PAC 22 – Una construcción mundial de la rareza El proyecto ACTA para un acuerdo comercial sobre la falsificación

Por Alexandre Bohas

Traducción: Daniel Del Castillo

Passage au crible n°22

Después de llevar a cabo negociaciones confidenciales, la Unión Europea, los Estados Unidos y Japón, conjuntamente con otros diez Estados más, elaboraron en abril de 2010 un tratado titulado ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement) cuyo objetivo es imponer normas más restrictivas en materia de Propiedad intelectual.

Rappel historique
Cadrage théorique
Analyse
Références

Rappel historique

Con la globalización de los intercambios económico-culturales y el poderoso incremento de las nuevas tecnologías de información, los países desarrollados fuertemente apoyados por las compañías multinacionales promovieron el reconocimiento internacional de los Derechos Intelectuales. De esta manera, el acuerdo TRIPs (Trade-Related Issues of Intellectual Property) o ADPIC (Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relativos al Comercio) se concluyó en 1994, en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Justo después fue transferido a las legislaciones de los Estados miembros, con la participación de las Organizaciones Internacionales, asociaciones y compañías. A pesar de todo, esta penetración suscitó fuertes reacciones en Brasil y en Suráfrica especialmente en el sector farmacéutico, respecto a los tratamientos contra el Sida.
Desde el 2007, después de las dificultades a las que se enfrentaron durante el ciclo de Doha, los Estados Unidos sostuvieron conversaciones secretas sobre estas cuestiones de la falsificación con la Unión Europea, Suiza y Japón, junto con Australia, Canadá, Corea del Sur, Jordania, Marruecos, México, Nueva Zelanda y Singapur. En abril de 2010, el proyecto del tratado definitivo fue finalmente hecho público.

Cadrage théorique

1. La estructuración jurídico-política del capitalismo. En una economía de mercado, la acumulación de capital está basada sobre estructuras jurídicas. Apoyados por los Estados industrializados, los grandes grupos poseedores de marcas, derechos de autor y patentes emprendieron la ampliación y profundización de su dominación a través de la privatización creciente de los bienes relativos al Derecho de Propiedad Intelectual. Mientras que estos últimos no rivalizan entre ellos ya que su uso no reduce su utilidad futura, las compañías desean sin embargo recibir beneficios por cada compra “construyendo su rareza”, según las palabras de Christopher May, con el fin de asegurar así sustanciosos retornos de inversión.
2. Un acceso desigual a la gobernanza de la propiedad intelectual. En un mundo globalizado, esta forma de administración y regulación es habitualmente presentada como una manera de respetar a todas las partes presentes. Como tal, continúa alimentado proyectos de democracia cosmopolita a escala planetaria. Sin embargo, no es el caso. Al contrario, confirma la dominación de las compañías multinacionales y los gobiernos occidentales, en un área que está relacionada antes que nada con la sociedad civil, los consumidores y los Países en Vías de Desarrollo.

Analyse

Descrito como un texto moderado de coordinación aduanera, el tratado ACTA marca en cambio un giro mayor. Dicho tratado propone, en primer lugar, un refuerzo de la cooperación, en lo que concierne a compartir información sobre los actos de falsificación cometidos, sobre todo en Internet. Por otro lado, el tratado criminaliza comportamientos individuales no comerciales como por ejemplo el Peer-to-peer, reforzando así el artículo 61 del TRIPs. Fundamentalmente, armoniza desde las altas esferas la protección de los Derechos Intelectuales generalizando prácticas y doctrinas que hasta ahora se hacían presentes en las legislaciones de cada país solo de manera parcial. Hay que señalar que su formulación en cuanto a su carácter obligatorio y sus áreas de aplicación permanecen particularmente indefinidos, lo que confirma la asimetría de las relaciones de poder entre los Estados, las compañías y las sociedades civiles. Seguramente, una vez firmado y ratificado, el tratado proporcionará, en cada ámbito internacional, apoyo a los defensores de una protección cada vez mayor de la Propiedad intelectual. Éstos últimos presionan actualmente a los gobiernos occidentales para que aseguren una estructuración jurídico-política de la economía mundial, capaz de reforzar su prosperidad, o al menos su renta de situación.

Al tratar problemas muy controvertidos, las partes presentes en el ACTA quisieron llegar a un acuerdo fuera de la escena mundial. Pero esta manera de proceder va en contra de las nuevas relaciones de poder, especialmente con la presencia determinante de las potencias emergentes reunidas en el BRIC (Brasil, Rusia, India, China), cuyo desarrollo implica la compra e importación de Derechos Intelectuales. Estos países fueron sin embargo excluidos de las negociaciones, mientras que con TRIPs, ya realizaron importantes esfuerzos en materia de protección de los Derechos de Autor y patentes extranjeras.

Este método revela la voluntad de imponer brutalmente las normas internacionales, publicándolas exclusivamente al final de su proceso de negociación. Se reduce así toda posibilidad de protesta. Dentro de esta misma lógica, éste método impone silencio, tanto a las organizaciones gubernamentales, como no gubernamentales, que hubieran podido reaccionar y activar la opinión pública. Al respecto, el método se explica más por la “razón de Estado” que por la “razón del mundo”, retomando la expresión de Philip Cerny.

Las negociaciones llevadas a cabo alrededor del proyecto ACTA ponen de manifiesto la política del hecho consumado. En este sentido, contradicen la dispersión mundial de la autoridad política que caracteriza hoy en día las Relaciones Internacionales. En efecto, la cantidad de cuestiones a tratar así como el desvanecimiento de la legitimidad imponen a partir de ahora, a aquellos que adoptan las decisiones internacionales, la obligación de tomar en cuenta a los países del Sur y consultar a los actores no estatales. Incluso – dentro del marco del multilateralismo – les exige a adoptar decisiones cada vez más consensuadas. De esta forma, no es sorprendente que estos procedimientos provoquen la reacción hostil de los países del Sur y las sociedades civiles.

Références

Anti-Counterfeiting Trade Agreement. Public Predecisional/Deliberative Draft, April 2010, disponible à la page suivante: http://trade.ec.europa.eu/doclib/docs/2010/april/tradoc_146029.pdf.
Cerny Philip G., Rethinking World Politics. A Theory of Transnational Pluralism, Oxford, Oxford University Press, 2010.
EFF, « Preliminary Analysis of the Officially Released ACTA Text », April 2010, disponible sur la page suivante: http://www.eff.org/deeplinks/2010/04/eff-analysis-officially-released-acta-text
FFII, « Analysis Anti-Counterfeiting Trade Agreement », April 2010, disponible à la page suivante: http://action.ffii.org/acta /Analysis#Executive_Summary
May Christopher, The Global Political Economy of Intellectual Property Rights: The New Enclosures, 2nd Ed., London, Routledge, 2010.
Sell Susan, Private Power, Public Law: The Globalization of Intellectual Property Rights, Cambridge, Cambridge University Press, 2003.

PAC 21 – La poder de China en toda su majestuosidad La Exposición Universal de Shanghái, 30 de abril – 31 de octubre de 2010

Por Jenna Rimasson

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°21

El 30 de abril de 2010, el presidente chino Hu Jintao inauguró la Exposición Universal de Shanghái, que se durará hasta el 31 de octubre del mismo año. Después de la organización de los Juegos Olímpicos de Pekín en agosto de 2008, el mundo entero se vuelca nuevamente en la República Popular China (RPC). Cerca de 72 000 voluntarios presentes en el lugar de la Exposición – además de otros 100 000 – repartidos en toda la ciudad recibirán a los visitantes chinos y extranjeros durante este evento. Izando las banderas de 182 países y 57 Organizaciones Internacionales, Shanghái propone la edición más costosa de todos los tiempos, provista de un presupuesto de 4,2 mil millones de dólares, casi 5 mil millones si se toman en cuenta los gastos de acondicionamiento de la ciudad.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

Llevada a cabo en Londres en el año de 1851, durante el auge de la Revolución Industrial, la primera Exposición Universal tenía como objetivo presentar las novedades tecnológicas de los diferentes Estados participantes. El 22 de noviembre de 1928, 31 países firmaron en París una Convención que instauró la Oficina Internacional de Exposiciones o BIE (Bureau International des Expositions), con el fin de reglamentar la organización de estas manifestaciones. Más tarde, dicha Convención fue modificada por diferentes protocolos y enmiendas, el último de los cuales data de 1988. Hoy en día la Convención cuenta con 157 Estados adherentes, entre los cuales brillan por su ausencia los Estados Unidos. Con sede en París, el BIE es el encargado de promover la confianza y solidaridad entre las culturas del mundo gracias a dos tipos de exposiciones: las Exposiciones internacionales (especializadas) o Exposiciones internacionales reconocidas, y las Exposiciones Universales o Exposiciones internacionales registradas.

Al reunir a los delegados de los Estados, las Organizaciones Internacionales, así como la sociedad civil, las exposiciones representan los escaparates privilegiados dónde se manifiestan sus ventajas comparativas, en el marco de una competencia pacífica. En el pasado, también han teatralizado sus conquistas coloniales, para después exhibir el período de la Guerra Fría, especialmente durante la Exposición Universal de Bruselas (1958). Si bien inicialmente todos los participantes eran acogidos en una misma construcción central, hoy en día cada uno edifica su propio pabellón, rivalizando entre ellos con sus proezas arquitectónicas. Al respecto, hay que recordar los ejemplos emblemáticos de la Torre Eiffel de París (1900), el Atomium de Bruselas (1958), el Space Needle de Seattle (1962) y también la Biósfera de Montreal (1967).

Marco teórico

1. El poder estructural. Este concepto se distingue del poder relacional, propio de la escuela Realista. Forjado por Susan Strange, se refiere a la capacidad que tienen ciertos actores de influir en la política internacional. Incluye las estructuras de seguridad, producción, conocimiento y las finanzas. En este caso, sólo las tres últimas importan. En efecto, los participantes le atribuyen una visibilidad a algunos de sus productos nacionales, productos que requieren conocimientos y técnicas especializadas ilustrando así el principio de Foucault según el cual, el conocimiento constituye un poder- implicando la movilización de fondos tanto públicos como privados.
2. El soft power. Sin limitarse a cuestiones de influencia y persuasión, este concepto caracteriza un proceso de atracción cultural e ideológica, que se diferencia del poder tradicional de tipo militar y económico.

Análisis

Gracias a esta Exposición Universal, China despliega toda su magnificencia. Así lo demuestra el pabellón chino que domina el conjunto del parque de exposiciones con sus 49 metros de alto, que los chinos prohibieron a los otros participantes sobrepasar. A causa de esta fastuosidad y ostentación, China ejerce una violencia simbólica a las otras naciones. Tras permanecer al margen del sistema mundial hasta los años ochenta, China se convirtió después en mero taller de la economía internacional y hoy en día no acepta más verse sometida a la globalización. Al contrario, a partir de ahora prevé formar parte de sus principales líderes. Esta ambición de reconfigurar el orden mundial se apoya sobre todo en la difusión del soft power, como la fuerza china de proyección mundial conquistadora. De esta manera se entiende porque los espectáculos organizados durante esta exposición no son nada anodinos. Mencionemos especialmente las presentaciones de artes marciales de Wudang y Shaolin que atraen a un público internacional, sobre todo después del éxito planetario de la película Tigres y Dragones. Igualmente, el espectáculo del té o también aquel de las marionetas y sombras chinas dirigido a un público más joven realzan esta doble lógica de imposición y seducción.

Las autoridades chinas recalcan sistemáticamente las especificidades culturales para reforzar la cohesión con la diáspora y, más ampliamente, con la totalidad de los países asiáticos, ya que China pretende ser su portavoz. Recordemos al respecto que la mascota de la Exposición Universal Haibo fue dibujada a partir de la letra china 人 (ren: Hombre), así como el logo de Expo Shanghai 2010 que representa la letra 世 (shi: Mundo). Mientras que el inglés suplanta progresivamente a ciertos idiomas para imponerse como el esperanto del comercio y la diplomacia, el chino es a contrario considerado como el vector privilegiado de una estrategia de resistencia, incluso de contra-ofensiva lingüística y cultural.

Conforme a los reglamentos del BIE, que exigen la adopción de un tema propio para cada Exposición Universal, las autoridades chinas escogieron aquel de “mejor ciudad, mejor vida”. Se trata de que China se erija como un actor ineludible de las dinámicas de la modernidad (urbanización, desarrollo durable, solidaridad internacional). En lo que a esto respecta, la ayuda presupuestal atribuida por China a los países africanos para financiar su participación, confirma su ambición de posicionarse como el futuro hegemon ahora que el XX Foro Económico Mundial sobre África acaba de abrirse en Dar-es-Salaam (Tanzania), y que su objetivo es “reconsiderar la estrategia de crecimiento en África”. Por otro lado, la instalación del termómetro más alto del mundo (165 metros) en el centro del parque de exposiciones, constituye igualmente la prueba del interés chino por las cuestiones ambientales, mientras que este país posee el récord mundial en valor absoluto de emisiones de gases a efecto invernadero. Finalmente, frente a las condenas internacionales por las violaciones a los derechos de propiedad intelectual, las autoridades chinas aprovecharon Expo Shanghai 2010 para promover una vasta campaña contra la piratería y las imitaciones.

A pesar del costo récord de organización de la Exposición, recalcado por una buena cantidad de observadores, es conveniente tomar en cuenta la potencialidad de la restitución de la inversión. Ésta contribuye en efecto a facilitar la negociación incluso la conclusión de importantes contratos comerciales especialmente con los veinte dirigentes extranjeros presentes durante la ceremonia de inauguración. Dentro de esta misma lógica, Nicolas Sarkozy obtuvo por ejemplo los suministros para una fábrica de tratamiento de combustible nuclear.

A pesar la crisis actual de las finanzas mundiales, China que desde el 25 de abril de 2010 es el tercer accionista del Banco Mundial hace alarde hoy en día de una insolente imagen de prosperidad. Al acoger un evento basado en las innovaciones tecnológicas y al servicio del crecimiento económico, China demuestra su capacidad de impulsar el movimiento de descentralización de la economía mundial.

Referencias

Kita Julien, La Chine, nouvel acteur du système multilatéral, Compte-rendu du séminaire : China : a New Player in the Multilateral System, 18 avril 2008, IFRI, Paris, 18 Juillet 2008.
Kurlantzick Joshua, Charm Offensive, How China’s Soft Power is Transforming the World, New Haven, Yale University Press, 2007.
Site officiel du Bureau International des Expositions disponible à l’adresse Internet http://www.bieparis.org/site/fr.html [5 mai 2010].
Site officiel de l’Exposition Universelle de Shanghai 2010, disponible à l’adresse Internet http://fr.expo2010.cn/ [5 mai 2010].

PAC 20 – La americanización de la cooperación humanitaria La conferencia internacional de donantes para Haití, 31 de marzo de 2010, Nueva York

Por Clément Paule

Traducción: Daniel Del Castillo

Passage au crible n°20

Aunque los daños provocados por el seísmo del 12 de enero se evaluaron en 7,9 mil millones de dólares es decir el 120% del Producto Interno Bruto (PIB) de Haití, durante la conferencia internacional de donantes para Haití se prometieron a medio plazo, 9,9 mil millones. Los analistas recalcaron en primer lugar el éxito de la activación financiera, muy superior a las previsiones y capaz de cubrir la mayor parte de las necesidades estimadas por el gobierno de Préval. Numerosos análisis subrayaron además los aspectos participativos de un proceso que habría implicado tanto a los proveedores bilaterales y multilaterales, como a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), la diáspora, el sector privado y/o también las colectividades locales. La problemática reside desde ahora en el uso efectivo de los recursos recogidos y la coordinación de los diferentes actores implicados en la reconstrucción del país.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

En el transcurso de los últimos decenios, en Haití acontecieron varias catástrofes naturales de gran amplitud, provocadas en gran medida por la combinación tanto de fenómenos hidrológicos como meteorológicos. Entre las más recientes, se puede destacar el ciclón Jeanne que causó la muerte de varios miles de personas en el 2004, sobre todo en la región de Gonaïves, ciudad situada a 150 kilómetros al Norte de Puerto Príncipe. La misma zona fue devastada de nuevo por la sucesión de cuatro huracanes en agosto y septiembre de 2008, daño que ocasionó cerca de 800 víctimas mortales. Estos cataclismos habrían afectado a más de 800 000 personas y provocado pérdidas materiales considerables, evaluadas en más de mil millones de dólares.

El país también es el centro de una constante atención internacional ya que se le considera un Estado frágil, incluso en quiebra – failing State –, potencialmente desestabilizador para la región del Caribe. Las tensas relaciones entre Haití y su vecino dominicano, la cuestión migratoria se estima que la diáspora haitiana está compuesta por cerca de 2 millones de personas así como la ambiental, también constituyen preocupaciones recurrentes. Dentro de este marco, un alto nivel de permanente precariedad socio-económica, sumado a una ayuda internacional desigual y fluctuante, condujeron a varios proveedores de fondos a reconocer el fracaso de sus programas de Desarrollo. Con el fin de intentar remediarlo, los actores bilaterales y multilaterales se reunieron en varias ocasiones para coordinar sus estrategias ya sea en las crisis políticas el golpe de Estado militar perpetrado en 1990 y la expulsión del Presidente Jean-Bertrand Aristide en el 2004 o durante los desastres naturales. De esta manera, una conferencia de donantes tuvo lugar el 14 de abril de 2009 en Washington, poco tiempo después del paso de los huracanes y los motines del hambre de 2008.

Marco teórico

1. Diplomacia de las catástrofes. A lo largo de la historia, los desastres naturales o tecnológicos de gran amplitud, han sido objeto de importantes movilizaciones de la solidaridad internacional. En este caso, parece que los Estados y las Organizaciones Interestatales intervienen cada vez más en este ámbito de acción, que da una mayor visibilidad a sus intervenciones incluso una puesta en escena frente a la sucesión de desastres cada vez más mediáticos.
2. Racionalización de los dispositivos de ayuda. La reconstrucción de Haití reanimó numerosos debates sobre las buenas prácticas de los socios bilaterales y multilaterales. Al respecto, las instituciones e instrumentos puestos en marcha tienden a volverse más complejos, con el fin de tratar problemáticas políticas, que en estas circunstancias son calificadas de problemas técnicos, como la coordinación o la eficacia de los programas.

Análisis

Algunos actores, como las ONG locales e internacionales, criticaron la omnipresencia de los Estados Unidos tanto en el terreno cerca de 20 000 militares norteamericanos fueron desplegados en Haití como en las negociaciones diplomáticas. El emplazamiento de la conferencia internacional y el papel jugado por la pareja Clinton, ilustran por ejemplo ésta implicación, aunque el ex–Presidente Clinton interviniera como enviado especial de las Naciones Unidas en Haití – posición que ocupa desde mayo de 2009, después de haber sido un actor clave de la reconstrucción del sureste asiático golpeado por el tsunami de 2004. De esta manera, la Secretaria de Estado norteamericana presidió todas las sesiones sucesivas –  conjuntamente con el Presidente René Préval y el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. La tutela norteamericana suscitó entonces críticas vehementes, como señala el New York Times, según el cual, un diplomático europeo habría irónicamente hecho referencia al Bill and Hillary Show. Además, el gobierno haitiano se inquietaría de poder ser mantenido al margen de los proyectos que el Departamento de Estado pondría en marcha unilateralmente.

Por otro lado, la preparación de la conferencia revela contradicciones en la diplomacia europea. En efecto, la Unión Europea (UE) realizó la contribución más importante para la reconstrucción, al rededor de 1,6 mil millones de dólares, de los cuales 243 millones fueron donados por Francia. Esta cifra es netamente superior a las ayudas norteamericana (1,15 mil millones de dólares) y canadiense (390 millones de dólares), sin que ésta se traduzca en beneficios políticos. Sobre este tema, es conveniente recordar que Catherine Ashton Alto Representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores fue muy criticada por no haber viajado a Haití inmediatamente después del seísmo, contrariamente a su homóloga norteamericana, Hillary Clinton. El 19 de enero, Michèle Striffler, Diputada europea y Representante permanente para la Ayuda Humanitaria, lamentaba la poca visibilidad de la acción llevada a cabo por la UE en comparación con la ostentosa intervención de los Estados Unidos. Por otro lado, Ashton, desprestigiada por su falta de experiencia diplomática, tuvo que hacer frente a la competencia de la presidencia española de la Unión, muy activa en Haití. Igualmente, tuvo que adaptarse a los anuncios unilaterales de ciertos Estados miembros, como el de Francia, que propuso desde el 14 de enero el establecimiento de la conferencia internacional. Esa impresión de división y disonancia se ha podido percibir especialmente, cuando a finales del mes de enero de 2010, se quiso enviar a varios centenares de policías para reforzar la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). Además, si Francia, Italia, España y los Países Bajos aceptaron suministrar personal, Alemania y el Reino Unido por el contrario, rechazaron formar parte de la operación. Es necesario a pesar de todo matizar estos disfuncionamientos, en la medida en que Haití no representa el mismo interés para la UE, como para aquellos países que concentran una fuerte diáspora haitiana, como es el caso de los Estados Unidos y también de Canadá.

De manera general, esta conferencia internacional estuvo marcada por el deseo de hacer un buen uso de la ayuda, respetando los principios de eficacia, coordinación y transparencia. Por su parte, el Estado damnificado fue colocado de nuevo en el centro del dispositivo, lo que hasta ahora había sido reclamado en vano por los sucesivos gobiernos haitianos. Sin embargo, esta orientación tiende a invertir la lógica que consistía desde mediados de los años ochenta en canalizar los fondos de asistencia a través de las ONG, con el fin de eludir a un actor estatal considerado corrupto e incompetente. Al respecto, esto permitía igualmente ejercer presiones sobre los gobiernos recalcitrantes, tal como ocurrió con el embargo decidido por los Estados Unidos en 1991, después del golpe de Estado contra el presidente Aristide, impidiendo toda asistencia. La apertura hacia los interlocutores haitianos permanece sin embargo limitada y marcada por la desconfianza. La nueva Comisión Interina para la Reconstrucción – Interim Haiti Recovery Commission – estará ciertamente copresidida por el Primer Ministro haitiano, Jean-Max Bellerive, pero también por el enviado especial de las Naciones Unidas, Bill Clinton. Eso sin contar con el hecho de que numerosas asociaciones locales se consideran excluidas del proceso. Finalmente, un fondo internacional, que agrupa las contribuciones de numerosos socios, estará directamente administrado por el Banco Mundial. Esta futura coordinación se presenta como la llave maestra de una buena gobernanza aplicada al dispositivo de ayuda. Pero en el caso que nos concierne, está claro que la racionalización busca contrarrestar la heterogeneidad de la acción pública internacional que ya se está poniendo en práctica. Estas iniciativas corren sin embargo el riesgo de chocar con las realidades de su puesta en marcha y, más aún, con la competencia existente entre los diferentes actores internacionales.

Referencias

Buss Terry, Gardner Adam, Haiti in the Balance: Why Foreign Aid Has Failed and What We Can Do About It, Washington D.C., Brookings Institution, 2008.
MacFarquhar Neil, “Haiti Frets Over Aid and Control of Rebuilding”, The New York Times, March 31, 2010.
Maguire Robert, “Haiti: Towards and Beyond the Donors´ Conference”, USIP (United States Institute of Peace) Peace Brief, USIP, (17), April 8, 2010.

PAC 19 – La estatalización de la acción humanitaria La problemática de los actores no-gubernamentales después del seismo en Haití

Por Philippe Ryfman

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°19

Con una magnitud de entre 7,0 y 7,3, el seismo ocurrido en Haití el 12 de enero de 2010 se presenta como uno de los más importantes de los últimos veinticinco años. El coste humano se eleva como mínimo a 230 000 muertos, 300 000 heridos y 1,2 millones de desalojados en la capital y ciudades vecinas. Además, se cuentan 750 000 desplazados en las provincias. En cuánto a la destrucción material, ésta alcanzaría el 120% del PIB anual. Ante una catástrofe de tal magnitud, el despliegue en la isla de las agencias humanitarias, fue masivo. Sin embargo, hubo que tener en cuenta la saturación del aeropuerto de Puerto Príncipe, el bloqueo del puerto, la destrucción de las infraestructuras centrales y las intervenciones de una administración poco eficaz.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

El sistema internacional de ayuda humanitaria se caracteriza desde los años noventa, por una gran diversidad de actores entre los que se encuentran las ONG, el Movimiento de la Cruz Roja, las agencias de las Naciones Unidas y los Estados.

Contrariamente a las ideas preconcebidas, una catástrofe natural siempre incluye una dimensión eminentemente política. Ésta pone en evidencia la mayor o menor capacidad de un país para enfrentarse a ella, ya sea a través del aparato estatal o la sociedad civil. El temblor de tierra del 27 de febrero de 2010 en Chile, lo demuestra a contrario. En le ámbito regional, en el caso haitiano mencionaremos el considerable esfuerzo realizado por la República Dominicana, respecto al tradicional mal estado de las relaciones entre los dos países. Recordemos también el papel jugado por Brasil, que contrasta con la casi ausencia de México, sin embargo más próximo geográficamente. Por último, en la combinación de lo regional y lo internacional, la intervención masiva de los Estados Unidos permanecerá como el elemento central. No obstante, el posicionamiento de algunas partes implicadas en el sistema de ayuda, el contexto y el desarrollo de la crisis misma, conllevan al riesgo de que la acción humanitaria conozca una reconfiguración en el futuro.

Marco teórico

1. Los actores transnacionales privados – las ONG y el Movimiento de la Cruz Roja – o públicos las agencias de las Naciones Unidas, la Unión Europea ocupan desde hace tiempo una posición preeminente en el ámbito humanitario. Después del tsunami de diciembre de 2004, y a pesar de las interacciones y asociaciones habituales, la idea de una coordinación reforzada y racional entre los diferentes actores humanitarios se ha impuesto progresivamente. Esta medida permitiría en efecto, una mejor estimación de las respuestas de ayuda, al mismo tiempo que evitaría una duplicación de las intervenciones, maximizando de esta manera el óptimo funcionamiento de la red.
2. Esta premisa de una gobernanza mundial humanitaria se realizó con el auspicio de la Organización de Naciones Unidas, encargada de dirigir el conjunto del dispositivo internacional.

Análisis

Desde el 2005, se promovió en primer lugar una reconfiguración por sectores claves o clusters correspondientes a grandes ámbitos operacionales o transversales. A continuación, un segundo impulso se concentró en la reorganización de la financiación, con la creación de una estructura financiera, el CERF (Central Emergency Response Fund) cuyo objetivo es el de reemplazar los sistemas de solicitud de fondos, característicos de cada agencia de las Naciones Unidas. Por otro lado, la Secretaría General – junto a su Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) tiene vocación de supervisar todo el sistema.

En Haití, a pesar de todo, estos mecanismos de coordinación tuvieron serias deficiencias, como admitió el Secretario General adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, John Holmes. Por otro lado, dichos mecanismos tuvieron competidores, incluso fueron suplantados por la acción humanitaria de Estado, principalmente la de Estados Unidos. Sobre todo, si tenemos en cuenta que ésta última se desplegó principalmente alrededor de un eje militar-humanitario. No obstante, esta decisión norteamericana nos parece preocupante. En primer lugar, porque esta fórmula ya se probó a comienzos de los años noventa y fue rápidamente abandonada por razones prácticas. Una serie de fracasos desde Somalia hasta Ruanda demostraron su ineficacia. Pero también porque indujo a un cuestionamiento de los fundamentos y principios que rigen la acción humanitaria. Lo que subsistió de esta estrategia especialmente desde el 2001, los Provincial Reconstruction Teams (PRT) en Afganistán, confirmó su carácter discutible. En segundo lugar, esta presencia militar-humanitaria no es aquella del caballero blanco que desembarca en un territorio carente de toda ayuda. En efecto, incluso antes de su despliegue, las ONG haitianas o internacionales como Médicos Sin Fronteras (MSF), Acción contra el Hambre (ACF) y CARE ya habían socorrido a la población en el marco del CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) y varias Cruz Rojas nacionales. La única rama francesa de MSF (Médicos sin fronteras), desplegó en unos cuantos días en Haití por ejemplo, cuatros hospitales en containers y estructuras inflables, y desde enero, se han atendido a varios miles de heridos. En cuanto a ACF, ésta brinda asistencia diaria a 100 000 personas gracias a sus programas de Agua-Saneamiento-Higiene (WASH). Finalmente, Solidarités, Oxfam, CARE, la Cruz Roja francesa y diversas agencias de las Naciones Unidas jugaron y juegan aún hoy en día un papel clave en el ámbito de los desalojados y desplazados.

La rapidez con la que los Estados discutieron la reconstrucción en el ámbito internacional durante la Conferencia de Nueva York del 31 de marzo de 2010 parece acreditar la idea de que la crisis humanitaria habría llegado a su fin. Pero dicha crisis continúa ya que el contexto de post-urgencia no puede limitarse a simples factores técnicos la cantidad de desalojados, heridos, desplazados internos hacia otras ciudades o el campo, edificios destruídos ni tampoco a una duración de algunas semanas. La crisis va a durar varios meses, incluso uno o dos años. Las necesidades humanitarias a corto plazo siguen siendo considerables y actualmente la prioridad consiste en preveer y asignar un presupuesto a las financiaciones, así como a los Recursos Humanos y materiales que permitan enfrentarlas. Existe entonces un peligro real al observar el período de lluvias, tormentas tropicales y ciclones como factores agravantes. Esto significa que la reconstrucción de Haití supone que toda la población civil se implique en ello, a través de las ONG pero también de las asociaciones de la diáspora, tanto como de las sociedades civiles de los socios internacionales.

Este temblor de tierra, finalmente, ha puesto en evidencia un tema que durante mucho tiempo ha sido subestimado y que debería de ahora en adelante figurar en la agenda internacional. En un planeta cada vez más urbanizado y poblado 25 ciudades de más de 10 millones de habitantes en 2025, entre las cuales 10 tendrán más de 20 millones de habitantes este tipo de catástrofe provocará en los próximos decenios pérdidas humanas y materiales considerables, particularmente en los países pobres. Al respecto, Haití demostró que una población, cuanto más viva en situación de precariedad, más aumenta automáticamente su vulnerabilidad a las catástrofes. Como consecuencia, la problemática de la coordinación entre todos los actores se impone con mayor intensidad. No obstante, si el dispositivo de gobernanza mundial humanitaria pasara ser de facto bajo la tutela de los Estados, el rol-eje de los actores no-gubernamentales y las agencias de las Naciones Unidas se vería cuestionado. El nivel óptimo de auxilio y asistencia a las víctimas podría verse subordinado a consideraciones políticas, con un eventual riesgo de malversación y una drástica disminución de la ayuda.

Referencias

Action Aid, The Evolving UN Cluster Approach in the Aftermath of the Pakistan Earthquake : An NGO Perspective, Londres, Action Aid International, 2006.
Adinolfi Costanza, Bassiouni David, Lauritzsen Halvor, Williams Roy, Humanitarian Response Review, OCHA, New York, Geneva, 2005.
Chevallier Éric, « Politique et catastrophes naturelles », Questions internationales, Paris, La documentation française, 2006.
FICR, Rapport sur les catastrophes dans le monde, Genève, HCR, 2009.
Makki Sami, Militarisation de l´humanitaire, privatisation du militaire, Paris, CIRPES, Coll. Cahiers, 2004.
Ryfman Philippe, Une Histoire de l´humanitaire, Paris, La Découverte, 2008. Coll. Repères.

PAC 18 – La inversión digital en los Derechos del Hombre El rechazo de la multinacional Google frente a la censura china

Por Alexandre Bohas

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°18

La empresa Google anunció en enero de 2010 que ya no censuraría más sus propios contenidos, como lo había hecho hasta ahora, a petición del gobierno chino. Pero implicada en una lucha de fuerzas, ahora se arriesga a tener que renunciar a éste mercado.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

Las industrias de la informática y las telecomunicaciones son inducidas a colaborar con los poderes públicos, que esperan obtener informaciones sobre las acciones ilegales perpetradas en la red. No obstante, y contrariamente a competidores como Yahoo!, la empresa Google siempre se ha mostrado muy reacia a suministrar estas informaciones. Rechazó incluso cooperar con el Ministerio norteamericano de Justicia, con respecto a varios casos de pornografía. Por esta razón, muchos observadores se sorprendieron cuando sus dirigentes aceptaron, en el 2006, las restricciones impuestas por Pekín. Sin embargo, hace poco Google decidió no someterse más.

Es necesario señalar que el sector de Internet crece en China siguiendo un ritmo anual del 40% y reúne 340 millones de usuarios, hasta el punto de convertirse en el primer mercado mundial. Como reacción a este desarrollo excepcional, el régimen comunista instauró como lo hicieron Siria, Arabia Saudita e Irán instrumentos jurídicos y policíacos destinados a su control. No menos de 30 000 personas verifican la aplicación de los sesenta (60) reglamentos que componen la legislación de ésta área: el dispositivo escudo dorado que bloquea los portales no deseados desde 1998. Al respecto, un equipo de investigadores de Harvard estableció que 18 931 portales eran inaccesibles por razones políticas. Además, las autoridades siguen defendiendo en este ámbito un proteccionismo disimulado. En efecto, a semejanza de otros inversionistas extranjeros, Google fue una víctima regular de los ciber-ataques a sus sistemas informáticos, y se vio obligada a enfrentar acusaciones sin fundamento, como que este motor de búsqueda favorecería la difusión de contenidos pornográficos.

Marco teórico

1. La oposición hegemónica al soft power norteamericano. Al censurar masivamente el acceso y la expresión digital, el gobierno chino quiere seleccionar la forma de vida y las representaciones colectivas divulgadas por las compañías multinacionales. Estos saberes engendran problemáticas de poder que Joseph Nye subestimó, al designarlos con la expresión de soft power. A través de la influencia que ejercen en las sociedades extranjeras, estos saberes son, al contrario, el origen del poder estructural de los Estados Unidos. Esta dimensión cultural permite explicar las tensiones actuales entre Google y China, contradiciendo las teorías clásicas de Robert Gilpin, John Mearsheimer y/o Robert Keohane entre otros que limitan sus análisis a cuestiones económicas y militares.
2. La creciente pluralidad político-económica de la esfera internacional. Para no reducir este conflicto a las relaciones interestatales, resulta entonces más conveniente analizar el caos de las cuestiones mundiales en toda su complejidad: a) en el marco de las relaciones Estados/compañías, como lo abordó Susan Strange; b) teniendo en cuenta la creciente pluralidad de las actividades económicas, culturales y políticas, como lo afirmó Philip Cerny. Siendo una consecuencia de la globalización, la pluralidad conlleva a la construcción de una esfera mundial atravesada por una diversidad en aumento, de actores con discursos diferentes, incluso opuestos. De esta manera, se entiende que los objetivos de rentabilidad y de supremacía comercial puedan conducir a Google a movilizar la opinión pública en favor de ciertos ideales políticos.

Análisis

El gobierno chino considera Internet como un medio de comunicación peligroso, porque a nivel mundial funciona en red y sin autoridad determinada. Tras construir un espacio de expresión política, la red se establece de facto como un espacio público sin control y potencialmente peligroso para el poder establecido. Pero al mismo tiempo, como medio de comunicación, Internet encierra gran cantidad de información sobre los oponentes al Partido Comunista. Hay que señalar que como motor de búsqueda y proveedor de servicios en la red, Google fundamenta su éxito comercial en la confianza que le atribuyen los usuarios y su capacidad para tramitarles informaciones de todo tipo. Por otro lado, la cultura anglosajona, basada en el respeto de las libertades individuales, inspira su funcionamiento, porque cada individuo puede comunicarse libremente, interactuar e intercambiar con cualquier otro. Para los dirigentes, la apropiación de esta herramienta por parte del pueblo chino podría favorecer comportamientos subversivos, aptos para desarrollar la libre expresión y el desequilibrio del régimen. Tales elementos se presentan difícilmente conciliables con el carácter autoritario de la República Popular.

Por otro lado, las acciones restrictivas de los poderes públicos, sacan a la luz la profunda oposición del sistema internacional, dominado por los Estados Unidos. En efecto, la RPC (República Popular China) se confirma como un rising challenger (una potencia emergente), retomando la expresión de Robert Gilpin en su análisis sobre los conflictos hegemónicos. Gracias a su prosperidad, la RPC se erige cómo un modelo original de desarrollo capitalista. Mientras que Washington celebra la sociedad de libre mercado, cimentada en la propiedad privada y los derechos individuales, el Imperio del Medio propone, por su parte, una organización social bastante jerarquizada y autoritaria, dónde el Estado juega un papel principal. Ciertamente, éste último se adaptó al capitalismo mundial, pero a pesar de todo continúa rechazando la evolución socio-política de carácter occidental.

Este nuevo incidente entre el poder central y Google se da en una configuración económica en la que la compañía se encuentra muy lejos de su rival Baidu, ya que a pesar de sus 600 millones de dólares de ingresos anuales, el operador norteamericano sólo posee el 31% del mercado. Mientras que por el contrario, su oponente chino alcanza el 63%, desarrollando sus ingresos a un ritmo del 39% anual. El atraso de la empresa norteamericana es entonces considerable. Pero también, dentro de este contexto, su decisión de no censurar más sus contenidos le confiere a la vez una gran legitimidad y un vasto capital mediático, erigiéndose como el defensor de los internautas y sus libertades. A este valor simbólico, se le suma una ventaja en la competencia, ya que las informaciones censuradas se encuentran únicamente en su portal, lo que aumenta el uso de este motor. Finalmente, este lucha de fuerzas demuestra en qué medida el Derecho a la información y las libertades públicas están instrumentalizados por un actor no-estatal, en el marco de la configuración Estados/compañías.

Cualquiera que sea el desenlace de este conflicto, las tensiones observadas destapan una contradicción en las tesis evolucionistas que apuntan a la lógica de la transición democrática, que creen percibir en la apertura económica china, un primer paso hacia la democratización del régimen. Al contrario, China promueve otro modelo socio-político, diferente al de Occidente, lo que le convierte en un verdadero contrincante de la supremacía norteamericana.

Referencias

Gilpin Robert, War and Change in World Politics, Cambridge, Cambridge University Press, 1981.
Bohas Alexandre, « The Paradox of Anti-Americanism : Reflection on the Shallow Concept of Soft Power », Global Society, 20 (4), oct. 2006, pp. 395-414.
Cerny Philip G., Rethinking World Politics : A Theory of Transnational Neopluralism, Oxford, Oxford University Press, 2010.
Damm Jens, Thomas Simona (Eds.), Chinese Cyberspaces : Technological Changes and Political Effects, London, Routledge, 2006.
Hughes Christopher, Wacker Gudrun (Eds.), China and the Internet : Politics of the Digital Leap Forward, London, Routledge, 2003.
Nye Joseph, The Powers to lead, Oxford, Oxford University Press, 2008.
Strange Susan, Stopford John, Rival States, Rival Firms : Competition for World Market Shares, Cambridge, Cambridge University Press, 1991.
Zittrain Jonathan, Edelman Benjamin, « Empirical Analysis of Internet Filtering in China », Harvard Law School, 20 March 2003, disponible sur l´adresse internet : http://cyber.law.harvard.edu/filtering/china/.

PAC 17 – A la búsqueda de una globalización de la paridad 30 aniversario de la CEDAW

Por Armelle Le Bras-Chopard

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°17

Hace 30 años, el primero de marzo de 1980, los Estados se disponían a la firma de la Convention on the Elimination of Discrimination Against Women (CEDAW), adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979. Firmada por el 95% de los Estados miembros de la Organización de Naciones Unidas, esta Convención no fue sin embargo, ratificada por todos, y algunos de ellos emitieron ciertas reservas, colocando sus tradiciones por encima de las reglas del Derecho Internacional. Este documento se completó ulteriormente por el Protocolo adicional del 6 de octubre de 1999, documento que entró en vigor en el 2002 y que pretende ser más coercitivo.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

Desde que finalizó el siglo XIX, las mujeres se organizaron de manera transnacional y clamaron por la adopción de un tratado internacional sobre la igualdad de derechos entre los sexos. Bajo presión de sus asociaciones, la ONU estableció, en 1946, la llamada Comisión Intergubernamental de “coalición femenina”. El mandato de esta instancia se centraba en la elaboración de normas transnacionales que después la CEDAW contribuyó a institucionalizar.
Esta Convención tiene como objeto absorber el gender gap, luchando contra todas las formas de discriminación que afectan a la mujer. Se trata de restablecer la igualdad de derechos con los hombres en todos los ámbitos civil, cultural, económico, social, político gracias a la aplicación de sus disposiciones legislativas en el plano nacional.

Para continuar con su aplicación, un comité de veintitrés expertos independientes fue nombrado por las partes presentes en la Convención. Cada año, el comité presenta un informe a la Asamblea General de Naciones Unidas y examina los producidos por los Estados, cada cuatro años. Además, propone audiciones con éstos e invita a instituciones especiales, tanto como a las ONG más activas. En último lugar, la Convención concluye estos análisis emitiendo propuestas y recomendaciones. Sin embargo, es imposible evitar de manera directa las violaciones de este instrumento jurídico, acontecidas en territorio estatal. A pesar de todo, una mejora del nivel de control fue impulsada por el Protocolo adicional, ya que éste prevé la trasmisión de requerimientos individuales y/o colectivos.

Marco teórico

1. Los Derechos Humanos. La Convención reconoce por primera vez la discriminación en contra de la mujer como una violación a los Derechos Humanos. En efecto, el marco de referencia anterior Carta Magna de las Naciones Unidas, Declaración Universal de Derechos del Hombre se mostró demasiado restringido y general. Además de una igualdad real entre los sexos, que la CEDAW pretende promover, también se da mayor importancia a la decisión sobre la reproducción. Pero, antes que todo, se trata de una cuestión de equidad y justicia, cuyos progresos beneficiarán a toda la Humanidad.
2. El Desarrollo. La Convención tiene una dimensión a la vez democrática, económica y social. La posición que las mujeres ocupan en la sociedad constituye para el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) un parámetro del IDH (Índice de Desarrollo Humano). La creciente autonomía de las mujeres en particular su escolarización y educación representa la condición necesaria para la reducción de la pobreza, y es hoy en día el primer objetivo de la AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo). La igualdad profesional efectiva que aún se encuentra lejos de ser realizada en los países del Norte constituye uno de los indicadores de crecimiento y modernidad. La problemática también es democrática ya que la implicación de las mujeres en los espacios dónde se produce la toma de decisión, tiene la utilidad de marcar el nivel de desarrollo o empowerment, apoderamiento. Este proceso, indispensable para la cohesión social, permite entonces pasar del escalafón estatal-nacional al de las organizaciones locales, lo que facilita una mejor integración de los dos sexos en torno a valores y objetivos comunes.

Análisis

Al contrario de otras grandes convenciones que detallan los Derechos Humanos, como la de los Derechos del Niño, la CEDAW continúa siendo desconocida. En efecto, a pesar de haber sido firmada por casi todos los Estados a excepción de Somalia, Sudán e Irán su aplicación se enfrenta aún hoy en dia a varias dificultades. Debido a la oposición cristiana hostil al reconocimiento y garantía de los derechos de procreación los Estados Unidos, por ejemplo, no la ratificaron. En cuánto a los otros, recurrieron a reservas que limitan sustancialmente el alcance el texto, de tal manera que rechazan la inclusión de los artículos más coercitivos en su legislación nacional. Así, Malasia tildó ciertas disposiciones de contrarias a la ley islámica, mientras que Algeria invocó, por su parte, una violación a su soberanía. Dentro de esta misma lógica, el Artículo 15 relativo a la igualdad entre hombres y mujeres frente a la ley y la libertad de circulación es aplicado en Nigeria únicamente para aquellas mujeres solteras. Pero el punto más debatido concierne sobre todo la igualdad de sexos en el matrimonio y el conjunto de relaciones familiares autoridad parental, derecho de propiedad y edad mínima para el matrimonio sobre los que la mitad de los Estados emitieron sus reservas, principalmente en el Medio Oriente y Magreb, en nombre de la superioridad de la charia. Finalmente, si el Protocolo adicional se muestra ciertamente más coercitivo que la CEDAW, aún es opcional para los Estados miembros de la Convención. No obstante, éste último representa un avance considerable ya que favorece el paso de mecanismos estrictamente jurisdiccionales, hacia dispositivos directamente operacionales sobre el terreno. Dentro de este marco, los miembros del Comité, tras una protesta, impulsaron una investigación en México respecto a los secuestros y asesinatos de mujeres en Ciudad Juarez que ponía en evidencia la perennidad de las violencias cometidas en contra de la mujer en esta región.

De manera general, la Convención es utilizada por los grupos de mujeres para presionar a los gobiernos con el fin de mejorar la posición de la mujer en sus respectivos países. En lo que a esto concierne, recordemos que Guinea que ratificó la CEDAW en 1982 votó en el 2006 a favor de una ley que castiga con medida de encarcelamiento a toda persona que practique mutilaciones genitales. De la misma manera, Egipto apoyó una campaña de alfabetización para niñas, para reducir entre 1986 y 1996 su analfabetismo en un 11%.

A pesar de las resistencias encontradas, la CEDAW es un instrumento importante para favorecer los avances en la causa femenina a nivel internacional, aunque una globalización de la paridad es todavía una utopía. Hoy en día, las ONG y todos los movimientos de asociaciones se activan para recalcar principalmente la lucha contra los estereotipos, cuya próxima etapa consiste en modificar los comportamientos y promover una cultura igualitaria entre los sexos, es decir, modificar en profundidad la organización de las sociedades civiles.

Referencias

Falquet Jules, De Gré ou de force. Les femmes dans la mondialisation, Paris, La Dispute, 2008.
Hirata Helena, « Femmes et mondialisation », in : Maruani Margaret (Ed.), Femmes, genre et société, l´état des savoirs, Paris, La Découverte, 2005.
Sénac-Slawinski Réjane, L´Ordre sexué. La perception des inégalités femmes-hommes, Paris, PUF, 2007.
Women Watch, página Web de la ONU: http://www.un.org/womenwatch/

PAC 16 – Una política exterior entre innovación y procrastinación La cumbre de la Unión Europea del 11 de febrero de 2010

Por Elsa Tulmets

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°16

Después del fracaso que supuso la conferencia de Copenhague sobre el clima de diciembre del 2009, el nuevo Presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, convocó a los representantes de los Estados miembros de la UE (Unión Europea) a una cumbre extraordinaria sobre la reactivación de la economía, el 11 de febrero de 2010. En esta ocasión se trataba del primer evento mediático de la Unión regida por el Tratado de Lisboa. Pero a pesar de algunas novedades, las relaciones exteriores no retuvieron la atención general. Escasamente considerada en los tratados, la política exterior de la Unión parece destinada a permanecer en segundo plano.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

Desde que finalizó la Guerra fría, la UE debe constantemente actualizar su rol en un mundo multipolar en el que además es incapaz de reaccionar frente a las crisis, ni siquiera cuando éstas se presentan en sus inmediaciones (Península de los Balcanes). La Convención sobre el futuro de Europa del 2002 propuso simplificar los tratados y otorgarle a la UE el atributo de sujeto del Derecho Internacional, planteando en este sentido avances en materia de política exterior. Después del rechazo del Tratado Constitucional del 2005, una versión mejorada adoptada el 13 de diciembre de 2007 en Lisboa entró finalmente en vigor, el primero de diciembre de 2009. Sin embargo, esta primera cumbre europea ignoró completamente las cuestiones internacionales, y prefirió centrarse en la ayuda a Grecia y el plan de reactivación – Europa 2020 – para el crecimiento y empleo.

Marco teórico

El acto de fortalecer una nueva autoridad aquella del Presidente de la UE – revela, entre líneas, las debilidades del soft power y los límites del spill over de la Unión.

1. El soft power. Cuando Joseph Nye forjaba este concepto, buscaba caracterizar el poder de atracción del que se benefician los Estados Unidos en el extranjero. También quería designar, su capacidad de influir en sus socios, a través de otros medios diferentes a la coerción. Fundamentado en la Economía, los recursos sociales y culturales, este concepto está pensado para oponerse al hard power, de índole militar.
Por su parte para imponerse a nivel internacional, la UE apuesta principalmente por la proyección de sus políticas mejor integradas (el mercado interno) y la atracción que ejerce la zona euro. De esta manera, el enunciado mismo de soft power fue utilizado en los recientes discursos políticos de la UE, con el fin de legitimar la estrategia de ampliación hacia el Este. Al respecto, las negociaciones de adhesión que se encuentran en curso reiteran este punto de vista que también fue adaptado a la PEV (Política Europea de Vecindad), destinada desde el 2004 a los países del Sur y Este de la UE extendida.

2. El spill over. Esta expresión conceptualizada por David Mitrany ha sido retomada por los teóricos de la integración europea. En este caso, ésta hace referencia a la estrecha cooperación existente entre sectores con intereses comunes, en apariencia no políticos, como la agricultura y los transportes. En segundo lugar traduce un proceso de difusión hacia áreas más abiertamente políticas. Dentro de esta misma lógica, la creación de la moneda única el euro depende de la negación por parte de los Estados, de una de sus prerrogativas más exclusivas, símbolo por excelencia de su soberanía. El spill over de un sector hacia otro conlleva a una mejor integración en el ámbito de la política exterior. Por ejemplo, la política comercial común se creó gracias a la formación del mercado interno. En cuanto a los medios puestos a disposición para la prevención de crisis, éstos provienen, en parte, del espacio Schengen. Ciertamente, la cumbre europea del 11 de febrero refleja los estrechos vínculos establecidos entre estas diversas acciones de la UE, a la vez que pone de manifiesto la falta de coherencia.

Análisis

1. Proteger el soft power europeo. En tiempos de crisis, la UE se dispone a conservar su credibilidad internacional y proteger esencialmente su soft power, a través de la puesta en relieve de sus conocimientos institucionales y económicos. El Tratado de Lisboa apostó por atribuir un número de teléfono a la UE, para responder al célebre desafío propuesto por el ex Secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger. En virtud de este Tratado, el Presidente del Consejo Europeo Herman Van Rompuy, titular del nuevo cargo creado siguiendo el principio de presidencias rotativas pudo organizar esta cumbre: « si el desarrollo internacional lo exige, el Presidente del Consejo Europeo puede convocarlo a una reunión extraordinaria, con el fin de definir los lineamientos estratégicos de la política de la Unión frente a este desarrollo » (Art. 26 de la versión consolidada del Tratado sobre la Unión Europea). Si bien este acuerdo le asigna a la Unión ciertas funciones esenciales, no prevee ninguna distribución funcional capaz de mejorar su propia visibilidad. A este respecto, el nuevo Presidente debe trabajar con el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (Art. 15) – cargo ocupado por Catherine Ashton, muy criticada en el exterior, mientras que el servicio diplomático, recién instituido, todavía representa una estructura muy poco funcional. Los jefes de Estado y Gobierno conservan, por otra parte, un poder significativo ya que el Consejo Europeo « identifica los intereses estratégicos de la Unión, fija los objetivos, define y pone en marcha las orientaciones generales de la política exterior y seguridad común » (Art. 15).

Desde que la crisis se volvió global en 2008, la crisis financiera también pone de manifiesto los fallos del soft power económico de la UE. De esta manera, la prioridad concedida a la zona euro y al mercado del empleo expresa la incapacidad de los Estados europeos para hacer frente por sí mismos, a las fuerzas de un mercado mundial no regulado. Pero si la eurozona se debilita, un spill over negativo amenaza con desestabilizar el mercado interno y la capacidad de acción exterior de la UE. En consecuencia, ésta última tiene que afrontar los desafíos de su funcionamiento interno, antes de poder expresarse como un único actor.

2. Francia y Alemania, motor activo del spill over europeo. En el proceso de construcción europeo, el tándem franco-alemán ofreció durante mucho tiempo, el mejor recurso para elaborar un consenso político. Pero la cumbre del 11 de febrero ha puesto en evidencia la incapacidad de estos dos países fundadores para producir compromisos europeos. Tratándose por ejemplo, del crecimiento y empleo, los dispositivos puestos en marcha no favorecieron la unanimidad entre los veintisiete Estados miembros. De la misma manera, a pesar de que Francia y Alemania han pedido la creación de un gobierno económico para la UE, esta idea nunca se ha tenido en cuenta. Por último, la importancia que dieron a la acción exterior, ha influido poco en la agenda europea.

Desde entonces, la cooperación franco-alemana se muestra incapaz de volver a promover la integración política, para reforzar la UE a nivel internacional. Sin duda alguna, esto se debe a las líneas de división en la esfera internacional, que han cambiado desde que finalizó la Guerra fría y comenzó la expansión hacia el Este. Efectivamente, éstas se desplazaron y se instalaron, no entre la “antigua” y la “nueva Europa” cómo piensan algunos conservadores norteamericanos, sino en clivajes políticos. Actualmente se observa que a las divergencias sobre la mecánica institucional de la construcción europea dimensión interestatal o federal se suman profundos desacuerdos sobre las relaciones que han de establecerse entre lo económico y político.

Referencias

Laïdi Zaki, La Norme sans la force : l´énigme de la puissance européenne, París, Presses de Sciences Po, 2005.
Mitrany David, A Working Peace System, Londres, Royal Institute of International Affairs, 1943.
Nye Joseph, « Soft Power and American Foreign Policy », Political Science Quarterly, 119(2), 2004, Págs. 255-270.
Tulmets Elsa, « A `Soft Power´ with Civilian Means : Can the EU Bridge its Capability-Expectations Gap in the ENP ? », in : Delcour Laura, Tulmets Elsa (Ed.), Pioneer Europe ? Testing European Foreign Policy in the Neighbourhood, Baden-Baden, Nomos, 2008, Págs. 133-158.

PAC 15 – Un multilateralismo sin restricciones Los compromisos de los Estados en el marco de Copenhague

Por Simon Uzenat
Traducción: Maria Elisa Alonso, Julián Fernandez
Passage au crible n°15

Organizado bajo la égida de la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), las negociaciones tenían por objetivo conseguir un acuerdo jurídicamente vinculante durante la 15 CdP (Conferencia de las Partes), que se realizo en Copenhague del 7 al 19 de diciembre de 2009. Se trataba en este caso de prolongar y de intensificar los esfuerzos programados por el protocolo de Kyoto – que llega a término el 31 de diciembre de 2012 – y de establecer así el futuro régimen multilateral de regulación climática.

> Contexto histórico
> Marco teórico
> Análisis
> Referencias

Contexto histórico

En diciembre de 1997, los delegados en la trigésima CdP se pusieron de acuerdo en Kyoto sobre un protocolo – formalmente entrado en vigor en 2005 – que comprometía a los países industrializados, mencionados en el Anexo I, a reducir de aquí al 2012 sus emisiones globales de GDI (Gas de Efecto Invernadero) en una media de 5,2% por debajo de sus niveles de 1990. Además, este acuerdo organizaba un sistema internacional de verificación y preveía la instauración de mecanismos de sanción. Las discusiones llevadas a cabo en el marco de la conferencia de Bali en diciembre de 2007 (CdP 13) han acabado por otra parte en la adopción del PAB (Plan de acción de Bali) como en un proceso bienal – la Hoja de ruta de Bali – que fijaba una fecha tope para la terminación de las negociaciones durante la CdP15 en Copenhague.

Al respecto, la orientación dada obedecía a un enfoque supranacional, marcado por la fuerza de un peritaje transnacional (GIECC), la legitimidad del sistema de la ONU y la unidad europea. Hasta el punto de que la administración Clinton firma el protocolo de Kyoto, sin obtener posteriormente la rectificación del Congreso. Este tratado cuenta hoy en día con 189 partes; e incluso si los Estados-Unidos reconocen a partir de ahora el rol de los GEI sobre el clima y la salud, siempre rechaza la lógica de Kyoto exigiendo un objetivo global repartido entre los países, en proporción a sus responsabilidades pasadas y actuales. En cuanto a los países emergentes – de los que figuran en primera fila Brasil, China e India – y los PMA (Países Menos Avanzados), ante todo quieren hacer respectar su derecho al desarrollo. Para hacerlo, no dudan en utilizar las organizaciones internacionales para corregir las disparidades económicas, sociales y territoriales entre los países industrializados y los PED (Países en Desarrollo). En este caso, el Acuerdo de Copenhague aparecía principalmente como el producto de esa relación de fuerzas y registra la búsqueda de una redistribución mundial de la autoridad política.

Marco teórico

La conclusión de este acuerdo y los compromisos realizados por los Estados al 31 de enero de 2010, reenvían a dos conceptos estrechamente ligados.
1. El multilateralismo. Lejos de reducirse a la descripción de una nueva configuración interestatal, indica más bien la emergencia de una nueva gobernanza mundial, fragmentada e hibrida. Asociando actores privados y públicos, Estados y sociedades civiles, superponiendo lo micro y lo macro, este ultimo es el centro de investigaciones y discursos sobre una supuesta democratización de las relaciones internacionales. Sin embargo, parece que esta dinámica comprende varios procesos ambiguos y compromete, al respecto, visiones del mundo extremadamente heterogéneas. Así, el multilateralismo puede ser considerado, como un recurso ideológico y operacional a disposición de los actores internacionales.
2. Los BPM (Bienes Públicos Mundiales). Antes de representar un interés mayor en las relaciones internacionales, los BPM aparecen como el producto original de una construcción social cobra sentido en una visión integrada – incluso sacralizada – al desarrollo, tanto en el espacio que en el tiempo. Al respecto, un peritaje y un conocimiento transnacionalizados constituyen tanto una condición de posibilidad como las herramientas privilegiadas de evaluación de un proceso objetivo. No obstante, esta racionalidad contemporánea entra a veces violentamente en conflicto con los marcos históricos de soberanía pública y privada estrechamente circunscriptos.

Análisis

Un gran número de observadores estima que la cumbre de Copenhague no ha conducido nada más que a un acuerdo minimalista, sacrificando el interés general de la Humanidad. En efecto, rompe brutalmente con el espíritu de Kyoto. Desde luego, confirma el séptimo principio de la Declaración de Río (1992) relativo a las “responsabilidades compartidas y diferenciadas” de los Estados, sólo reconoce la proposición del GIECC de limitar el aumento de las temperaturas a 2°C. Además, no prevé ningún mecanismo internacional de verificación y de sanción. Hay que señalar que en diciembre de 2009 ningún país lo ha firmado y la Asamblea plenaria de la CMNUCC se ha contentado simplemente de tomar nota.

Sin embargo conviene dejar atrás esos enfoques normativos para delimitar mejor los principios de organización y las líneas maestras de una nueva gobernanza mundial – particularmente del medio ambiente – que todavía están vigentes. En general, el Acuerdo de Copenhague, que tiene lugar 16 meses después de la caída de Lehman Brothers, marca una etapa importante en la redefinición de las esferas públicas y privadas. En vez de estigmatizar el individualismo estado-nacional, convendría mejor analizar en que medida la crisis económica y financiera – y las nuevas relaciones que se establecieron entre organizaciones internacionales, sistemas bancarios y gubernamentales – ha acelerado la hibridación de los marcos de gobernanza y ha contribuido a volver más heterogéneos los intereses de actores cada vez más numerosos y competidores. Así, las estrategias de las negociaciones de los Estados expresan visiones del mundo más específicas y en consecuencia, difícilmente conciliables. Finalmente, la ausencia de transparencia durante las negociaciones de Copenhague – los países en desarrollo han sido apartados, mientras que las ONG no podían acceder al centro de conferencias – ha contribuido a crispar las posiciones de cada uno y a fragilizar las posiciones más ambiciosas.

Se trata más de la dificultad de establecer un régimen multilateral integrando todas las partes a las que concierne: las firmas, las colectividades locales o las ONG, que de la caída del sistema interestatal propuesto por la ONU que. Además, incluso si las reflexiones de la CMNUCC se fundaban sobre los trabajos del GIECC después de la 1 ª CdP en Berlín en 1995, la crisis de legitimidad de éste último, debilita considerablemente su autoridad. Por consiguiente la adopción de un instrumento jurídicamente vinculante y que se impone a todos los Estados sigue siendo inviable. Invirtiendo la lógica que había prevalecido en Kyoto – y extraer lecciones de su fracaso ya que ni siquiera se alcanzó el objetivo del 5%–, el Acuerdo de Copenhague define un marco de cooperación fundado sobre la flexibilidad y el voluntarismo. Como lo evidencia la diversidad de compromisos asumidos por los Estados al respecto – transmitidos a la CMNUCC el 31 de enero de 2010 – que permite proyectar un descenso de 13,3% a 17,9% de las emisiones de los países industrializados para el 2020 con respecto a los niveles de 1990, muy lejos del 25 al 40% considerados como necesarios por el GIECC en su 4° reporte (2007). Europa también ha programado una disminución del 20% con respecto a 1990, los Estados-Unidos del 17% a 2005 (es decir, 4% con respecto a 1990), Rusia del 25% con respecto a 1990 (es decir, un alza de 13,5% con respecto a 2007), China una reducción de la intensidad de carbono del 45% con respecto a 2005 y de la India del 24%.

El multilateralismo debe ser ante todo entendido como una nueva vía de oportunidades y de expresión de estrategias individuales. A este respecto, la cumbre de Copenhague establece una nueva arquitectura de la escena mundial y el Acuerdo, un dispositivo mundializado de consentimiento.

Referencias

Kaul Inge, Grunberg Isabelle, Stern Marc (Ed.), Global Public Goods. International Cooperation in the 21st Century, New York, Oxford University Press, 1999.
Keohane Robert O. (Ed.), International Institutions and State Power, Boulder, Westview Press, 1989.
Kindleberger Charles P., The International Economic Order. Essays on Financial Crisis and International Public Goods, Berkeley, University of California Press, 1986.
Knight Andy, A Changing United Nations: Multilateral Evolution and the Quest for Global Governance, New York, Palgrave, 2000.
Petiteville Franck, Le Multilatéralisme, Paris, Montchrestien, 2009.

PAC 14 – La salud pública en la época del capitalismo filantrópico La inversión en los PVD por parte de la Fundación Gates

Por Clément Paule

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°14

Durante la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos, el 29 de enero de 2010, Bill y Melinda Gates anunciaron que su fundación financiaría la investigación, desarrollo y distribución de nuevas vacunas en los PVD (Países en Vía de Desarrollo) por un monto de 10 mil millones de dólares hasta el 2020. Según el ex presidente y director general de Microsoft, esta inversión debe permitir una considerable reducción de la mortandad infantil relacionada con las enfermedades infecciosas. De esta manera, el hombre más rico del mundo según la clasificación Forbes de 2009 provee contribuir a la mejora de la salud pública mundial, gracias a su fundación creada en 1999. La Fundación Bill & Melinda Gates se presenta en efecto como la primera organización filantrópica del planeta, ya que dispone de un capital de operaciones estimado, en septiembre de 2009, en 34 mil millones de dólares. En tan solo diez años, este actor privado se impuso a nivel internacional como un interventor mayor de las políticas sanitarias. Tanto es así, que sus contribuciones anuales en este ámbito que ya excedían los mil millones de dólares en el 2007 superan el presupuesto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y financiaciones bilaterales de muchos Estados.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

Este modelo de organización filantrópica, unido al patrimonio de un jefe de industria, se ha desarrollado particularmente en los Estados Unidos desde hace más de un siglo. Ciertas características de este país, como el papel jugado por el Estado, el sector asociativo no lucrativo – non-profit sector o third sector – y también la ética protestante son el pan de cada día. En efecto, el enriquecimiento masivo de una generación de empresarios norteamericanos a finales del siglo XIX permitió el surgimiento de estos actores privados. Tres organizaciones el – big three – encarnan esta primera etapa filantrópica: se trata de las fundaciones Carnegie, Rockefeller y Ford, fundadas respectivamente en 1911, 1913 y 1936. Éstas se diferencian de la caridad tradicional por su voluntad de racionalizar la donación y la amplitud de sus operaciones. Invirtiendo a través de subvenciones destinadas a la educación, el mantenimiento de la paz o la medicina, estas fundaciones rápidamente conocieron una difusión mundial. Acusadas al principio de favorecer la evasión fiscal, las fundaciones también fueron inculpadas de propagar el imperialismo cultural de los Estados Unidos. Al respecto, las investigaciones llevadas a cabo sobre el big three demostraron, entre otras cosas, la influencia de sus miembros en la política exterior de los Estados Unidos. Hoy en día, las fundaciones perduran e incluso, han aumentado sus fondos de operaciones; en 2008, la Fundación Ford disponía, por ejemplo, de más de 11 mil millones de dólares.

A pesar de que esta primera filantropía supo adaptarse a las evoluciones del siglo XX, actualmente se encuentra aventajada por otra generación de fundaciones privadas. Éstas emanan de una aristocracia financiera de formación reciente, compuesta de empresarios que aprovecharon las nuevas tecnologías y la falta de regulación de los mercados: Bill Gates, la familia Walton o Eli Broad son los modelos más emblemáticos. En cuánto a Warren Buffet, éste se comprometió a ceder el trozo más grande de su fortuna a la Fundación Gates durante varios años, a razón de 30 mil millones de dólares aproximadamente. Tal concentración financiera le permitió al ex presidente y director general de Microsoft invertir masivamente en un programa sanitario destinado a los PVD. Recordemos, sin embargo, que la implicación de estos actores filantrópicos en este medio no es una novedad. ¿No fue en los laboratorios de la Fundación Rockefeller que Max Theiler laureado del Premio Nóbel de Medicina en 1951 perfeccionó la vacuna contra la fiebre amarilla en 1937? No obstante, las financiaciones masivas de los Gates durante más de diez años suponen un salto cuantitativo considerable.

Marco teórico

1. El capitalismo filantrópico (venture philanthropy). Los nuevos empresarios sociales, como los Gates, racionalizaron el third sector importando las técnicas empresariales de las firmas de capital-riesgo. Esta doctrina se opone a la filantropía tradicional, a la que critica su torpeza burocrática. Al respecto, insiste en la flexibilidad, evaluación y retorno sobre la inversión social.
2. La diplomacia de un actor privado. Desde su creación, la Fundación Gates originó innovaciones mayores en el ámbito sanitario. Aunque las Organizaciones Internacionales y los Estados aún son los principales actores del sector, las contribuciones financieras del gigante filantrópico le permiten llevar a cabo una verdadera diplomacia. Pero este impacto normativo induce efectos sobre las formas y contenidos de las políticas internacionales en materia sanitaria.

Análisis

El poderoso ascenso de la Fundación Gates no puede explicarse sin tomar en cuenta una nueva postura de la OMS, elaborada durante los años noventa. Frente a las dificultades presupuestales y divisiones internas, la Organización Internacional escogió en ése momento una estrategia de abertura hacia los actores privados, que asociara a las grandes fundaciones con las instituciones internacionales, en el marco de la cooperación público-privado. Pero desde entonces, ésas nuevas sociedades determinaron a escala mundial el sentido y aplicación de los programas sanitarios, especialmente en la lucha contra las enfermedades infecciosas. Por su lado, la Fundación Gates se mostró omnipresente en el centro de estos organismos, participando en el Fondo Mundial De lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria. También jugó un papel decisivo en la creación de la GAVI (Global Alliance for Vaccines and Immunization), atribuyéndole una donación de 750 millones de dólares. Sin embargo, la inversión de los Gates no se reduce a la participación financiera ya que sus expertos residen en los Comités de Directores de Cooperación. Además, la Fundación sostuvo la puesta en marcha de nuevos mecanismos financieros como el IFFI (International Finance Facility for Immunization), capaces de llamar la atención de la industria farmacéutica sobre la investigación de nuevas vacunas.

La estrategia sanitaria promovida por Bill Gates radica en la inmunización general a favor de los PVD, solución que es considerada como rentable y eficaz. Con esto, el ex director de Microsoft vuelve a lanzar iniciativas que ya habían fracasado anteriormente cuando, en el 2008, incluso se refirió a una posible erradicación de la malaria. En este sentido, esta posición fue criticada por ser demasiado conservadora, según los especialistas de la salud pública y del desarrollo, que la tildan de ideología técnica. Para ellos, ésta visión vertical omitiría los aspectos políticos y socio-económicos de las realidades locales. A esto hay que sumarle que ciertas personalidades científicas se inquietan a causa de la influencia de un actor privado capaz de imponer hasta tal punto sus prioridades. El director del Programa de Lucha contra el paludismo de la OMS se quejó así, en el 2007, de la presión ejercida por la Fundación Gates para la aceptación del controvertido programa IPT (Intermittent Preventive Therapy). De manera general, la incursión del gigante filantrópico en la gobernanza sanitaria mundial amenaza con transformar las políticas nacionales de la salud en los PVD. En lo que a esto concierne, semejante apuesta por la vacunación tiene consecuencias innegables ya que puede provocar un desequilibrio en la oferta sanitaria, nocivo por ejemplo para los cuidados obstétricos y nutricionales, que son menos mediáticos.

Si bien los aportes financieros de la Fundación Gates son cumplimentados por bastantes observadores, también suscitan algunas de las mismas reservas que ya fueron dirigidas a las organizaciones creadas, en su tiempo, por Rockefeller y Ford. Dentro de esta misma lógica, el discurso tecnológico y empresarial del capitalismo filantrópico podría disimular un nuevo despliegue del soft power norteamericano. Sin ensalzar a los Gates ni sus intenciones, es necesario recalcar que su contribución favoreció la cooperación público-privado, además de los mecanismos híbridos de financiación. Pero éste dispositivo forma una nueva legitimación del mercado.

Referencias

Abélès Marc, Les Nouveaux riches. Un ethnologue dans la Silicon Valley, París, Odile Jacob, 2002.
Guilbaud Auriane, Le Paludisme. La lutte mondiale contre un parasite résistant, París, L´Harmattan, 2008. Col. Chaos International.
Muraskin William, « The Global Alliance for Vaccines and Immunization : is it a New Model for Effective Public-Private cooperation in International Public Health ? », American Journal of Public Health, 94 (11), Nov. 2004, Págs. 1922-1925.
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Fondations Philanthropiques et Coopération pour le Développement, Nota de los Documentos del CAD, 4(3), 2003.
Piller Charles, Smith Doug, « Unintended Victims of Gates Foundation Generosity », Los Angeles Times, 16 de Diciembre de 2007, en la página Web : http://fairfoundation.org/news_letter/2008/01march/criticism_of_gates_foundation.pdf [6 de Febrero de 2010].

PAC 13 – Cuando la necesidad es ley La Conferencia de Reconciliación Nacional por Afganistán : Londres, 28 de enero de 2010

Por Hervé Pierre

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°13

« Debemos tender una mano a todos nuestros compatriotas, en especial a nuestros hermanos decepcionados que no son miembros de Al-Qaeda ni de ninguna otra organización terrorista », declaró Hamid Karzai frente a los delegados de 70 países reunidos en Londres, el 28 de enero de 2010. La opción de la reconciliación, iniciada desde el 2003 por un presidente afgano que ya distinguía a los buenos de los malos talibanes, se convirtió en una prioridad política para Kabul en el 2009. Se espera que esta reorientación estratégica se refleje en la convocatoria, durante la primavera de 2010, de una gran asamblea tradicional (Loya Jirga). También debe favorecer la creación de un fondo de 358 millones de euros, que permitan disuadir a los más pobres de participar en la insurrección.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

En 1979, la invasión soviética tuvo lugar después de la destitución del presidente Daud, por parte de la insurrección comunista. La invasión provoca el surgimiento de diferentes grupos de resistentes que reciben, por parte de los Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría , un sustancioso amparo. Sin embargo, la relativa unidad de los movimientos de muyahidines no perdura después del repliegue del Ejército Rojo, llevado a cabo desde 1989. La situación rápidamente se torna anárquica y las rivalidades entre los jefes provocan una gran cantidad de víctimas civiles. A partir de 1992, varios estudiantes (taleb) que pretenden restablecer el orden y la justicia, se agrupan en zonas tribales pakistaníes alrededor del mollah Omar. Sus victorias militares se multiplican para culminar en 1996, con la toma de Kabul. El nuevo régimen que no es necesariamente antioccidental en sus orígenes se radicaliza rápidamente al contacto con Ben Laden. Se desarrolla entonces un programa político exclusivamente fundamentado sobre la charía y se favorece por completo a la etnia pachtune.

Dominada por los tayikos, la Alianza del Norte revoca con el soporte brindado por los Estados Unidos al gobierno talibán en el 2001, cuya derrota de Kandahar en el 2002 sella su fin. Desde el 2003, la insurgencia toma progresivamente el relevo. Está compuesta por una multitud de grupos rivales que únicamente comparten la voluntad de resistirse a cualquier forma de injerencia exterior. Las orientaciones de éstos últimos siguen siendo muy diversas, y el pragmatismo de algunos líderes convertidos al movimiento talibán bastante tarde siempre es advertido. En el 2003, The Economist evocaba por primera vez la existencia incluso de un movimiento neo-talibán, para describir aquello que investigadores como Amin Tarzi consideraban entonces como un fenómeno completamente nuevo.

Marco teórico

El discurso preformativo, destinado a satanizar al adversario, es paradójicamente útil para los intereses de los dos grupos involucrados en la lucha absoluta. Este discurso no deja por ende lugar para una tercera opción, que buscaría distinguir a los buenos de los malos.

1. El discurso preformativo. J. L. Austin demostró que ciertos discursos no cumplen con una función descriptiva o informativa, sino que más bien constituyen actos por sí mismos. Atribuirles, hoy en día, a los rebeldes afganos el nombre de talibán es suponer que existe una unión de facto entre los grupos combatientes, y que podríamos establecer una relación histórica con el movimiento que dirigió a Afganistán de 1996 al 2001. Además, la fuerte carga emocional del término representa un arma política tan útil para los que reivindican el movimiento, como para aquellos que lo combaten obstinadamente.
2. La satanización. El adversario es percibido como un todo homogéneo, definido negativamente y contrario a otro modelo. Originalmente, este punto de vista simplista y deforme de la realidad, clásicamente analizado por Robert Jervis, tiene tendencia a sobrestimar sus propias referencias, lo que conduce a negar por falta de empatía la pertinencia, incluso la existencia misma de raciocinios diferentes. Limitado a una supuesta esencia, el Otro encarna únicamente la imagen del Enemigo irreductible, catalizador de todos los miedos, angustias y fantasmas.

Análisis

El proceso de reconciliación, por medio de la reintegración al juego político de una fracción de talibanes, marca una evolución considerable ya que demuestra una observación más profunda de esta insurgencia dividida. Si llegara a concretarse, la política de la mano tendida podría doblar las campanas de los talibanes, tanto en el sentido literal la liquidación de los efectivos combatientes , como en el figurado, con la erradicación de toda unicidad en el discurso. Sin embargo, esta evolución se enfrenta a grandes dificultades.

1. El credo de la guerra contra el terrorismo. El ascenso de una política de reconciliación nacional muestra más la debilidad percibida por todos los actores del terreno afgano , que la fuerza del presidente Karzai. Éste último cuya popularidad y credibilidad bien iniciadas se vieron afectadas por el simulacro que fueron las elecciones democráticas de agosto de 2009 sostiene relaciones muy tensas con el gobierno de Obama. La perspectiva de una drástica reducción de las fuerzas de la Coalición a comienzos de 2011 no le deja más camino que el de reforzar sus propios efectivos. Más que desarmar al dushman (bandido), el ejecutivo afgano pretende sobre todo conquistar un poderío apto para modificar el balance de la fuerza. Dentro de esta misma lógica, la reconciliación por la paz se presenta entonces como un señuelo, un cálculo político del presidente Karzai, dirigido únicamente a fortalecer su posición personal en un contexto de guerra.
Satanizar al adversario justifica el combate, la demanda de fondos y los refuerzos de tropas. Supone igualmente el apoyo incondicional de las opiniones públicas, ya que el enemigo local está conectado a una guerrilla transnacional cuyo cerebro, el mollah Omar, incluso Ben Laden, sería su fundamento. En respuesta a las propuestas del presidente Karzai, la Secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton escogió agitar el espectro del regreso al oscurantismo religioso, prefiriendo asignarle una esencia al talibán, en vez de reconocerle una parte de razón. Buscando defender esta política de proximidad, Hillary Clinton finalmente declaró que « no se hace la paz con sus propios amigos »”. Implicados en una guerra total contra el terrorismo internacional, los Estados Unidos dividen entonces al mundo en dos grupos que se excluyen mutuamente, y no dejan lugar para ninguna tercera opción.
2. El conflicto, como un recurso rentable. A nivel micro, cualquier inadaptado que se ofrezca a portar a bajo costo el calificativo de talibán, obtiene un reconocimiento local que no es comparable con la realidad de su poder. De esta manera, el dushman del valle de Tagab explica su disputa local y oportunista desde una mirada mitológica, que excede su entendimiento. Pero tal postura le procura sostenimiento logístico y una gran repercusión. A nivel macro, los líderes del yihadismo mundial, exiliados en las zonas tribales pakistaníes, catalizan y se apoderan de las diversas formas de violencia social, que luego transforman en un recurso rentable sobre el plano mundial. De allí que las propuestas de Londres sean rechazadas en conjunto por aquellos que hacen de la lucha contra Occidente, una fuente de ingresos. Al respecto, el Consejo de comando de los talibanes claramente indicó, el 28 de enero, que “los intentos del enemigo por comprar a los muyahidines ofreciéndoles dinero y empleos para que abandonen la Yihad eran vanos”.

La solución al problema afgano vía la reconciliación nacional difícilmente logra disimular sus ambigüedades. En efecto, esta política es promovida por deducción, defendida a falta de otra mejor, incluso declinada por todos los protagonistas principales. En lo que a esto concierne, el comunicado final de la conferencia de Londres es muy revelador ya que a pesar de la cantidad de discusiones sobre el tema no menciona sino una vez la palabra misma: reconciliación.

Referencias

Tarzi Amin, Crews Robert D., The Taliban and The Crisis of Afghanistan, Cambridge, Harvard University Press, 2008.
Austin John, Quand dire, c´est faire, trad., París, Seuil, 1970.
Ledgard Jonathan, « Taking on The Warlords… », The Economist, 22 de mayo de 2003.
Jervis Robert, Perception and Misperception in International Politics, Princeton, Princeton University Press, 1976.