del Jazmín. Los islamistas de Daesh (el Estado Islámico), quienes llevan a cabo los combates contra las tropas del presidente chiita Assad y contra los Kurdos, conquistaron múltiples ciudades y sobre todo amplios territorios al este de Siria. Al punto de que este conflicto en consecuencia se ha internacionalizado y Rusia e Irán apoyan militarmente al régimen, mientras que una coalición internacional, conducida por Estados Unidos, se esfuerza por contener los avances de los islamistas. Sin embargo, los éxitos en combate de estos últimos no se reduce a esta zona geográfica, ni mucho menos. En efecto, Iraq, Kenia, Libia, Mali, Nigeria, Somalia y Afganistán – por citar sólo los principales puntos débiles – aparecen permanentemente golpeados y desestabilizados por los movimientos islamistas, trátese de Daesh, el Frente Islámico, Al Qaeda, Boko Haram, AQMI (Al Qaeda del Magreb Islámico) o incluso el GIA (Grupo Islámico Armado).
En un contexto internacional como ese, elegir otorgar el Nobel de este año al cuarteto tunecino se reviste evidentemente de un amplio significado. Atribuir el Nobel a estas cuatro asociaciones tunecinas que militan en favor de los derechos humanos y de la laicidad se debe analizar como un compromiso político de estar resueltamente de su lado y de apoyarlos en su misión. Dotándolos de esta recompensa, la institución Nobel sacraliza no solamente sus orientaciones políticas transfiriéndoles la notoriedad mundial del premio, sino también reafirma al mismo tiempo su línea diplomática la cual construye año tras año. Así, ésta se caracteriza ya por una fuerte coherencia global y una constante determinación de hacer prevalecer la doxa Nobel frente a los Estados. Para hacerlo, la institución no duda – vía su sistema de recompensas mundial – en inmiscuirse en algunos asuntos en curso, con el objetivo afirmado de influenciar las lógicas dominantes, de cambiarlos de dirección, incluso oponerse. En muchos sentidos, hace falta verla como una política de injerencia diplomática. Así, recordemos simplemente como ejemplo que en 2013, el Comité Noruego designó como galardonada a la OPAQ (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas) encargada desde 1997 de velar por el respeto de la Convención Sobre la Prohibición de las Armas Químicas firmada en 1993. En ese momento, esta institución intervenía precisamente sobre el asunto sirio, desde el ataque químico perpetrado el 21 de agosto de 2013 cerca de Damasco. En este caso, la diplomacia Nobel se invita entonces por la fuerza a participar en sus High Politics. Irrumpe entonces en la arena mundial para inmiscuirse en el tratamiento del conflicto sirio. Además, al elegir rendir un homenaje reiterado a la seguridad colectiva y al multilateralismo, poniendo en la agenda internacional estas nociones, se posiciona inmediatamente como interlocutor obligado de los actores estatales, implicados en esta guerra.
El premio Nobel de 2015 revela la misma matriz diplomática. Ésta se presenta de la siguiente manera: 1) distinguir un conflicto, 2) tomando claramente partido al otorgar el premio Nobel a uno de los protagonistas, 3) intervenir como definidor de normas internacionales trabajando, tanto como sea posible, para otorgarles un sentido sacro. Hace falta, sin embargo, distinguir el hecho de recompensar la sociedad civil tunecina en su conjunto, un premio Nobel en efecto innovador. Esta elección inédita testifica en efecto un nuevo avance de procedimiento. Confirma además un nuevo apoyo simbólico del dispositivo Nobel que decididamente no deja de marcar la escena internacional con su huella y de influir la política de las potencias estatales de acuerdo con sus orientaciones.

Referencias
Benberrah Moustafa, La Tunisie en transition. Les usages numériques d’Ennahdha, Paris, L’Harmattan, 2014. Coll. Chaos International.
Bono Irène, Hibou Béatrice, Meddeb Hamza, L’État d’injustice au Maghreb. Maroc et Tunisie, Paris, Khartala, 2015.
Laroche Josepha, Les Prix Nobel. Sociologie d’une élite transnationale

PAC 136 – Un accidente industrial bajo estricto control Las explosiones de Tianjin, del 12 al 15 de agosto de 2015

Por Clément Paule
Traducción : Daniel Del Castillo R
Passage au crible n° 136

Tianjin_explosionSource: BBC

La noche del 12 de octubre de 2015, una poderosa explosión sucedió en la ciudad de Tianjin, la cuarta aglomeración más poblada de la República Popular de China. Según los medios chinos, este incidente habría sido provocado por el incendio accidental de una estructura en la cual se almacenaban etanol y otros productos a base de alcohol. No es la primera vez que esta metrópolis de 15 millones de habitantes, localizada al noreste del país – a unos cien kilómetros de la capital Beijing – se enfrenta a este tipo de accidentes. Dos meses antes, una serie de deflagraciones gigantescas devastaron el barrio popular de Binhai y las zonas residenciales adyacentes, dejando oficialmente 173 decesos y aproximadamente unos 700 heridos. El origen del desastre fue identificado en una bodega perteneciente a la firma china Rui Hai Logistics, en la cual se acopiaban grandes cantidades de peligrosos productos químicos. Al respecto, los medios evocaron el almacenamiento de cientos de toneladas de cianuro de sodio en el edificio – particularmente empleado en la minería aurífera – exponiendo de este modo a la población a un riesgo mayor en cuanto a la probable contaminación del agua y del aire. Es la razón por la cual las autoridades chinas lanzaron un plan de urgencia que implicaba la evacuación de 6 000 personas, así como la limpieza a gran escala de las zonas en riesgo. En total, 17 000 hogares y 1 700 empresas se vieron afectados por estos eventos, según la agencia de prensa Xinhua; mientras que un estudio del Crédito Suizo estimó las pérdidas en unos 1,3 mil millones de dólares.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
Mencionemos en primer lugar algunos elementos de coyuntura que nos permiten situar esta crisis en la historia reciente del país. El contexto económico se encuentra actualmente marcado por una desaceleración del crecimiento, cuyas cifras se encuentran cada vez más cuestionadas; mientras que el gobierno acaba de devaluar el yuan en dos oportunidades. A nivel político, conviene subrayar la intensificación de la lucha anticorrupción, impulsada por el primer secretario Xi Jinping, lo que condujo al arresto de varios dirigentes del Partido Comunista Chino (PCC). Ciertos autores, como el sinólogo Jean-Pierre Cabestan, hacen referencia a un aumento del militarismo en el régimen, para hacer frente al estancamiento de un modelo preconizado desde los años ochenta. Aunado a esto, se ha producido una serie de catástrofes industriales de gran envergadura: citemos la explosión, en agosto de 2014, de una fábrica de piezas para automóviles en Kushan cuyo resultado fue de 146 víctimas; o también el incendio mortal en un matadero en 2013 en la provincia de Jilin. En lo que a esto concierne, la Organización No Gubernamental (ONG) China Labour Bulletin reportó desde finales de 2014 más de 300 accidentes de este tipo, que condujeron al fallecimiento de cientos de trabajadores chinos.
En este contexto, la municipalidad de Tianjin tiene una importancia estratégica ya que se trata de la puerta marítima de Beijing, así como de un hub internacional de transporte y logística. Cerca de 540 millones de toneladas de materiales transitan anualmente por aquí, posicionándolo como uno de los 10 primeros puertos mundiales. Próxima al poder central, la ciudad conoce un auge sin precedentes desde hace varias décadas, al punto de apodarse “la nueva Manhattan”. Cuenta con la zona económica especial de Binhai, la cual encarna la innovación tecnológica en materia aeronáutica, electrónica, petroquímica y farmacéutica. Su Producto Interno Bruto (PIB) se estimó en 143 mil millones de dólares en 2014, marcando un aumento de 15,5% en relación al de 2013, ya sea más del doble del PIB nacional. Sin embargo, este notorio despegue se acompañó de una urbanización anárquica, así como de una degradación medioambiental relacionada con la industrialización masiva de los últimos treinta años. El cataclismo del 12 de agosto de 2015 golpea en el corazón de la vitrina económica china, materializando las paradojas de una modernización llevada a cabo a la fuerza.

Marco teórico
1. Un hueco negro en la globalización. La inseguridad industrial que revela este accidente demuestra que las industrias eluden sistemáticamente la regulación, ya por sí debilitada a causa de las actividades económicas. Más aún, las lógicas del capitalismo basado en la confabulación – crony capitalism – crean zonas de no-gobernanza que en últimas amenazan la autoridad del régimen chino.
2. La imputación selectiva de la responsabilidad. Confrontado a esta compleja crisis, el gobierno chino aplica los mismos métodos que ya fueron utilizados después de los desastres precedentes, a semejanza de aquellos asignados luego del seísmo de Sichuan en el 2008. Más allá del control de las corrientes de información, se trata de identificar a los culpables que asumirán de forma particular el fracaso general del sistema político-administrativo.

Análisis
Las diversas investigaciones llevadas a cabo sobre la catástrofe rápidamente revelaron toda una serie de irregularidades y falta de respeto de las normas en vigor. Esto a pesar del refuerzo reciente de la legislación en la materia. El depósito que fue objeto del siniestro contenía en efecto 40 veces más cianuro de sodio que el límite autorizado por la ley, además que sus propietarios procedieron al almacenamiento del mismo sin haber obtenido con anterioridad la licencia requerida para este tipo de stock. Por otro lado, las primeras casas se encontraban a unos 600 metros del lugar de la explosión, mucho menos del mínimo legal fijado en un kilómetro. Señalemos que la firma Rui Hai Logistics no operaba fuera de todo marco legal puesto que había aprobado varios controles, e incluso una sociedad especializada le había realizado una auditoría. No obstante, las observaciones formuladas por esta entidad no mencionaban la proximidad problemática de las zonas residenciales. Las continuas infracciones a los procedimientos de seguridad delatan la amplia colusión entre los dignatarios de la ciudad y la empresa incriminada. Por su lado, sus accionistas admitieron recurrir a sus redes de relaciones – llamadas guanxi en China – así como a la corrupción de funcionarios para desarrollar estas actividades. Estas tácticas de depredación dejan entrever tanto la generalización de los comportamientos desviados, como la incapacidad de las autoridades municipales para contenerlos, a falta ya sea de voluntad política, como de medios.
Señalemos que la respuesta de urgencia no se encuentra exenta de disfunciones ya que ciertas fuentes apuntan hacia inexperiencia de los bomberos contratistas, que fueron enviados para apagar lo que en principio no era sino un incendio puntual. De tal manera que las explosiones habrían sido causadas por el uso de agua sobre ciertas sustancias, como el cianuro de sodio, que resultan inflamables a su contacto. De otro lado, la evacuación precipitada de miles de personas y la falta de una comunicación clara durante este proceso estimularon una lluvia de críticas bastante inhabitual. Muchas manifestaciones espontáneas agruparon a un centenar de habitantes preocupados por una eventual contaminación del agua y del aire por los productos químicos nocivos. Los protestantes también reclamaron soluciones en materia de relocalización ya que tan solo una parte de los afectados fueron indemnizados. Frente a estos embriones de protesta, el Estado chino estableció una censura sistemática de las voces disidentes en contra de los rumores y la desinformación. Una decena de portales web fueron cerrados por la Administración del ciberespacio, así como cientos de cuentas de usuarios de las redes WeChat y Sina Weibo. En un comunicado fechado del 18 de agosto de 2015, la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) informó sobre este estricto control que implicaba la marginalización, a veces brutal, de los periodistas extranjeros. Sometidos a hacer el relevo de los comunicados oficiales, ciertos medios nacionales cercanos al PCC denunciaron a pesar de esto la actitud poco transparente de los responsables municipales, quienes favorecían el surgimiento de teorías de la conspiración.
Nunca puesto en duda formalmente, el gobierno central llevó a cabo una serie de investigaciones judiciales que condujeron al arresto de unas doce personas, comenzando por los directores de Rui Hai Logistics. Algunos altos funcionarios también fueron investigados por Yang Dongliang, director de la autoridad pública de la seguridad laboral. Conviene observar que esta represión dirigida se inscribe en la lucha anti-corrupción enarbolada por Xi Jinping desde su ascenso al poder en 2012. Por el momento, esta táctica de individualización de la reprobación parece destinada sobre todo a calmar a la población. Sin embargo, los efectos de estos anuncios no pueden seguir ocultando el déficit de reformas estructurales apuntadas a desarrollar una cultura de la gestión del riesgo en el país. Si bien este desastre logra frenar las estrategias empresariales en Tianjin de forma temporal, la amplitud de los estragos suscita en el corto plazo la intervención de otro tipo de actores. Al respecto, los aseguradores chinos e internacionales ya absorbieron una buena parte de los perjuicios causados. Este sector podría participar indirectamente en el establecimiento de una regulación más eficaz, que aquella llevada a cabo por un sistema político basado en el secreto y corrompido por los conflictos de intereses.

Referencias
Cabestan Jean-Pierre, Le Système politique chinois. Vers un nouvel équilibre autoritaire, Paris, Presses de Sciences Po, 2014.
Laroche Josepha, « La mondialisation : lignes de force et objets de recherche », Revue internationale et stratégique, (47), 2002, pp. 118-132.
Site de l’ONG China Labour Bulletin : http://www.clb.org.hk [25 octobre 2015].

PAC 135 – El surgimiento de un ecosistema criminal La Dark Web y el Bitcoin, los instrumentos del ciber-crimen

Por Adrien Cherqui
Traducción : Daniel Del Castillo
Passage au crible n° 135

Bitcoin

Source: Flickr

La US Commodity Futures Trading Commission (CFTC), organismo estadounidense de regulación financiera, dio a conocer el 17 de septiembre de 2015, que toda forma de moneda virtual podía ser considerada como una mercancía. El objetivo principal de esta declaración fue estabilizar la gran volatilidad del precio del Bitcoin, confiando a la CFTC el poder de vigilar esta divisa; que por demás es muy solicitada para las transacciones realizadas en los mercados negros resultantes de la Dark Web.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
La Dark Web es una porción de la web que no se encuentra inscrita en los motores de búsqueda tradicionales. De esta manera, hace parte integral de la Deep Web y se distingue de la web de superficie. Al igual que la red anónima TOR, la Dark Web solo es accesible por medio de instrumentos especiales. Esta parte significativa de la Internet, sujeta a diversos usos, puede ser útil para la libertad de expresión frente a regímenes políticos que controlan su acceso. Pero también, permite desarrollar actividades ilegales que corresponden al ciber-crimen.
Dado a conocer en febrero de 2011 por Ross Ulbricht, Silk Road es uno de los portales comerciales más importantes de la Dark Web. Desde su creación, este ofrece productos ilícitos como drogas, armas, documentos falsos y números de tarjetas bancarias. Sin embargo, ya había sido cerrado una primera vez en octubre de 2013; antes de ser definitivamente suspendido en noviembre del año siguiente, durante la operación Onymous, llevada a cabo conjuntamente entre el Federal Bureau of Investigation (FBI), Europol, Eurojust, y otras organizaciones que buscaban finalizar las actividades de más de 410 portales similares.
El 2015 es un año crucial para este ecosistema ciber-criminal. El 04 de febrero, Ulbricht – quien amasó una fortuna de 18 millones de dólares – fue reconocido culpable de ocho cargos, los cuales incluían la piratería informática, la creación de empresas criminales, el blanqueamiento de dinero y el tráfico de estupefacientes. Meses más tarde, Shaun Bridges, agente federal que participaba en esta investigación, confesó haber malversado 820.000 dólares en el marco de la misma. Con los cierres sucesivos, aparecieron otras plataformas mercantiles en el lado oscuro de la Internet. Mencionemos por ejemplo a Evolution Market, portal que lideraba este verdadero mercado negro. No obstante, en marzo del mismo año, cerró bruscamente sus puertas en lo que parece ser una estafa de grandes magnitudes: de 12 a 35 millones de euros acumulados en Bitcoins fueron sustraídos por sus administradores durante un exit scam. Estos provenían de las carteras electrónicas de los usuarios de Evolution Market. Se produjo entonces una crisis en la cual esta moneda perdió el 22% de su valor en referencia al dólar, siendo que su cotización en relación al verde es publicada en la Bolsa de Nueva York (NYSE) desde el mes de mayo.

Marco teórico
1. La transformación digital del crimen. Los instrumentos tecnológicos a disposición de las redes criminales les ofrecen la manera de evadir los controles que emanan de las autoridades públicas. Desde entonces, nada se opone a la expansión del crimen transnacional.
2. El papel regulador del Estado. El Estado moderno se construyó atribuyéndose fuertes poderes de regulación, gracias al monopolio de muchas funciones que son consideradas como necesarias para el ejercicio del dominio político. Norbert Elias demostró que el acaparamiento progresivo de las actividades económicas, en particular aquella de la emisión del dinero, y políticas, le confería una fuerte autoridad al aparato administrativo.

Análisis
El desarrollo y la democratización de las herramientas de las telecomunicaciones y la Internet, iniciaron cambios globales que modificaron todas las formas de interacción social. Ideas, bienes y servicios son hoy en día directamente accesibles en línea; y contribuyen al proceso de transformación digital que se caracteriza por el debilitamiento de los conceptos de frontera y de temporalidad. De tal manera que la ubicuidad de la Internet redefinió los desafíos sociales, políticos y económicos a los cuales respondía, hasta ahora, la fuerza pública. La web, especialmente la Dark Web, proveen un soporte ideal para los skillful individuals (Rosenau), quienes eluden los programas de vigilancia y los mecanismos de censura, gracias al anonimato y a su capacidad relativa de no dejar rastro alguno de sus actividades.
Pero la Dark Web también sirve como vitrina para la venta de productos y servicios ilícitos. Una cantidad creciente de actores se reparte un mercado altamente competitivo, en el cual los líderes son Agora, Alphabay y Nucleus. La caída de Silk Road dio lugar al surgimiento de black markets similares, lo que concurre a la compleja construcción de un ecosistema criminal. Se trata de un espacio en el cual cada protagonista implementó estrategias innovadoras, con la finalidad de obtener más partes de mercado. Para lograrlo, los diferentes black markets suscitaron dinámicas de profesionalización y de especialización en sus productos (datos sutilizados, programas malintencionados, hardware, drogas, armas, documentos falsos, mercancías falsas, etc.), así como de los idiomas practicados. También se implementan las innovaciones y técnicas propias de la seguridad para las compras por Internet. Se establecen sistemas de inscripción por cooptación e invitación; y las transacciones se realizan vía un depósito fiduciario bajo el nombre de un tercero. A los nuevos vendedores les pueden solicitar derechos de admisión; y se abren fórums para que los compradores compartan sus experiencias. En última instancia, se desarrolló un motor de búsqueda. Llamado Gram, este inscribe las entradas de muchas plataformas aumentado así su influencia. Esta nueva configuración expone los profundos cambios que se están llevando a cabo en el centro del crimen transnacional, orientado a partir de ahora hacia las nuevas tecnologías. Al preferir el ciberespacio para el establecimiento de sus actividades, estas redes construyeron una forma de cyberpower, tal como lo definió Joseph Nye. Dicho de otra manera, el ciber-crimen supo activar la web a su favor, haciendo uso de sus herramientas específicas.
Para escapar a la soberanía estatal y acrecentar la economía subterránea, esta estructura ciber-criminal hizo en su mayoría uso del Bitcoin. Completamente descentralizada y sin el respaldo de ningún instituto oficial de emisión, la divisa permite realizar transacciones con relativa discreción. En efecto, estas son registradas en una blockchain, el historial de las mismas. Conscientes del riesgo que esto representa, los ciber-criminales hacen uso de diversos servicios gracias a los cuales consiguen no solo disimular su identidad, sino también blanquear los Bitcoins. Estos también son objeto de una especulación que es posible gracias a la falta de un organismo de regulación. Un agiotaje que se materializa durante el proceso de mining, el cual permite a los usuarios obtener la moneda sin realizar la más mínima transacción. Se entiende entonces el valor que reviste el Bitcoin para aquellas personas que desean permanecer fuera del campo legal. No obstante, al violar el monopolio de la administración pública sobre la moneda, el Bitcoin participa en la desacralización de la autoridad estatal.
Podemos comprender mejor el creciente interés de los diferentes países por esta divisa. Sin embargo, sus posiciones son heterogéneas respecto a su reconocimiento simbólico. Mientras que por ejemplo Tailandia la prohibió por mucho tiempo, Alemania al contrario fue uno de los primeros en reconocerla oficialmente. Frente a la incapacidad de luchar eficazmente contra el ciber-crimen, ciertos gobiernos se comprometieron a normalizar el Bitcoin. Se trataría de legislar sobre su utilización y controlar el comercio. En cuanto a las instituciones bancarias, estas también aumentaron su interés por la tecnología del Bitcoin, con el fin de adaptarse mejor a la misma. Recalquemos que Barclays anunció que autorizaría el Bitcoin, en un primer momento, para el depósito de donaciones a favor de las asociaciones de caridad. El reconocimiento de esta moneda se inscribe en la inversión masiva por parte de los bancos en las startups del sector de las finanzas y la tecnología (fintec). Representa una inversión a futuro. En efecto, un reporte publicado el 17 de marzo de 2015 por el despacho de análisis Juniper Research, indica que el Bitcoin debería alcanzar unos 5 millones de usuarios de aquí al 2019.
Subrayemos luego en qué medida esta divisa virtual y el Dark web participan en la infraestructura y la economía propias del ciber-crimen a causa de sus características intrínsecas. Interdependientes, estos instrumentos aceleran la difusión del poder a favor de las redes criminales, cuyas actividades los Estados tienen tanta dificultad en vencer.

Referencias

Even Maxence, Gery Aude, Louis-Sidney Barbara, « Monnaies virtuelles et cybercriminatilité : État des lieux et perspectives », 2014, note stratégique disponible à cette adresse :
http://www.ceis.eu/fr/system/files/attachements/note_strategique-monnaies_virtuelles_fr_0.pdf
Herlin Philippe, Apple, Bitcoin, Paypal, Google : la fin des banques ? : Comment la technologie va changer votre argent, Paris, Eyrolles, 2015.
McCusker Rob, R. (2006) « Transnational organised cyber crime: distinguishing threat from reality », Crime, Law and Social Change, 46 (4-5), 2006, p. 257-273.
Observatoire du monde cybernétique, « Cybercriminalité 2.0: guerre entre les blackmarkets », 39, juin 2015, p. 2-5.
Rosenau James N., Turbulence in World Politics: a Theory of Change and Continuity, Princeton, Princeton University Press, 1990.
UIT, « Understanding Cybercrime : Phenomena, Challenges and Legal Response », septembre 2012, rapport disponible à l’adresse suivante : http://www.itu.int/ITU-D/cyb/cybersecurity/docs/Cybercrime%20legislation%20EV6.pdf
Untersinger Martin, « Les coulisses de l’opération « Onymous » contre des dizaines de sites cachés illégaux », Le Monde, 11 novembre 2014, disponible à l’adresse suivante : http://www.lemonde.fr/pixels/article/2014/11/11/les-coulisses-de-l-operation-onymous-contre-des-dizaines-de-sites-caches-illegaux_4521827_4408996.html

PAC 134 – El laborioso despliegue de la Organización Mundial de la Salud La epidemia del Ébola en África occidental

Por Clément Paule
Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n° 134

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Source: Flickr CDC Global

El 14 de septiembre de 2015, las autoridades sanitarias de Sierra Leona anunciaron el deceso de una adolescente contaminada por el virus del Ébola, en la provincia septentrional de Bombali. Esta zona se destacaba por haberse mantenido protegida de la enfermedad desde hace seis meses. En efecto, el país esperaba alcanzar el objetivo de los cuarenta y dos días sin una nueva infección, lo que representa el doble de la duración máxima de incubación, y el fin de la transmisión. Esta reaparición nos recuerda el caso de Liberia, en el cual la fiebre hemorrágica resurgió a finales de 2015, ya sea un mes y medio después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara este Estado « Ebola-free ». Si bien la epidemia ha comenzado a disminuir desde el pico observado entre septiembre y diciembre de 2014, la situación no parece completamente bajo control ahora que se acerca el período de lluvias y que los financiamientos humanitarios se agotan. Al día de hoy, más de 28.000 casos – entre los cuales 11.300 son mortales – fueron censados; la mayoría de entre ellos se sitúan en África occidental. Recalquemos que este resultado sigue siendo sub-evaluado por la OMS, la cual retomó sus operaciones a partir de agosto de 2015. No obstante, esta institución había sido objeto con anterioridad de muchas críticas provenientes de Médicos Sin Fronteras (MSF), que denunció su actitud « irresponsable »; hasta el presidente el Banco Mundial quién lamentó un « penoso fracaso ».

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
En primer lugar, mencionemos algunos elementos que permiten restituir la posición de administradora de los riesgos sanitarios asumida por la OMS después de su creación en 1948. A pesar del éxito obtenido contra la viruela en 1980, la erradicación del paludismo y las dificultades de adaptación de un actor que entonces era considerado como político y gastador, condujeron a su debilitamiento progresivo en los años venideros. Habría que esperar las reformas estructurales de la década de los noventa, en particular bajo la dirección del Doctor Brundtland (1998-2003), para asistir a la afirmación de su liderazgo frente a las epidemias del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) en marzo de 2003, después de la gripa aviar de cepa H5N1. En esta ocasión, la OMS no dudó en entrar abiertamente en conflicto con el gobierno chino al que acusó de retener informaciones. Dotada de una nueva División de enfermedades transmisibles en 1996, y sobre todo del Global Outbreak Alert and Response Network (GOARN) desde el 2001, la institución sanitaria se apoya actualmente en la versión de 2005 del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), el cual es un instrumento jurídico vinculante para los 196 Estados-partes. Su credibilidad se erosionó a pesar de esto, cuando sobrevino la pandemia viral de la gripa A H1N1 en 2009: la OMS fue criticada por su alarmismo que fue visto como injustificado, y sus expertos fueron incluso objeto de sospechas en cuanto a potenciales colusiones con la industria farmacéutica.
En este contexto, interviene la aparición en África occidental del virus del Ébola, identificado en marzo de 2014 en las zonas rurales de Guinea – Conakry. Alertada por MSF, la OMS parece minimizar la amenaza dejando entender que la propagación de la fiebre hemorrágica ya fue controlada. Después de una disminución engañosa a finales del mes de abril, la enfermedad progresa de nuevo, en mayo alcanza los espacios urbanos de Liberia y Sierra Leona, hasta llegar a Nigeria. Confrontada al aumento exponencial de la cantidad de víctimas, y a la impotencia de las autoridades locales, la organización al fin declara la Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) el 08 de agosto: cuatro meses y medio después del comienzo de la epidemia. Esta decisión tardía interviene cuando se desarrolla un verdadero pánico moral, caracterizado por medidas discriminatorias contrarias al RSI, a manera de los cierres unilaterales de las fronteras y la suspensión de los vuelos aéreos. Tantos dispositivos que dificultan el despacho de la ayuda, al mismo tiempo que alimentan la ilusión de un probable confinamiento de la calamidad.

Marco teórico
1. El fracaso manifiesto de una gobernanza mundial de la salud. Puesta al margen del escenario internacional debido a su inercia, la OMS no logra garantizar su liderazgo en la gestión de crisis, desde que esta incumba a otros interventores.
2. Los desafíos estructurales de una reforma necesaria. Pasada la debacle del verano de 2014, la institución sanitaria se esfuerza por aprender las lecciones al redefinir su modo de funcionamiento y sus prioridades. Por ello, las debilidades observadas corresponden a diversas lógicas que conciernen el papel mismo de la organización.

Análisis
En un primer momento, la respuesta de urgencia es sobre todo incentivada por los operadores no gubernamentales – como MSF – conjuntamente con el personal nacional en salud. Rápidamente excedida por los acontecimientos, la oficina regional de la OMS para África se demora en reaccionar, y se le acusa incluso de complacer ciertos gobiernos que intentan minimizar la gravedad de la situación, con el fin de calmar a sus inversores mineros. Desprovista de una verdadera estrategia de comunicación, la organización internacional no consigue articular sus actividades con el sistema humanitario en conjunto, ni hacer respetar sus propias normas de frente a las reacciones desproporcionadas de ciertos Estados. Por esta razón, la nominación de un veterano de las crisis sanitarias como coordinador especial para el Sistema de las Naciones Unidas (SNU) desde el 12 de agosto pasado, augura la retoma de la situación en detrimento de la OMS. Un mes más tarde, la adopción por unanimidad de la Resolución 2177 por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, permite designar la epidemia como una amenaza para la seguridad internacional; al mismo tiempo que crea la United Nations Mission for Ebola Emergency Response (UNMEER). El establecimiento de esta estructura inédita, dirigida por expertos, parece constituir una desaprobación para la OMS que terminó relegada al segundo plano.
En octubre de 2014, esta última debe además hacer frente a la revelación en los medios del contenido de un memorando interno que incrimina las lentitudes de su movilización, la incompetencia de su equipo de trabajo y la politización de ciertas nominaciones. Revelados por la agencia Associated Press, otros documentos van enseguida a sugerir que la indecisión de la OMS estaría relacionada con el temor a las tensiones diplomáticas con los Estados afectados, teniendo en cuenta el impacto potencial de una actitud alarmista a nivel socio-económico. También hay que considerar la controversia precedente a propósito de la pandemia gripal H1N1. Esta contribuyó a que la dirección de la institución sanitaria se mostrara tan circunspecta. Bajo el fuego de las críticas, esta reacciona con una reunión extraordinaria en Ginebra el 25 de enero de 2015: si bien muchos interventores se quejaron de la lentitud y las fallas de la respuesta internacional, una resolución adoptada por unanimidad reafirma el papel de la OMS en la preparación y la gestión de este tipo de urgencia. Entre las medidas anunciadas, citemos la creación de un fondo específico de 100 millones de dólares, el despliegue de una « fuerza de reserva en salud pública mundial », o incluso el llamado a paneles de expertos independientes para evaluar las actividades llevadas a cabo. Publicado en julio de 2015, el reporte de estos últimos erige un inventario severo y aboga por una reforma profunda de los instrumentos y las normas en vigor.
Así las cosas, conviene recordar los límites que se imponen a la acción de la OMS, comenzando por aquellos de orden presupuestario. Dotada con cuatro mil millones de dólares para un programa de dos años, la institución se muestra desprovista de fondos en relación a los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) estadounidenses – cuyo presupuesto ascendió a 6,9 mil millones de dólares el mismo año – y a la Fundación Gates. Más allá de esto, estos fondos provienen sobre todo de contribuciones voluntarias estancadas desde la crisis financiera de 2008, relacionadas con un uso específico – earmarking – y en consecuencia, circunscriben desde el inicio la definición de las prioridades. Si bien el margen de maniobra restringido de la OMS también pudo ser atribuido a relaciones internas de poder, y al funcionamiento muy burocrático, ciertos autores sobrepasan estas explicaciones estructurales. Estos apuntan más bien al fracaso de la imaginación administrativa que manifiesta la organización internacional, la cual no supo concebir la amenaza como tal; ahora que el virus del Ébola ya había sido identificado y controlado en el pasado. De manera general, el desconocimiento recíproco de los interventores humanitarios y aquellos del sistema sanitario, demuestra la existencia de un desfase entre el liderazgo manifiesto de la OMS – que le confiere la apariencia de un actor operacional y supranacional – y su papel de agencia especializada en la asesoría y la coordinación. Esta diferencia mantiene un conjunto de percepciones erróneas respecto a la institución. Desde entonces, estas se vuelven la fuente de estigmas a veces injustificados, así como de expectativas frustradas. Más allá de una reforma normativa o financiera, el laborioso despliegue de la OMS implica desde ahora el precisar su identidad institucional heredada de una trayectoria compleja, que oscila entre la prescripción política y la experticia técnica.

Referencias

Guilbaud Auriane, Le Paludisme. La lutte mondiale contre un parasite résistant, Paris, L’Harmattan, 2008. Coll. Chaos International.
Lakoff Andrew, Collier Stephen J., Kelty Christopher (Éds.), « Issue Number Five: Ebola’s Ecologies », Limn, janv. 2015, consulté sur le site de Limn : http://www.limn.it [10 août 2015].
Paule Clément, « L’illusoire confinement d’une crise sanitaire. L’épidémie Ebola en Afrique de l’Ouest » in : Laroche Josepha (Éd.), Passage au crible de la scène mondiale. L’actualité internationale 2014, Paris, L’Harmattan, 2015, pp. 137-142. Coll. Chaos International.
Paule Clément, « Une remise en cause du savant et du politique. Dividendes et suspicions mondiales autour des politiques de vaccination », Passage au crible (12), 26 janv. 2010, consultable sur le site de Chaos International : http://www.chaos-international.org
Paule Clément, « Le traitement techniciste d’un fléau mondial. La troisième Journée mondiale du paludisme, 25 avril 2010 », in : Laroche Josepha (Éd.), Passage au crible de la scène mondiale. L’actualité internationale 2009-2010, Paris, L’Harmattan, 2011, pp. 129-134. Coll. Chaos International.
Rapport du panel d’experts indépendants intitulé « Report of the Ebola Interim Assessment Panel », publié le 7 juillet 2015 et consultable sur le site de l’OMS : http://www.who.int [15 août 2015].

PAC 133 – Liberar las negociaciones climáticas La cuestión crucial de la COP21 en París

Por Stefan C. Aykut
Traducción Ulises Aquino

Passage au crible n° 133

COP21 ParisSource: Wikimedia

En diciembre de 2015 se tendrá en París la 21ª conferencia de partes de la Convención sobre el clima (COP21). Anunciada como un evento mayor de la gobernanza global sobre el medio ambiente, deberá conducir a un acuerdo internacional para hacer frente al cambio climático. La llegada de esta cuestión a la agenda internacional representa más de veinte años de negociaciones desde la conferencia de Rio en 1992. Así, las concentraciones de gas en la atmósfera, responsables del efecto invernadero, han alcanzado un nivel record en 2013. Según el reporte del PICC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático), se observa muy probable que el cambio climático sobrepasará el umbral crítico peligroso de los 2ºC suplementarios ¿Cómo explicar este fracaso patente?
Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
Podemos esquemáticamente distinguir tres grandes fases en este asunto. La primera inicia con la firma de la Convención climática en 1992 y marca la emergencia del régimen climático. Después de la caída del muro de Berlín, un mundo regido por la cooperación entre Estados parecía en efecto posible. En 1997, el protocolo de Kioto asigna objetivos numéricos a la reducción de emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) a los países desarrollados y a las economías en transición. Introdujo tres “mecanismos flexibles” fundados sobre la idea de utilizar las fuerzas del mercado para realizar estas disminuciones a menor costo. La segunda etapa comienza en 2001 con la decisión de los Estados Unidos de no ratificar el Protocolo de Kioto. La Unión Europea toma entonces las riendas de las negociaciones y el protocolo de Kioto entra en vigor en 2005, sin los Estados Unidos. Así, presenciamos el aumento de poder de los PED (países en desarrollo) y los asuntos que les conciernen. En primer lugar, la adaptación a los cambios climáticos, pero también las transferencias tecnológicas y financieras necesarias para ponerlas en una trayectoria de desarrollo con menos carbono. Esta fase obstruida por el fiasco de la conferencia de Copenhague en 2009, que debía conducir a la firma de un tratado remplazando el protocolo de Kioto. El acuerdo minimalista que resultó consagra una nueva situación, en la cual los emergentes y el poder estadounidense imponen sus elecciones, mientras que Europa se encuentra marginada.
Después de Copenhague, el periodo post 2012 testifica una nueva prioridad. Por una parte, convendría firmar, hasta 2015, un nuevo texto que englobaría a todos los actores estatales y entraría en vigor en 2020. Por otra parte, se trataría de elaborar un acuerdo que cubriría el periodo hasta 2020. El objetivo sería evitar un agujero en los esfuerzos de reducción y de apoyo financiero a los PED. En la víspera de la COP 21, recordemos que muchas veces ya, la concepción gestionaría y apolítica de esta gobernanza ha chocado brutalmente con eventos, más o menos alejados del proceso climático – guerra estadounidense en Iraq, crisis financiera de 2008, conferencia de Copenhague en 2009 -, que han hecho volar las ilusiones de un manejo eficaz y común del clima.

Marco teórico
1. El régimen climático. En relaciones internacionales la noción de régimen designa los “acuerdos políticos, tratados, organizaciones internacionales, conjunto de procedimientos jurídicos , etc.” que estructuran el tablero mundial alrededor de un tema determinado (Krasner, 1983; Keohane, 1984). El concepto remite también a otras disciplinas. Así, también es utilizado en la literatura de Foucault para describir el conjunto de dispositivos culturales, institucionales u otros que forman un “régimen de verdad” (Foucault, 2001: 160; Leclerc, 2001). En cuanto al estudio de las ciencias técnicas, busca capturar los “modos de producción del saber científico” contemporáneo, imbricado en los asuntos políticos y económicos (Gibbons et al., 1994; Pestre, 2003). Aplicados al problema climático, estas diferentes acepciones se superponen por caracterizar un sistema complejo de arenas e instituciones que ha reunido Estados y múltiples actores involucrados cada vez más numerosos. Esto ha suscitado nuevas prácticas de investigación he instaurado procedimientos de evaluación y de validación. Además afrontó intereses económicos y asuntos políticos varios. En fin, estableció relaciones particulares entre ciencias, experiencia, políticas y mercados.

2. Un “cisma de lo real”. En su gran obra sobre la educación política, el político alemán Oskar Negt (2010) introdujo la noción de “cisma de los real” para describir sobre el plano analítico las señales precursoras de las grandes crisis constitucionales, disfrazadas por la continuidad vinculante del proceso democrático. Partiendo de la República Romana antes del Principado, y de la República de Weimar antes de la toma de poder por los nazis, Negt constata que esas fases se caracterizan por la coexistencia de dos formas de legitimidad. La primera tiende al proceso democrático, fundado sobre las reglas de civilidad y de decencia, así como sobre la retórica y el debate parlamentario. En cuanto a la segunda, reposa sobre el poder militar, la violencia y la ocupación de las plazas públicas. El hiato, – Negt habla de Wirklichkeitsspaltung, o cisma de lo real, una noción tomada de la psicología – se acentúa entonces progresivamente. Sin embargo, los ciudadanos continúan yendo a votar mientras que la fachada democrática sigue intacta, lo que vuelve más difícil la percepción de las señales precursoras de los cataclismos a venir.

Análisis
Un hiato un tanto similar parece a la obra en la gobernanza climática. Este cisma históricamente se constituye al final de los años noventa, mientras la corriente neoconservadora imponía sus elecciones en los Estados Unidos, confiando en el poder militar y rechazando el multilateralismo. En 1997, la célebre resolución Byrd-Hagel del Senado traduciría una hostilidad hacia un tratado que impondría a los esfuerzos estadounidenses sin compromisos “comparables” de los PED (Senado 1997), mientras que en las Guerras del Golfo (1990 y 2003) y en Afganistán (2001), Washington protegió sus asuntos vitales, en términos de seguridad y de aprovisionamiento petrolero, permitiendo la continuidad sin cambios de la American way of life. Ni el profundo significado de esos conflictos, ni la decisión brutal de los estadounidenses de abandonar el proceso no han sido objeto de un análisis substancial. Este enclavado de las negociaciones se analiza también a nivel más estructural. Siguiendo las investigaciones sobre el afianzamiento de los regímenes internacionales (Oberthür y Stokke, 2011), notamos que ese que concierne al clima interfiere con los otros, dotados de un funcionamiento propio y de instituciones específicas. Una dimensión crucial del cisma relativo a las negociaciones climáticas tiende al hecho de que estas últimas siguen siendo cuidadosamente separadas de esas otras instituciones. Así, por ejemplo, la OMC, una organización central en la gobernanza del comercio mundial, consecuenta una globalización económica con mucho carbono. Por otra parte, en materia de desarrollo, el Banco Mundial continua a financiar masivamente los grandes proyectos de infraestructura y una industrialización poco cuidadosa del medio ambiente. Más importante aún, el enfoque de Kioto viene nuevamente a separar dos regímenes de la energía. En efecto, organiza las discusiones y medidas alrededor del CO2 y otros GEI (las cuestiones de output), y no sobre la extracción y la combustión de los recursos energéticos (la cuestión de los imputs). Así, enfocándose en las emisiones en lugar de atacar los modos de desarrollo económico, bajo las reglas del comercio internacional o incluso al funcionamiento mundial del sistema energético, el régimen climático a establecido “muros corta fuego” (Altvater, 2005:82) entre el clima y los otros regímenes.
Un cisma separa entonces dos realidades. Por una parte, existe un mundo caracterizado por la globalización económica y financiera, la explotación desmesurada de los recursos energéticos fósiles y una competencia feroz entre Estados. Por otra parte, constatamos una esfera de las negociaciones y de la gobernanza que se encuentran cada vez más desconectadas. Así , la conferencia de París no podrá conseguir que si inicia un proceso de toma de conciencia que pusiera final a ese aislamiento y al desconocimiento de otros grandes asuntos que interfieren en contracorriente los pocos avances observados en las negociaciones.

Referencias

Altvater Elmar, Das Ende des Kapitalismus, wie wir ihn kennen, Münster, Westfälisches Dampfboot, 2005.
Foucault Michel, Dits et écrits, Paris, Quarto Gallimard, 2001.
Gibbons Michael, Nowotny Helga, Limoges Camille, et al., The New Production of Knowledge. The Dynamics of Science and Research in Contemporary Societies, London, Sage, 1994.
Keohane Robert O., After Hegemony: Cooperation and Discord in the World Political Economy, Princeton, NJ, Princeton University Press, 1984.
Krasner Stephen D., (Éd), International Regimes, Ithaca, Cornell University Press, 1983.
Leclerc Gérard, « Histoire de la vérité et généalogie de l’autorité », Cahiers internationaux de sociologie, 2 (111), 2001, pp. 205-213.
Negt Oskar, Der politische Mensch. Demokratie als Lebensform, Göttingen, Steidl Verlag, 2010.
Oberthür Sebastian et Stokke Olav Schram, (Éds), Managing Institutional Complexity: Regime Interplay and Global Environmental Change, Cambridge, MA, MIT Press, 2011.
Pestre Dominique, Science, Argent et Politique. Un essai d’interprétation, Paris, Inra, 2003.

PAC 132 – El muro ilusorio de las soberanías estatales El muro ilusorio de las soberanías estatales

Por Catherine Wihtol de Wenden
Traducción: Ulises Aquino Jiménez

Passage au crible n° 132

AsylumSource: Pixabay

En 2014, la Unión Europea recibió 625,000 demandas de asilo, una cifra jamás vista. Anteriormente, se situaba alrededor de 200,000 solicitudes por año. El año 2015 vio 300,000 migrantes forzados debido al caos que rodean a Europa (Libia, Siria, Irak y el Cuerno de África); 2,000 muertos ahogados en sus fronteras son además deplorables. Así, estos datos no paran de agravarse. Entre 2000 y 2015, estimamos en 30,000, las personas muertas en el Mediterráneo y 40,000 desde 1990. A la par, un giro sin precedentes inició, con la declaración de Angela Merkel pronunciada en septiembre de 2015. Ésta anunció en efecto que Alemania estaba lista para recibir 800,000 solicitantes de asilo en los próximos meses. Por su parte, el presidente francés, François Hollande, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, llamaron a la creación de un dispositivo permanente y obligatorio de recepción de demandas de asilo en todos los países de la Unión Europea en función de su población y de sus recursos.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
La política europea de asilo se apoya en la Convención de Ginebra de 1951 que define al refugiado como toda persona que huye de las persecuciones o quien puede probar miedos legítimos. Cumplida esta condición, pueden solicitar entonces la recepción en un país anfitrión. El derecho de asilo constituye un derecho universal al cual solo alrededor de 50 países no se ha suscrito. Pero considerando la diversidad de respuestas formuladas por las potencias europeas, la UE no cesa de buscar la armonización de estas.
Los primeros instrumentos de armonización son contemporáneos de la primera crisis de asilo ocurrida en Europa, posterior a la caída de la cortina de hierro. En aquella época, 500,000 demandas de asilo fueron dirigidas a los Europeos de la Unión (de las cuales 432,000 en Alemania en 1992). Se trataba entonces de luchar contra el “asylum shopping” que consistía para los solicitantes en formular peticiones ante diferentes miembros de la Unión esperando la respuesta del que ofreciera más. Así – este fue el motivo de los acuerdos de Dublín de 1990 – vale la pena un tratamiento único de solicitud y respuesta por parte de todos los Estados de la Unión. Lo mismo ocurre para la aceptación o el rechazo de la concesión del status de refugiado. Como la mayor parte de las demandas se dirigieron a Alemania y Austria en el transcurso de ese periodo, estos últimos demandaron compartir la “carga”. Esto finalmente fue acordado en 2003 en los acuerdos de Dublín II, fundados sobre el principio “one stop, one shop”. En este caso, significa que se debe solicitar asilo en el primer país europeo donde se ha llegado inicialmente. Sin embargo, esta lógica ha conducido a una congestión de demandas en los territorios estatales situados a lo largo de las fronteras exteriores de Europa, como Italia y Grecia, poco equipadas para hacer frente a los flujos migratorios de refugiados. Además, los estados disponen de una menor cultura de asilo, contrariamente a Alemania o Suecia. Los recién llegados han buscado dejarlos evitando primeramente que su pasaporte sea sellado; lo que los enviaría con certeza de regreso hacia el primer país de llegada. Una tal reglamentación ha así creado los puntos de saturación de Atenas o bien de Calais y Sangatte, dos ciudades en las cuales acampan los demandantes de asilo en Reino Unido.
En 2008, el Pacto Europeo sobre la Inmigración y el Asilo (que no es un tratado) enunciaba, dentro de sus cinco principios, la armonización del derecho de asilo europeo. Es en este espíritu que fue creada una oficina en Malta, destinada a armonizar las respuestas en función de los perfiles de los demandantes. Una lista de países seguros y de terceros seguros, así como una lista de demandas manifiestamente infundadas ha circulado entonces entre los miembros de la Unión. Un hecho que llegó a restringir las posibilidades de obtención de la condición de refugiado. Pero las revoluciones árabes de 2011, la crisis siria, libia e iraquí conjugadas con la llegada de numerosos afganos, finalmente le quitaron sentido a los Reglamentos de Dublín II. Una nueva práctica más tolerante ha entonces permitido la circulación de demandantes hacia los territorios a los cuales desearían ir. También ofrece una mayor flexibilidad en la determinación del país de tramitación de la solicitud, según la elección del solicitante y sus vínculos con la región europea en particular. Este cambio de tendencia recientemente mencionado por Angela Merkel conducirá sin lugar a dudas a la desaparición del Reglamento Dublín II.
Vimos en consecuencia que los años 2014 y 2015 conocieron un flujo excepcional de solicitudes de asilo. Frente a este desafío, la propuesta de la Comisión Europea – inicialmente desechada – de cuotas en junio de 2015, seguida de un dispositivo obligatorio condujo a una nueva línea en la manera de compartir entre los europeos. Notemos por una parte, aquellos que aceptan la recepción, y por otra parte, aquellos que rechazan la imposición de tales medidas como los Estados de Europa central y oriental, Reino Unido, Irlanda y Dinamarca.

Marco teórico
1. El derecho de asilo confrontado a los flujos sirios. La convención de Ginebra debe ser aún respetada en la apreciación del carácter individual del perfil del solicitante de asilo y de la persecución que vivió o de la cual huye? No necesitarían adoptar principalmente una respuesta colectiva adaptada a un pueblo del cual seis millones de los suyos han dejado su domicilio desde 2011 y de los cuales cuatro millones se encuentran actualmente en el extranjero? Algunos países ya han recibido millones de sirios. Mencionemos principalmente a Turquía; 1.8 millones, Líbano: 1.2 millones y Jordania: 600 000. En otras palabras, la urgencia de la crisis no necesita una respuesta excepcional a una situación excepcional, como fue el caso en el pasado para los boat people vietnamitas, de Camboya y Laos de los años 1975 – 1980? A esta pregunta, se anexa esa de la soberanía de los países europeos que aceptan difícilmente que los solicitantes de asilo le sean impuestos. Mecanismos como la protección temporal, fundada bajo la directiva europea de 2001, podrían ser aplicados, como anteriormente para los nacionales de la ex Yugoslavia. Sin embargo, estas disposiciones no forman parte de las soluciones propuestas.

2. La armonización del derecho de asilo en la Unión Europea. En esta comunidad política, cada país pone en marcha su propia diplomacia. Cada uno mantiene relaciones privilegiadas con tal o cual país de salida y mantienen o no su tradición de asilo frente a la débil legibilidad de la política común de la Unión. Así, los solicitantes de asilo tienen frecuentemente una idea precisa del país al cual ellos quieren ir, por razones del idioma, lazos familiares, oportunidades de empleo o prestaciones. Por lo tanto, la idea de que los Estados miembros serían todos percibidos como similares a sus ojos, sigue siendo una pura quimera. En este contexto, la opinión pública de extrema derecha que durante mucho tiempo ha servido de respuesta a los países europeos para afirmar aquí y allá una política restrictiva sin matices, instrumentaliza este asunto al servicio de las políticas de seguridad de las migraciones.

Análisis
La crisis de asilo, a la cual Europa se encuentra actualmente confrontada, muestra que la disuasión a alcanzado sus límites. En efecto, aunque ha sido desplegada desde hace 25 años con instrumentos cada vez más sofisticados, esta estrategia no ha podido reducir las entradas regulares e irregulares, ni las solicitudes de asilo. Señala sin embargo las discrepancias existentes en Europa, entre los países del este y del oeste. Así, esta situación revela la hostilidad de los nuevos miembros de la Unión provenientes del bloque comunista. Actualiza igualmente las disparidades Norte/Sur. Estas son ilustradas por la falta de solidaridad de los países del norte de Europa – poco concernidos por las llegadas en los países del sur de Europa – hacia Estados como Italia o Grecia; estos últimos habiendo hasta ahora asumido lo esencial de la recepción, como lo mostró, en Italia, la operación Mare Nostrum puesta en marcha de noviembre 2013 a noviembre 2014. En última instancia, la retirada prevalece sobre todo en los principios europeos de solidaridad. Pero es necesario comprender a este respecto que Europa juega sobre este asunto sus valores de respeto de los derechos humanos y de responsabilidades compartidas en la decisión de recibir a no a los refugiados.

Referencias
Höpfner Florian, L’Évolution de la notion de réfugié, Paris, Pédone, 2014.
Vaudano Maxime, « Comprendre la crise des migrants en Europe en cartes, graphiques et vidéos », LeMonde.fr, [En ligne], 4 sept. 2015, disponible à l’adresse suivante : http://www.lemonde.fr/les-decodeurs/article/2015/09/04/comprendre-la-crise-des-migrants-en-europe-en-cartes-graphiques-et-videos_4745981_4355770.html. Dernière consultation : le 17 sept. 2015.
Wihtol de Wenden Catherine, La Question migratoire au XXIe siècle. Migrants, réfugiés et relations internationales, Paris, Presses de Sciences Po, 2013.

PAC 131 – Un banco multilateral entre cooperación y depredación La firma de los estatutos del BAII

Por Justin Chiu
Traducción : Ulises Aquino

Passage au crible n° 131

Asian Infrastructure Investment BankSource: Jason Lee / Reuters pour Le Monde

El 29 de junio de 2015, se celebró en Pekín la ceremonia de firma de los estatutos del BAII (Banco Asiático de Inversión en Infraestructura). Reuniendo a 57 países de todo el mundo, este nuevo banco multilateral estará dotado de 100 mil millones de dólares de los cuales 30% provienen de China. Considerado como un éxito diplomático, la creación del BAII marca un giro decisivo para el Estado chino en las finanzas mundiales.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
En septiembre de 2013, seis meses después de la toma de poder, el presidente chino Xi Jinping presentó su estrategia global en materia de economía y de comercio, llamada La Nueva Ruta de la seda. A fin de asegurar el acceso a las materias primas y de racionar la exportación de mercancías, la prioridad está entonces enfocada sobre reforzar las redes de transporte – terrestres y marítimos – y de comunicación entre Pekín y sus aliados en Asia y Europa. Así, según el BAD (Banco Asiático de Desarrollo), se necesitan 800 mil millones de dólares por año para sostener la construcción de infraestructuras en Asia. Pero el Banco Mundial y el BAD no pueden financiar más de 20 mil millones de dólares. De hecho, el proyecto del BAII develado en 2013, constituye una maniobra política y responde ante todo a una necesidad económica.
Desde su ingreso a la OMC (Organización Mundial del Comercio) en 2001, China ha multiplicado sus intercambios comerciales y sobretodo su excedente comercial (382,460 millones de dólares en 2014). En marzo 2015, las reservas de cambio de Pekín se acumularon y elevaron a 3,370,000 millones de dólares. Principal poseedor de la deuda pública estadounidense con 1,277,000 millones de dólares en bonos del tesoro (julio 2013), China invierte actualmente también en la deuda europea a través del MES (Mecanismo Europeo de Estabilidad). Sin embargo
Sin embargo, para diversificar las inversiones y consolidar la asociación con los países del Sur, ha creado múltiples organismos transnacionales, por ejemplo el Fondo de Desarrollo China-África (2006). Esta voluntad de exportar más capitales que productos manufactureros se ha expresado también por el establecimiento actual del BAII en Pekín y del Banco de Desarrollo de los BRICS en Shanghái. Por otra parte, el rol del Eximbank y del CDB (China Development Bank) se reforzó por proyectos bilaterales. A este respecto, Pekín prestó 73,000 millones de dólares a sus aliados de América Latina en el periodo 2005-2011, contra 53,000 millones para el Banco Mundial.

Marco teórico
1. La ofensiva transnacional de un Competition State. Según Philip Cerny, el Competition State ha sustituido gradualmente al Estado de Bienestar a fin de responder a las necesidades de una competencia globalizada. En efecto, en el proceso de elaboración de las políticas, el Estado se ve actualmente obligado a encontrar una coherencia entre exigencias domésticas y objetivos transnacionales. A través de la transnacionalización de las actividades, las redes y las estrategias, el actor estatal puede obtener mejores beneficios de la globalización y preservar los intereses de grupos privados. Así, contrariamente a la tesis del retroceso del Estado de Susan Strange, Cerny constata que en algunas áreas económico-financieras, el poder estatal multiplica en ocasiones sus intervenciones.
2. La financiarización de las relaciones de dominación. En Philosophie de l’argent, Simmel demuestra el rol determinante de la economía financiera en la densificación de los intercambios. De hecho, con dinero, la acción abstracta entre individuos o grupos sociales se vuelve medible y concreta. Los intercambios monetarios refuerzan entonces la interdependencia y las relaciones de dominación. A este respecto, el detentor del capital detenta el poder de imponer sus condiciones y de otorgarse privilegios. De tal manera, el vector monetario se vuelve sinónimo de poder.

Análisis
Rica en recursos naturales y mineros, China sin embargo sigue siendo el primer importador mundial. A fin de asegurarse el abastecimiento de hidrocarburos, se implica en la construcción de infraestructura en África (Angola, Nigeria, y los dos Sudán), en Asia Central (Kazajistán, Turkmenistán y Uzbekistán) , pero también más recientemente en Pakistán, con un basto programa de inversiones de 46,000 millones de dólares. Tratándose del desarrollo de los sectores energéticos y de redes de transporte, el BAII tiene como objetivo consolidar los esfuerzos ya iniciados por el gobierno de Pekín.
Curiosamente, las firmas chinas serían las primeras beneficiarias de las inversiones del BAII. De hecho, los grupos petroleros – CNOOC (China National Offshore Oil Corporation) y Sinopec (China Petroleum and Chemical Corporation) -, las grandes sociedades de construcción – CSCEC (China State Construction Engineering Corp) – y los proveedores de telecomunicaciones Huawei y ZTE han adquirido experiencia conjuntamente en ese tipo de trabajos complejos vinculando energía y redes de transporte. Apoyadas por los grandes bancos chinos, se encuentran en posición de responder a las licitaciones gracias a tarifas muy competitivas. Están considerando los beneficios adicionales a largo plazo. Además, poseedor del 30% de las acciones y detentando el 26% del derecho de voto, Pekín podría hacer valer sus decisiones en ese nuevo mecanismo financiero. Dicho de otra maneta, por esta exportación de capitales, el Estado Chino busca apoyar la internacionalización de sus empresas.
A pesar de la presión ejercida por Washington sobre sus aliados occidentales y la desconfianza de Tokio, Pekín ha ganado un juego de fuerza diplomático. De hecho, después de la demanda de adhesión del Reino Unido presentada en marzo de 2015, Alemania, Francia, Italia, España y doce países europeos más hicieron también llegar sus demandas. Actores regionales, Brasil, Egipto y Sudáfrica son de igual manera miembros fundadores del nuevo banco. Aunque la participación de países no asiáticos está limitada al 25% del capital, lo esencial, para esos Estados, consiste en no estar excluidos. Sobre todo porque los beneficios económicos parecen significativos. Además, para definir el ámbito de gobernanza del BAII y evaluar la viabilidad de los trabajos, China necesita conocimiento financiero especializado del exterior.
Anticipando la dinámica de crecimiento en Asia, el establecimiento del BAII produce un efecto multiplicador. El BAD – del cual Japón representa el mayor contribuidor – prometió aumentar sus fondos propios, los cuales pasarán de 18 a 53 mil millones de dólares en 2017. La magnitud de los trabajos podría ser medida por los flujos de capitales. Finalmente, gracias a la creación de este banco multilateral, el Estado chino trata de abrir mercados no explotados y poner en evidencia su incontestable liderazgo en Asia.

Referencias
Cabestan Jean-Pierre, La Politique internationale de la Chine, Paris, Presses de Science Po, 2010.
Cerny Philip G., Rethinking World Politics: A Theory of Transnational Pluralism, New York, Oxford University Press, 2010.
Meyer Claude, La Chine, banquier du monde, Paris, Fayard, 2014.
Meyer Claude, « Le succès éclatant, mais ambigu, de la Banque asiatique d’investissement pour les infrastructures », Le Monde, 1er juillet 2015, disponible à l’adresse :
http://www.lemonde.fr/idees/article/2015/07/01/le-succes-eclatant-mais-ambigu-de-la-banque-asiatique-d-investissement-pour-les-infrastructures_4665869_3232.html
Simmel Georg, Philosophie de l’argent, [1900], trad., Paris, PUF, 2009.
Site officiel de la BAII : http://www.aiibank.org/