PAC 32 – El G20 entre fracaso y construcción de una gobernanza mundial La cumbre de Seúl del 11 y 12 noviembre de 2010

Por André Cartapanis

Traducción : Maricarmen Gonzalez Cisneros

Passage au crible n°32

La cumbre del G 20 que se llevo a cabo en Seúl el 11 y 12 de noviembre 2010, fue objeto de comentarios un poco desengañados. Después de la Cumbre de Washington (el 15 de noviembre de 2008), teniendo como ambición de reconstruir el capitalismo y de preparar un nuevo Bretton Woods, de esta última reunión se esperaba un buen dominio de distorsiones en el tipo de cambio, con frecuencia llamado la guerra de monedas. Finalmente, se esperaba igualmente un esquema de nuevas reglas en materia monetaria. Así entonces, el balance del G20 aparece altamente decepcionante. Aun así, los jefes de Estado o de Gobierno aprobaron el corolario de una reforma de reglamentación financiera ambiciosa. Pero su aplicación se hará efectiva hasta 2019.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

A partir del desencadenamiento de la crisis sistémica, en el otoño de 2008, los jefes de Estado o de gobierno inmediatamente iniciaron una acción colectiva adoptando un vasto plan de consolidación de sistemas financieros para evitar que un tal escenario se reproduzca nuevamente en el futuro. El G20 de Washington elaboró un Plan de acción con el fin de extender y profundizar las reglas aplicables a los intermediarios financieros. El 20 de abril de 2009, la hoja de ruta se examinó durante la cumbre del G20 de Londres con el motivo de volver operacionales las opciones retenidas en Washington. La cumbre de Pittsburg, celebrada el 24 y 25 de septiembre de 2009, y de Toronto el 26 y 27 de junio de 2010, persiguieron la tarea sin mayor inflexión sobre el plan de objetivos financieros. Al mismo tiempo, extendieron la discusión a la gobernanza de las instituciones internacionales – particularmente el FMI – y a la coordinación de políticas macroeconómicas y de las políticas de cambio. Finalmente la cumbre de Seúl elaboro una nueva Declaración incluyendo un Plan de acción sobre una mejor coordinación de políticas monetarias y de tasas de cambio. Este texto aprueba las proposiciones del Consejo de estabilidad financiera y del Comité de Bâle bajo la forma de un nuevo conjunto de standards macroprudenciales – a partir de ahora llamados Bâle III– que debe de aplicarse a los bancos.

Marco teórico

1 Desequilibrios globales y guerra de monedas: La crisis financiera esta ligada en parte a los desequilibrios globales de las balanzas de pago, que se acumularon desde el ano 2000 entre los países emergentes (China, Rusia, OPEP) y la economía americana. Efectivamente, la acumulación de reservas oficiales en dólares volvió posible una gran expansión de la liquidez internacional. Se acompañó, entre otros de distorsiones de tasas de cambio, ciertas monedas se encontraron sobre evaluadas -como el Yuan- mientras que el dólar se quedó en una situación de sobre estimación pesando sobre la competitividad americana. En cuanto al euro, se mantuvo en la misma situación que antes de la crisis. Esta configuración se ha imputado a la política de cambio china, puesto que apunta efectivamente a un anclaje del Yuan frente al dólar americano, favoreciendo un proceso de crecimiento aventajado por las exportaciones. Hoy se encuentran distorsiones comparables, ciertos países -China, Alemania, Japón- continúan registrando importantes excedentes de balanza corriente de pagos alimentando la transferencia masiva de capitales y entreteniendo la sobre evaluación de ciertas monedas, en Asia, en América latina. Esto provoca en sus economías nuevas burbujas especulativas en el mercado de activos financieros o en el sector inmobiliario. De ahí la idea de limitar los desequilibrios globales dentro de un marco cooperativo, por ejemplo, según la posición del Secretario del Tesoro americano, Tim Geithner. En especie, se trata de un ajuste de políticas macroeconómicas en el momento en que esos desequilibrios rebasan el umbral del 4% del PIB, en situación de excedente o de déficit de pagos corrientes. Otra opción consistiría a dejar las tasas de cambio ajustarse en función de las fuerzas del mercado con el objeto de neutralizar los riesgos de guerra de monedas y de manipulación de tasas de cambio.
2 Reglamentación macroprudencial: La reglamentación prudencial que se aplica a los bancos tiene por objetivo de frenar los comportamientos a riesgo y de minimizar la probabilidad de crisis apuntando hacia dos objetivos. Contribuir a la seguridad de cada intermediario bancario con el fin de proteger los depositantes y los inversores, frente a eventuales fallas individuales. Tal es la dimensión tradicional de los dispositivos prudenciales –calificados de microprudenciales llamados Bâle I ou Bâle II– que buscan limitar el riesgo de desamparo financiero a favor de instituciones individuales, independientemente de su impacto sobre el resto de la economía. La reglamentación bancaria debe igualmente estabilizar el sistema monetario y financiero en su arquitectura global, tomando en cuenta sus funciones macroeconómicas. Dicho de otro modo, tiene por objeto contener el riesgo sistémico. La finalidad de tal enfoque microprudencial consiste en asegurar la estabilidad y continuidad de intercambios dentro de la esfera financiera, aunque esto implique limitar las fuentes de sobre endeudamiento. Finalmente, aspira a detener todo riesgo de desamparo financiero que induciría a pérdidas significativas en términos de crecimiento, como fue el caso de la crisis sistémica de 2008-2009.

Análisis

Dentro del dominio de la coordinación de políticas monetarias o de cambio, la cumbre de Seúl constituye un fracaso. En efecto, ningún acuerdo político fue posible, China también se opuso a la reducción de los desequilibrios globales y a la gobernanza mundial del sistema monetario y sus políticas de cambio. Mas que adoptar nuevas reglas, los participantes se contentaron modestamente de confiar al FMI el cuidado de profundizar sobre la reflexión de la compatibilidad global de las políticas macroeconómicas. Por otro lado, concerniendo las reglamentaciones microprudenciales, el G20 de Seúl marca progresos reales, insuficientemente señalados. El nuevo dispositivo macropurdencial, ahora llamado Bâle III, prevé aumentar significativamente las provisiones de capitales propias de los bancos y de introducir nuevos ratios –de liquidez de palanca- que deberán respetarse imperativamente. Se trata de medidas capaces de limitar la toma de riesgos – falta de liquidez, insolvencia, transformación de plazos de vencimiento- de los bancos. En cuanto a los riesgos de contagio y de fallas bancarias en cascada se refiere, diversas líneas de acción se han establecido: 1) reducir la importancia sistémica de ciertos establecimientos techando su tamaño o restringiendo la gama de sus operaciones sobre el mercado de activos; 2) reforzar la provisión de fondos propios en función del riesgo sistémico alcanzado por un establecimiento; 3) Ampliar el perímetro de la reglamentación prudencial a los establecimientos tales que el Hedge Funds- o de productos financieros –tales los derivados- que hasta ahora no se han reglamentado. En un futuro, en función de su contribución al riesgo sistémico, ciertos bancos –calificados de too bigs to fail– deberían sujetarse a provisiones de capitales propios mas elevadas en comparación a otras instituciones bancarias mas modestas. Si todas estas medidas van ciertamente en el buen sentido y marcan una inflexión mayor en materia de desreglamentación financiera, lamentaremos que el calendario de aplicación de estas medidas se extienda hasta 2019. Finalmente, subrayamos que el traslado operacional del principio de Bâle III esta sometido al consentimiento de los gobiernos.

Referencias

Cartapanis André, La crise financière et les politiques macroprudentielles: inflexion réglementation ou nouveau paradigme? Conférence présidentielle, 59e Congrès de l’AFSE, Unversité de Paris-Ouest-Nanterre-La Défense, 10 septembre 2010 ; http://www.touteconomie.org/index.php ?arc= v25.
G20, The Seoul Summit Leader’s Declaration November 11-12, 2010.
http://media.seoulsummit.kr/contents/dlobo/E1._Seoul_Summit_Leaders_Declaration.pdf
Cartapanis André, « Les architectures de la crise financière », in : Josepha Laroche (Ed.) Un Monde de sursis, dérives financières, régulations politiques et exigences éthiques, Paris, L’Harmattan, 2010, coll. Chaos international pp. 41-52.

PAC 31 – La radicalidad de la diplomacia Nóbel El premio Nóbel de la paz otorgado al disidente chino Liu Xiaobo

Por Josepha Laroche

Traducción: Maricarmen Gonzalez Cisneros

Passage au crible n°31

Liu XiaoSource: Wikipedia

El 10 de diciembre pasado, durante la ceremonia de entrega del premio Nóbel de la paz, el galardonado – el oponente chino Liu Xiaobo- se encontraba ausente purgando actualmente en su país una pena de once anos de prisión por “actividades subversivas”. A pesar de la presión ejercida por Pekín, se le consideraba desde hace ya mas de un año como uno de los favoritos. Finalmente el comité Nóbel le entregó la recompensa el 7 de octubre de 2010 “por sus esfuerzos durables y no violentos a favor de los Derechos Humanos en China”, la recompensa fue calificada de “obscenidad” por las autoridades chinas.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

Desde 1901, la ceremonia de entrega de premios Nóbel se desarrolla cada año el 10 de diciembre. Ese día preciso marca el aniversario de la muerte de Alfred Nóbel (1833-1896), fundador del sistema de premios. Inventor, Industrial, financiero, hombre de letras y además pacifista, dicho filántropo sueco a la cabeza de una de las primeras firmas transnacionales decide, por testamento el 27 de noviembre de 1895, consagrar su inmensa fortuna a la creación de cinco premios anuales de los cuales, cuatro serán otorgados en Estocolmo [1]  : física, química, fisiología, medicina, literatura. En cuanto al premio de la paz, este exige expresamente que la atribución sea confiada al Parlamento noruego, el Storting. En esa época, la cámara de Oslo representaba efectivamente, una de las raras asambleas en Europa realmente democráticas. Por otra parte, la actividad que dicha cámara ya había desplegado a favor de la paz pareció a Alfred Nóbel más determinante que el conflicto Sueco-noruego, para ese entonces aún activo. El empresario nombra entonces, la Cámara noruega para asegurar la gestión estimándola como la mas calificada y legítima. Como Nóbel no compartía la visión utopista de sus amigos pacifistas buscó promover una nueva tecnología pacifista forjando un dispositivo tanto inédito como original. Para hacerlo, concibió una herramienta simbólica marcada por el sello del humanismo, del cientismo y de la ideología meritocrática. De esta manera, toma forma desde hace mas de un siglo, un sistema de gratificaciones internacionales que honra individuos y transciende fronteras, rechazando los nacionalismos que su fundador aborrecía.

Recordemos que el disidente chino Liu Xiaobo jugó un papel central en la redacción de la carta 08, un manifiesto publicado por los intelectuales y los militantes reclamando libertad de expresión y elecciones pluralistas en China. Este antiguo profesor de literatura igualmente fue uno de los lideres de las manifestaciones de estudiantes de la plaza Tiananmen en 1989, evento por el que se había puesto en huelga de hambre. Tratándose de su ausencia en el momento de la ceremonia, hay que saber que no es la primera vez que un Nóbel no es autorizado a recibir su recompensa. Esta interdicción es el resultado de varias decisiones análogas. En 1958, por ejemplo, el escritor soviético Boris Pasternak no pudo ir a Estocolmo para recibir su Nóbel de literatura, lo mismo pasó en 1970 con el novelista Alexandre Soljenitsyne. Nuevamente en 1975, el académico y físico Andrei Sakharov, no pudo obtener su visa de las autoridades soviéticas para recibir su premio de la paz. Finalmente, el oponente de la junta birmana Aung Sang Suu Kyi, no fue autorizado a viajar a Oslo en 1991.

Marco teórico

Una diplomacia no estatal. La atribución de premios Nóbel –cualquiera que sea su mención- ha instituido con el tiempo, una diplomacia –la diplomacia Nóbel- caracterizada por una fuerte coherencia global y una fuerte determinación a prevalecer la doxa Nóbel frente a actores estatales. Es por esta razón que la mayoría de las veces, el proceso de nobelización tiene la finalidad de contradecir – casi condenar- la política de uno o varios de ellos.

Una diplomacia moral. La institución Nóbel se asienta como conciencia universal y empresaria de moral. En especie, esta diplomacia entiende encarnar la irreductibilidad de valores como la libertad, el saber o la imparcialidad. Así, ella se considera como la más sólida defensora de los Derechos Humanos contra la razón del Estado. A través los galardonados, ella representa una elite militante, una verdadera clericatura internacional que se permite un derecho de ingerencia en los asuntos interiores de los Estados en nombre de la universalidad de los Derechos Humanos y de la preservación de la paz mundial.

Análisis

Frente a la radicalidad de la diplomacia Nóbel, las autoridades chinas se lanzan en una gran ofensiva diplomática para primeramente, modificar la decisión del Comité y prevenir toda distinción acordada a Liu Xiaobo. Sin embargo, la proclamación del 7 de octubre sonó como un primer fracaso y una estigmatización de dicha política. Desde entonces las autoridades han intervenido como avales frente a cancelerías extranjeras con el fin de hacer que estas últimas boicoteen masivamente la ceremonia. Aun así, y a pesar de las presiones reiteradas, solo veinte países –dentro de los cuales se encuentra Afganistán, Arabia Saudita, Cuba, Irán y Pakistán, Rusia y Sri Lanka y Venezuela- finalmente declinaron la invitación del Instituto Nóbel. En cambio los sesenta y cinco países con representación diplomática en Oslo decidieron, en su gran mayoría, de estar presentes. Así por ejemplo, los Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido y también Brasil resolvieron no ceder frente a las intimidaciones y amenazas notificadas por Pekín.

La elección de Liu Xiaobo se inscribe dentro de una línea diplomática, demostrando en cuanto la diplomacia Nóbel hacia China, es constante en el tiempo. En efecto, no olvidemos que en 1989, el jurado de Oslo otorgo dicho premio al jefe espiritual del Tibet, el Dalaï-Lama, solamente cuatro meses después de la primavera de Pekín treinta años después del levantamiento de Lhassa. En esa época, la decisión ofrecía, de forma significativa, un reconocimiento internacional a la causa tibetana mientras que la apertura al mercado chino ya incitaba la pusilanimidad. En efecto, si el Dios viviente se hubiera esforzado en obtener la autodeterminación del Tibet por medios pacíficos… pero se habia quedado desde entonces como una diplomacia aislada. Se hicieron varios intentos proponiendo a Pekín compromisos moderados sugiriendo por ejemplo; para el Tibet un estatus análogo al de Hong-Kong, en virtud del principio de un país, dos sistemas. Designándolo, el jurado de Oslo señaló que el galardonado se había “sistemáticamente opuesto a la violencia”. En otros términos, este premio representa a la vez, una condena a la política china y una invitación a sus dirigentes a negociar un reglamento al problema tibetano con el nuevo galardonado.

Aunque China no se abra a la democracia, ella no ha dejado, desde hace ya mas de veinte anos de reforzar su potencia en la arena internacional, al punto de volverse al día de hoy, el principal rising challenger frente al hegemónico Estado Americano. En ciertos aspectos, China no estará formando un directorio del mundo, un G2? No obstante, a pesar de esta nueva información la línea Nóbel sigue siendo estrictamente la misma; oscilando entre condenación moral e incitación al dialogo. Es decir que decidiendo coronar la lucha de un ciudadano chino por la paz, la democracia y los Derechos Humanos, el Comité Nóbel se niega – a la diferencia de la mayoría de Estados- a ser condenado a cumplir su penitencia frente a las reprobaciones chinas.

Referencias

Laroche Josepha, Les Prix Nobel, Paris, PUF, 1995, ouvrage qui sera prochainement réédité.
http://nobelprize.org/nobel_organizations/
http://fr.rsf.org/chine-liu-xiaobo-biographie-28-10-2010.38695.html
http://fr.globalvoicesonline.org/2010/10/12/46516

[1]  El premio de economía fue creado hasta 1968 por el Banco de Suecia, con motivo de su tricentenario y en memoria de Alfred Nobel.

PAC 30 – Entre solidaridad internacionaly competición estratégica de donadores La catástrofe de las inundaciones torrenciales en Paquistán, julio 2010.

Por Clément Paule

Traducción: Maricarmen González Cisneros

Passage au crible n°30

El 29 de octubre de 2010, varios portavoces de agencias humanitarias de la ONU (Organización de Naciones Unidas) reafirmaron sus inquietudes sobre la frágil situación de millones de desplazados paquistaníes. Dichas declaraciones alarmistas insisten en la falta de techo y alimento frente al invierno que se aproxima, tres meses después del comienzo de las lluvias torrenciales que destruyeron Paquistán. Desde el 26 de julio de 2010, las inundaciones masivas se extendieron sobre cerca de una quinta parte del país, desde la provincia du Khyber Pakhtunkhwa – situada al Noroeste – hasta la región meridional de Sindh. Por ahora el balance humano se eleva a cerca de 1800 muertos y cerca de 14 millones de siniestrados. Tanto que los daños materiales fueron estimados a 43 millones de dólares y que el sector agrícola – crucial para la economía nacional – fue duramente afectado. Según responsables de la ONU, se trata de la peor catástrofe de la historia pakistaní. Desde entonces, varios analistas evocaron el futuro incierto de un Estado inestable mientras que se intensifica el conflicto interno oponiendo autoridades y grupos islámicos.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

En primer lugar, no olvidemos que Paquistán – sexto país más poblado del mundo – se encuentra particularmente expuesto a los riesgos naturales, sobre todo islámicos e hidrológicos. Desde principios de los años noventa, varias inundaciones de gran amplitud han golpeado el territorio, también vulnerable a los terremotos. Recordemos como un ejemplo que seis millones de personas fueron afectadas – y entre ellas 1300 muertos – por las fuertes lluvias que acompañaron al monzón de 1992. La base de datos de la EM-DAT (Emergency Events Database) del CRED (Centre for Research of the Epidemiology of Disasters) enumera decenas de fenómenos similares desde 1900. Por tanto estas cifras muestran que el costo socioeconómico aunado a este tipo de riesgos, parecen muy superiores al impacto de los grandes sismos aun más fuertes.

Resulta importante mencionar algunos antecedentes históricos que establecen un vínculo estructurante entre la gestión de catástrofes y la coyuntura política. A ese efecto, el ciclón de Bhola azotando fuertemente Paquistán Oriental – el actual Bangladesh – en noviembre de 1970 parece revelar esta interdependencia. La pasividad del gobierno federal fue estigmatizada por la oposición separatista – la Liga Awami – permitiendo a esta última de reportar las elecciones provinciales un mes más tarde y de proclamar la sucesión bengalí. Si el éxito de la escisión se debe a la implicación hindú en el conflicto, queda a precisar que este accidente natural fue fuertemente instrumentalizado por los actores políticos. Finalmente, el reciente sismo de octubre 2005 – ocurrido en la difícil región de la Cachemira – igualmente produjo una fuerte movilización transnacional. Sin embargo, diversas tensiones opusieron les ONG (Organizaciones no gubernamentales) occidentales y la armada pakistaní, fuertemente criticada por su magro marco de asistencia. Finalmente, la Agencia Nacional ERRA (Earthquake Reconstruction and Rehabilitation Authority), puesta en marcha por las autoridades para centralizar el auxilio, fue acusada de corrupción y de malversación masiva de fondos.

Marco teórico

1. Internacionalización de la catástrofe. En este punto tratamos de recordar que el desastre se inscribe dentro de un sistema de impedimentos históricos, políticos y estratégicos. Dentro de esta lógica las dinámicas internacionales de intervención humanitaria deben de analizarse en vista de las estrategias regionales.
2. Gestión competitiva de la ayuda. Es una evidencia que numerosas discrepancias recorren el espacio de los operadores de la ayuda y orientan la distribución de los recursos raros y sus modalidades. En otros términos, la dispersión de estrategias – y de objetivos – transforma la asistencia en objetivos de competencia, tanto dentro de la escala diplomática como en el seno del mismo Estado paquistaní.

Análisis

Primeramente precisemos algunas características de esta catástrofe que se presenta como un proceso lento – contrariamente al Tsunami de 2004 o al sismo en Haití – dentro del cual el impacto se manifiesta en mediano plazo. En este caso, los daños causados por las inundaciones se demultiplicaron por la crisis económica castigando severamente el país quien recientemente solicito al FMI (Fondo Monetario Internacional). Remarquemos que cuatro millones de hectáreas cultivables fueron sumergidas, obligando Paquistán a importar productos alimentarios tratando de interrumpir un probable disparo de precios. Esto permite presagiar una aumentación de tensiones sociales en un Estado profundamente dividido por los conflictos étnicos – aunados a une controvertida centralización, religiosa pero sobre todo política. Como ejemplo, es importante recordar el rol específico de los militares que tomaron el poder desde 1999 hasta 2008 con el general Musharraf, y sus relaciones ambiguas con el actual gobierno civil. Además de esta consideración, las autoridades nacionales – aliadas tradicionales de los Estados Unidos – se enfrentan desde hace mas de una decena de años, a la insurrección de grupos de armados vinculados a los Talibanes Afganos. Esta compleja configuración de intereses opuestos se re transcribió en la crisis post-accidental. Aun más, la gestión del desastre aparece como un medio de modificar la relación de fuerza existente entre los actores locales y también internacionales.

Detrás de la retorica consensual de la solidaridad mundial, se despliega efectivamente, una verdadera diplomacia de la catástrofe estructurada por los objetivos estratégicos de los donadores. A este efecto mencionemos la importante ayuda americana elevándose a cerca de cinco mil millones de dólares. Si este compromiso puede permitir la mejora de la imagen de Washington – manchada por los errores de la guerra en Afganistán –, se trata sobre todo de apoyar un aliado tradicional e indispensable para su implantación regional. Dicho imperativo de seguridad nacional, según la expresión del Senador John Kerry, fue confirmado por el reciente anuncio de una asistencia militar de dos mil millones de dólares en cinco anos. Dentro de esta misma lógica, la considerable movilización musulmana puede difícilmente ser reducida a una simple manifestación de ayuda mutua. Así la contribución saudiita – 365 mil millones- e iraní – 100 mil millones- evocan, por la amplitud de su proceso de soft power a afirmar su presencia dentro de la región siniestrada. De la misma forma, el vecino chino, donador emergente, prometió cerca de 250 mil millones de dólares el 23 de septiembre de 2010. Por otra parte, la transposición de dimensiones simbólica y política también se expresan dentro de la negativa del gobierno paquistaní de toda ayuda directa que venga del rival hindú.

Remarquemos igualmente que el procedimiento de solicitud a las Naciones Unidas – de 1,9 mil millones de dólares – reunió únicamente 39% de la cantidad solicitada. Más allá de la crisis mundial, las modalidades de financiamiento permiten la explicación de esta carencia: los países musulmanes y China parecen privilegiar la ayuda bilateral, mientras que los donadores occidentales desconfían y sobre todo, atribuyen sus fondos al SNU (Sistema de Naciones Unidas), a las ONG internacionales, al movimiento internacional de la Cruz Roja. Las autoridades paquistaníes recientemente trataron de afirmar su leadership dentro del plan de reconstrucción, rechazando la gestión directa de proyectos por los actores externos. Dicha reivindicación de control de la ayuda parece vital para un gobierno debilitado y extremamente criticado por su ineficacia, principalmente la de los responsables regionales. Más aun cuando, según analistas, la fuerte movilización de la armada – 60 000 soldados desplegados a finales de agosto – ocultó el poder civil, haciendo posible un golpe de Estado similar al de 1999. Finalmente, varios comentaristas subrayan el papel creciente de las organizaciones islamistas – como Jamaat-ud-Dawa ou Ahle Sunnat Wal Jamaat – en la ayuda, organizaciones susceptibles de acentuar la deslegitimación de un régimen aliado de los americanos. Esta fragilidad extrema del Estado Paquistaní dentro de sus fronteras, refuerza el impacto de una ayuda internacional en la que el control sigue siendo más que nunca, crucial.

Referencias

Jaffrelot Chistophe (Ed.), Pakistan, Carrefour de tensions régionales, Bruxelles, Complexe, 2002.
OCHA (Office of the Coordination of Humanitarian Affairs), FTS (Financial Tracking Service), Table A: Liste of all Commitments/Contributions and Pledges as of 02 Novembre 2010, consulté sur le site: http :www.reliefweb.int/fts [2 novembre 2010]
“Les catastrophes naturelles”, Questions internationales, (19), mai juin 2006.
Site internet de l’agence pakistanaise NDMA (National Disaster Management Authority) : http//www.ndma.gov.pk/.

PAC 29 – Los pequeños pasos de la CPI contra la impunidad El arresto en Francia de un supuesto criminal de guerra, el 11 octubre de 2011.

Por Yves Poirmeur

Traducción: Maricarmen González Cisneros

Passage au crible n°29

El 11 octubre 2010, las autoridades francesas arrestaron Callixte Mbarushimana, Secretario Ejecutivo de las Fuerzas democráticas por la liberación de Ruanda –Fuerzas combatientes Abacunguzi, a través la orden de arresto de la CPI (Corte Penal Internacional) por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que supuestamente había cometido en 2009, en las provincias de Kivu, al Este de la Republica democrática del Congo. El arresto de un ciudadano Ruandés viviendo en Francia desde 2002, bajo el status de refugiado político, ilustra los avances de la lucha contra la impunidad ahora posibles gracias a la creación de la CPI dentro de la cual, Francia ha sido uno de los primeros países europeos a ratificar el estatuto de Roma (9 de junio de 2000). La CPI pudo proceder a dicho arresto porque a la diferencia de Estados menos colaboradores, había adaptado desde 2002 (ley de febrero de 2002) su procedimiento penal para responder a las demandas de investigación y de arresto de sospechosos emanadas de la CPI. Sin embargo, la impunidad ocupa todavía un lugar importante dentro de la legislación francesa. En efecto, la reciente Ley del 10 de agosto de 2010 dando el último toque a “la adaptación del Derecho penal a la institución de la CPI” procede a una armonización restrictiva del Derecho penal interno con la definición de incriminaciones retenidas por el estatuto de Roma. Es decir, conserva una concepción estrecha de la competencia universal. En consecuencia, esto permite a algunos criminales internacionales presentes en territorio francés, de escapar a las diligencias penales.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

La represión internacional de crímenes internacionales se institucionalizo con dificultades en el curso del siglo XX, dentro de la sociedad internacional constituida de Estados soberanos frente al compromiso internacional de responsabilidad penal de sus dirigentes y de sus militares como un atentado inaceptable a su soberanía. Apareciendo por primera vez como tribunales ad hoc de Núremberg (1945) y de Tokio (1946), la justicia penal internacional conoció una larga ausencia relacionada con el conflicto Este-Oeste. Más tarde tomo la forma de una jurisdicción especial creada por el Consejo de Seguridad de la ONU para juzgar a los responsables de violaciones del derecho internacional humanitario en Yugoslavia – TPIY (1993), y de genocidio en Ruanda –TPIR (1994). Finalmente, fue dotada de una jurisdicción permanente por la Convención de Roma (1998) instaurando la CPI teniendo por misión de perseguir y sancionar los crímenes de guerra, los crímenes contra la humanidad, el genocidio y el crimen de agresión del cual la definición no existe aun. Las investigaciones abiertas por esta reciente jurisdicción son, por ahora, poco numerosas como los mandatos de arresto y las citas a comparecer que se expiden. Sus investigaciones conciernen la Republica Centro africana, Darfur, Uganda, Kenia y la Republica Democrática del Congo, mientras que muchas otras situaciones justificarían una investigación más profunda como es el caso de la Costa de Marfil, Guinea, Colombia y Palestina.

En la lucha contra la impunidad, la justicia penal internacional se enfrenta principalmente a dos obstáculos. El más evidente resulta del hecho de que solo 133 Estados han por ahora, ratificado el Estatuto de Roma, permitiendo a los criminales internacionales de refugiarse en territorios de países que no lo han ratificado. El segundo obstáculo reside en la preocupación de los Estados a conservar su independencia haciendo prevaler principalmente su visión del Derecho penal asegurando la impunidad de algunos crímenes en los cuales podrían resultar involucrados. Dichos problemas se encuentran también ligados a la falta de armonización de incriminaciones del Derecho penal de los Estados partes con los cuales el Derecho penal internacional y a la inadaptación de procederes penales respondiendo a las solicitudes de investigación y de arresto de la CPI. Finalmente, esto se debe también a las definiciones demasiado restrictivas de su competencia universal las cuales dejan subsistir fallas jurídicas importantes permitiendo a toda persona sospechosa de haber cometido un crimen internacional de extrema gravedad, de sustraerse de ser perseguido dentro de las jurisdicciones nacionales y de la CPI.

Marco teórico

1. El principio de complementariedad. La arquitectura de la justicia penal internacional definida por el Estatuto de Roma (art.1) descansa sobre el principio de complementariedad dando a las jurisdicciones nacionales la competencia prioritaria para juzgar los crímenes internacionales. Es únicamente a titulo subsidiario – en la hipótesis en la cual los Estados son fallecientes y no ejercen ninguna persecución – que la CPI es competente para conocer limitativamente los “crímenes graves que conciernen en su totalidad la comunidad internacional” (art.5).
2. La competencia universal. La puesta en operación del Estatuto de Roma exige que los Estados partes ejerzan plenamente la competencia universal, internacionalmente reconocida por las infracciones cometidas por las personas en el extranjero, mientras que ni su autor ni sus víctimas son residentes. Para poder hacerlo sin exponerse a la injerencia dentro de los asuntos de otro Estado o de instrumentalizar la justicia con fines políticos – conviene que la definición de esas infracciones por el derecho penal interno sean conformes a las del derecho internacional y en todo caso, que el conjunto de la proceder judicial, investigaciones, instrucciones y proceso – respeten los principios del Derecho en un proceso equitativo ofreciendo garantías similares a las de la CPI.

Análisis

Cuando la CPI toma la iniciativa de investigaciones y de diligencias judiciales, el Código del proceder penal (art.627-4 al 627-15) permite a Francia de colaborar eficazmente con la CPI y de asegurar la impunidad. En cambio, la Ley del 10 de agosto de 2010 somete los medios de la competencia universal por los crímenes relevantes del Estatuto de Roma a exigencias tan duras que el ejercicio para las jurisdicciones francesas se arriesga a ser caprichoso permitiendo así a criminales internacionales de escapar del tejido represivo. En efecto, esta competencia extra territorial de jurisdicciones se encuentra subordinada a cuatro condiciones acumulativas: 1). La residencia acostumbrada del supuesto autor de los hechos en territorio de la Republica; 2). La incriminación de los hechos por la legislación penal del Estado donde fueron cometidos o en su defecto, la ratificación por dicho Estado o por el Estado donde la persona sea implicada a la nacionalidad de la Convención de Roma; 3). La persecución de estos crímenes no puede intervenir solo únicamente cuando se es solicitada por el Ministerio Publico; Finalmente 4). Ninguna jurisdicción nacional o internacional no debe de haber pedido la entrega o extradición del autor de los hechos. A ese efecto el Ministerio Publico debe de asegurarse verificando principalmente que la CPI “decline expresamente su competencia” (Código de proceder penal, art.689-11). El criterio de la residencia acostumbrada en lugar del territorio donde solo se presume la simple presencia del autor de crímenes graves, evitara a Francia en perjuicio de asociaciones de defensa de los derechos humanos- de tener que juzgar los numerosos autores presumidos de crímenes internacionales que solamente están de paso en su territorio, quienes pueden sin riesgo alguno continuar a visitarlo. En cuanto al principio de complementariedad se refiere, principio consagrado por el Estatuto de Roma, dando la prioridad a diligencias judiciales a las jurisdicciones nacionales. Parece estar como invertido por la subordinación del compromiso, a condición que la CPI decline previamente su competencia. Es así entonces que una concepción residual de la competencia universal por los crímenes más graves que ha consagrado el legislador salvo el pretexto de evitar una improbable competencia entre jurisdicciones. La ley de 2010 ha, por otra parte, adaptado el Código penal a las definiciones de los crímenes previstos por la CPI, inscribiendo un nuevo libro consagrado a la represión de crímenes de guerra incluyendo las nuevas incriminaciones, violaciones, asesinatos, – completando así la lista de hechos constitutivos de crímenes contra la humanidad – delitos voluntarios contra la vida, delitos contra la libertad, o de violencias en todas las formas posibles a las personas en el cuadro de un plan concertado frente un grupo de la población civil- y precisando las responsabilidades de los autores de genocidios, la incitación publica y directa a cometer un genocidio ahora se encuentra sancionada.

Si al día de hoy, el arsenal represivo ha sido afortunadamente reforzado, todavía existen algunas lagunas que rellenar, la armonización queda aún lejos de estar terminada. Para convencerse es suficiente observar que la prorroga de prescripción de crímenes de guerra fijado por el Código Penal es de 30 anos, mientras que el Estatuto de Roma acepta la imposibilidad de no extenderse por prescripción sobre crímenes que conciernen la CPI (art.29). Francia limita su contribución directa a la lucha contra la impunidad, iniciando ella mismas las diligencias judiciarias no por las lagunas de su transposición de infracciones internacionales en Derecho interno sino por su concepción limitada de la competencia universal, evitándole así complicaciones políticas y sinsabores diplomáticos. Sin embargo, Francia participa eficazmente y sin riesgo cooperando plenamente con la CPI. Es así entonces que el 30 de noviembre de 2010, el Tribunal de apelación de Paris ordeno el envío de M. Mbarushimana al Tribunal de la Haya.

Referencias

Florence Bussy, Yves Poirmeur, La Justice en mutation, Paris, LDGJ, 2010.
Xavier Philippe, Anne Desmarest, « Le projet de loi portant adaptation du Droit pénal français à la Cour Pénale internationale », Revue Française de droit constitutionnel, (81), janvier 2010, pp.41-65.

PAC 28 – El naufragio de una reputación mundial BP y su gestión estigmatizada de la marea negra en el Golfo de México

Por Clément Paule

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°28

El 15 de julio de 2010, los ingenieros de la compañía petrolera BP (ex-British Petroleum) habrían logrado contener la fuga del pozo Macondo a 1500 metros de profundidad. Tres meses después de la explosión y naufragio de la plataforma Deepwater Horizon, el derrame de hidrocarburos en el Golfo de México parece temporalmente encauzado. Según las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), entre 2,3 y 4,5 millones de barriles de petróleo ya sean entre 365 y 715 millones de litros se habrían derramado después del accidente. Por otro lado, BP que explota la estructura offshore y gestiona la crisis post-accidental, conjuntamente con las autoridades norteamericanas ya ha desembolsado cerca de 4 mil millones de dólares para combatir esta catástrofe. A pesar de esto, la factura final podría elevarse a 37 mil millones, según las proyecciones del Credit Suisse Group. A parte de este desafío financiero, el grupo energético ha sido más que todo objeto de numerosas críticas por su incapacidad para controlar rápidamente el desastre.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

Creada a principios del siglo XX en Irán, la Anglo-Persian Oil Company (APOC) se impuso como uno de los principales actores de una industria naciente. Sin embargo, la empresa re-bautizada BP en 1954 se ve enfrentada en los años sesenta a las nacionalizaciones llevadas a cabo por los gobiernos del Medio Oriente. Desde entonces, la firma adquiere un carácter transnacional para explotar nuevos yacimientos, particularmente en Alaska y el Mar del Norte. Veinte años más tarde, la firma aún está presente en más de cien países y emplea a más de 100 000 personas. Como tal, hace parte de las seis supermajors petroleras con Exxon Mobil, Chevron Corporation, Royal Dutch Shell, ConocoPhillips y Total. Nacidos a finales de los años noventa, estos conglomerados proceden de un movimiento de concentración en el sector, consecutivo a la volatilidad de los precios. Dentro de este contexto, BP invierte masivamente en el mercado norteamericano, al comprar sucesivamente las sociedades Sohio (Standard Oil of Ohio) en 1987, y después Amoco (ex-Standard Oil of Indiana) y Arco (Atlantic Richfield Company) entre 1998 y 2000. Al respecto, esta implantación se inscribe dentro de una estrategia basada en la innovación que fue decidida por Lord Browne, chief executive entre 1995 y 2007. El gigante energético se distinguió entonces por sus múltiples exposiciones al riesgo: citemos, por ejemplo, la serie de ambiciosos acuerdos que fueron firmados en Rusia o también la promoción de energías alternativas.

Dentro de esta lógica, el desarrollo de la perforación offshore sigue siendo el centro de las preocupaciones de la supermajor, ya que los yacimientos más accesibles se encuentran controlados por sociedades nacionales. En lo que a esto concierne, un quinto de las reservas mundiales de petróleo se encontrarían en los lechos marinos. Pionero de esta técnica de extracción, BP es el primer productor de hidrocarburos en el Golfo de México. Esta orientación fue apoyada por los Estados Unidos, cuyos gobiernos sucesivos incluyendo a la administración Obama han disminuido las restricciones en lo que a perforación doméstica refiere. Desde este punto de vista, la potencia norteamericana se esforzó por restringir su dependencia energética, especialmente frente a la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). El grupo pudo apoyarse en el descubrimiento de yacimientos como el Tiber cuyo simple anuncio hizo aumentar de 4% el valor del título de la empresa en el 2009 para abrir una nueva era energética. Sin embargo, recalquemos que esta técnica provocó accidentes que condujeron al advenimiento de mareas negras en el Golfo de México. Así lo demuestra la destrucción en 1979 del pozo Ixtoc I, administrado por la compañía estatal mexicana Pemex (Petróleos Mexicanos). De manera general, las instalaciones de BP en los Estados Unidos corrieron con la misma suerte. Citemos en el 2006 la fuga de Prudhoe Bay en Alaska, además de la explosión de una refinería situada en Texas el año anterior, acontecimientos que ya habían llamado la atención de las autoridades y la opinión pública norteamericanas.

Marco teórico

1. Estigmatización de un actor desviado. Inspiradas por el Interaccionismo simbólico de Howard Becker, ciertas nociones permiten tratar de la deslegitimación a la cual se enfrenta el grupo petrolero después del accidente. Al concentrar todas las críticas, BP es objeto de un trabajo ambivalente de estigmatización por parte tanto de sus pares, como de la administración Obama.
2. Reputación e imagen de una compañía transnacional. Se trata de evocar aquí la complejidad entre la percepción de la supermajor y sus resultados económicos. A diferencia de los Estados que según Jonathan Mercer sufrirían muy poco del factor reputación, los operadores privados no disponen de una legitimidad objetivada. Éstos serían entonces más sensibles que los actores estatales a las variaciones de su imagen, ya que pueden poner en juego su supervivencia.

Análisis

En primer lugar, es conveniente recordar los fiascos de BP frente al siniestro. Mencionemos los reveses sufridos por sus expertos a nivel técnico, con soluciones ineficaces y planes de urgencia obsoletos. De esta manera, el procedimiento de top kill fracasó después de su inicio el 26 de mayo, las rutinas organizacionales del grupo se mostraron entonces inoperantes. Estas dificultades prácticas se sumaron al sinsabor que dejó una comunicación mal manejada. Tony Hayward, CEO (Chief Executive Officer) de la BP suscitó, entre otras cosas, numerosos escándalos por haber minimizado el impacto ambiental del accidente. De hecho, la compañía no ha logrado establecer una tecnología de crisis socialmente aceptable. Lo que se encuentra en disonancia con una imagen empresarial construida fundamentalmente sobre el peritaje y la superioridad técnica. No obstante, este fracaso simbólico produce un impacto económico y financiero, teniendo en cuenta el desplome del valor bursátil de la compañía. En efecto, éste se elevaba a 170 mil millones de dólares en abril de 2010, según la clasificación Forbes Global 2000 en la cual BP ocupaba entonces el décimo puesto. A finales de junio, este resultado habría sido dividido por dos, y la Agencia internacional de calificación de riesgo Fitch Ratings degradó al gigante energético, anticipando de esta manera la acumulación inminente de los costos.

Por otro lado, la incapacidad de BP para sostener un discurso de autoridad sobre la gestión de la crisis suscita el desarrollo de controversias socio-técnicas que se caracterizan por una incertitud bastante fuerte. Citemos el alce en las estimaciones del volumen de la fuga, inicialmente evaluado en 1000 barriles diarios, para llegar hoy hasta la cantidad de 60 000 barriles diarios. Además de esta consideración, la aptitud de la compañía petrolera se ve desprestigiado tanto por sus competidores como por el gobierno norteamericano. Estos últimos interventores están implicados en varios niveles de la gestión del siniestro y se ven afectados por las consecuencias de los fracasos sucesivos. En lo que a esto respecta, los valores bursátiles de Exxon Mobil y Total cayeron de un 15% a causa del desprestigio de BP. De ahí las tácticas de estigmatización y diferenciación que insisten en las fallas de una compañía presentada como aventurera y negligente frente a los riesgos. Mencionemos en este sentido la audición del 15 de junio, frente al Congreso norteamericano, de los responsables de ConocoPhillips y Royal Dutch Shell, que describieron el asunto como un incidente aislado, únicamente imputable a los errores de BP. En cuanto a las autoridades norteamericanas, éstas adoptaron una posición de emprendedor de moral, ya que la marea negra podía convertirse en un test político, cinco años después del paso de Katrina.

Finalmente, la administración de la catástrofe parece poner en juego la supervivencia misma de la compañía. Recordemos que el brutal hundimiento de su valor bursátil expone a BP a la amenaza de una OPA (Oferta Pública de Adquisición) desfavorable, incluso a una quiebra. El grupo puede ciertamente apoyarse en sus recursos consolidados del 2009 con 17 mil millones de dólares de beneficio neto. Pero también, se ve obligado a llevar a cabo estrategias de extraversión, al solicitar los consejos financieros de Goldman Sachs, así como fondos soberanos qataríes o libios en vista de una asociación estratégica. A pesar de todo, el impacto de su posición desviada permanece controlado en la medida que las otras supermajors están de acuerdo en evitar una OPA, considerada por el CEO de Total como una operación carente de ética. Esta posición ambivalente podría explicarse por el miedo a trastornar un orden económico que aún es inestable. Parece más aún hacer referencia a una reacción común contra todo intento externo de regulación, comenzando por el moratorio del gobierno de Obama sobre la perforación offshore. Esto plantea de nuevo la cuestión de las reglas – pragmáticas o normativas -susceptibles de definir y sancionar la desviación de los actores privados a nivel mundial.

Referencias

Becker Howard, Outsiders. Études de sociologie de la déviance, [1963], trad., Paris, Métailié, 1985.
Crooks Ed, « BP – Anatomy of a Disaster – Part 1; Cover Story », The Financial Times, 3 juillet 2010.
Dobry Michel, Sociologie des crises politiques. La dynamique des mobilisations multisectorielles, 3e éd., Paris, Presses de la FNSP, 2009.
Mercer Jonathan, Reputation in International Politics, Ithaca, Cornell University Press, 1996.

PAC 27 – El complejo obsidional de Corea del Norte Luego del naufragio del navío surcoreano Cheonan, el 26 de marzo de 2010

Por Daniel Bourmaud

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°27

Pixabay

La tensión que se observa en la península coreana desde principios del año 2010 conoció un nuevo y brutal agravamiento con el naufragio de una corbeta surcoreana que dejó 46 muertos, el 26 de marzo de 2010. Al respecto, Seúl acusó a Pyongyang de haber deliberadamente enviado un torpedo contra su navío Cheonan. En respuesta a las sanciones económicas y comerciales impuestas por el Presidente surcoreano, Corea de Norte rompió relaciones con su vecino del Sur, procediendo a nuevas maniobras militares y reforzando su arsenal nuclear, a partir de los últimos días del mes de junio.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

Esta tensión hace parte de un largo historial de más de medio siglo; en el cual la Guerra de Corea marcó la ruptura oficial entre los dos territorios situados a cada lado del paralelo 38. Transcurridos tres años de combates, entre 1950 y 1953 los más mortíferos del siglo XX, a excepción de las dos Guerras Mundiales , el conflicto finalizó con la firma de un armisticio, más no de un tratado de paz: el armisticio de Pan Mun Jon.

Tras caracterizarse esencialmente por el status quo durante la Guerra Fría, las relaciones intercoreanas entraron en una nueva fase, con su admisión a la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 1991 y la conclusión de un pacto de no agresión. Se abrió entonces una era de acercamiento, de sunshine policy simbolizada entre otras cosas por el establecimiento de oficinas de enlace, una ayuda económica del Sur a favor del Norte y reencuentros de las familias que habían sido separadas. Su emblema fue la abertura de una zona económica especial en Kaesong. A pesar de todo, la decisión del Presidente Bush de inscribir, en el 2002, a Corea del Norte en el Eje del mal reforzó su complejo obsidional. Su aceptación del multilateralismo, en el marco del Grupo de los Seis Estados Unidos, China, las dos Coreas, Japón, Rusia y el manejo de la amenaza nuclear, ilustrado por el retiro del Tratado de No Proliferación (TNP), alternó después con una estrategia aislacionista.

Marco teórico

La teoría constructivista se muestra particularmente apropiada para comprender las dinámicas políticas y sociales que se han establecido ya que, según Alexander Wendt, la identidad de los actores constituye una variable poderosamente explicativa. Un enfoque psicológico de lo político también permite entender de mejor manera cómo se construye un conflicto, y aclarar las representaciones que los actores fabrican de sus intereses propios.

Dos configuraciones permiten restituir la complejidad de estos procesos. Primero que todo, la desvalorización de sí mismo puede ser experimentada como una humillación de la cual conviene deshacerse a través de una acción contraria. Pero el protagonista igualmente puede, como lo escribe Philippe Braud “instrumentalizar ciertos ataques a su dignidad” para ponerse en la postura de víctima y “permitirse [de esta manera] acciones de legítima defensa que son en realidad acciones belicosas”.

Análisis

En una repartición de roles al estilo western, Pyongyang encarna maravillosamente al malvado. En efecto, los países occidentales ven en Corea del Norte la esencia máxima de la duplicidad. Sus prórrogas y estrategias dilatorias provocan reacciones cada vez más brutales agravadas por el hecho que este país reivindica de manera explícita el derecho a disponer del arma suprema, el fuego nuclear. Este punto de vista encierra sin embargo un ángulo muerto, ya que oculta la visión que Corea del Norte se forja de ella misma y la manera cómo se concibe en relación al otro.

Una identidad amenazada y herida. El orgullo de la identidad de Corea de Norte encuentra sus raíces en la historia antigua y gloriosa del Estado de Kokouryo (277 A.C. – 676 D.C.), que se extendía hasta China, y cuya capital era Pyongyang. Aún hoy en día, Corea de Norte reivindica la herencia de aquel Estado que unió a Corea desde el siglo X hasta el siglo XIV. A pesar de constituir un motivo de orgullo, esta gloriosa historia se vio amenazada en varias oportunidades, por parte ya sea de los países occidentales en el siglo XIX, la colonización japonesa entre 1905 y 1945 y la dominación imperial de los Estados Unidos durante la Guerra de Corea.

Referirse a este país cómo el último Estado estalinista del planeta es reconfortar su sentimiento obsidional. Actualmente no se encuentra en curso ninguna precaución usual contra Corea del Norte, pero dicha ausencia se presenta como un hecho contraproducente. Al asimilar a Corea del Norte con un Estado canalla, los Estados Unidos, haciendo uso en realidad de categorías morales, lo castigan con una afrenta tan hiriente como lo es su presencia militar en Corea del Sur. La exigencia de Pyongyang de no figurar en esta lista, juzgada como una infamia, aspira no solamente a escapar a las sanciones correspondientes, sino también reconquistar una dignidad que fue otrora ridiculizada.

Una identidad instrumentalizada. Para los dirigentes norcoreanos, adoptar una postura de victimización constituye evidentemente un poderoso instrumento de activación y consolidación. Se trata de que la práctica de la violencia física termine siendo la respuesta a una violencia simbólica, de la cual éstos se consideran víctimas.

Este análisis deroga en efecto los enfoques más difundidos. Incluso puede presentarse como una provocación, ya que el régimen norcoreano parece acumular cada vez más las propiedades de un poder peligroso, con un carácter tan dictatorial como caprichoso, además de una sistematización de la coerción. A pesar de todo, la dimensión de la identidad sigue siendo determinante in fine. De esta manera, entendemos mejor porqué Andrei Lankov uno de los especialistas mejor informados de la cuestión coreana recomienda no más sanciones, es decir más fuerza, sino un lento trabajo de persuasión de la opinión norcoreana.

Referencias

Braud Philippe, L’Émotion en politique, Paris, Presses de Sciences Po, 1996.
Braud Philippe, « La Violence symbolique dans les relations internationales », Association Française de Science Politique, Congrès de Toulouse, Table ronde 6, 2007.
Lankov Andrei, “Changing North Korea, An information Campaign can Beat the Regime”, Foreign Affairs, 88 (6), Nov.-Dec. 2009, pp. 95-105.
Lindemann Thomas, Sauver la face, sauver la paix. Sociologie constructiviste des crises internationales, Paris, L’Harmattan, 2010. Coll. Chaos International.
Wendt Alexander, Social Theory of International Politics, Cambridge, Cambridge University Press, 1999.

PAC 26 – La globalización del principio de precaución versus soberanías nacionales La erupción volcánica del 14 de abril de 2010

Por Yves Poirmeur

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°26

El 14 de abril de 2010, el volcán islandés Eyjafjöll entra en erupción. Una nube de cenizas abrasivas, que amenaza el funcionamiento de los reactores de los aviones, se forma y desciende poco a poco sobre Europa. Con el fin de descartar cualquier riesgo de accidente, las autoridades aeroportuarias británicas e irlandesas, conjuntamente con las autoridades noruegas, suecas, belgas, holandesas, luxemburguesas, alemanas y francesas interrumpen el tráfico aéreo en sus respectivos territorios, ya sea de manera total o parcial. Durante la semana de la parálisis, se anulan 100 000 vuelos, perjudicando tanto a 8 millones de pasajeros, como al importe aéreo. El costo para la economía mundial habría sido de 5 mil millones de dólares, de los cuales 2,6 mil millones para Europa, y en particular 260 millones solamente para Francia. En lo que a las compañías aéreas concierne, éstas habrían perdido 188 millones de dólares. En cuanto a los operadores turísticos y las agencias de viajes, sus pérdidas alcanzarían los 31 y 40 millones de dólares respectivamente.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

¿Precaución indispensable o prevención? El peligro de las nubes de polvo volcánico para las aeronaves es bien conocido. A partir de dos casos de vertiginosas caídas de aeronaves que atravesaban nubes de polvo en Indonesia, producidas por el volcán Gallunggung (avión British Airways, 1982), y en Alaska por el volcán Redoubt (avión KLM con 500 pasajeros a bordo y cuyos reactores afortunadamente lograron volver a prenderse, 1989) y, de los daños que sufrieron otros veinte aparatos, cuyo costo de reparación se habría facturado en millones de dólares, las normas de seguridad aérea excluyen que se corra ningún riesgo. Respecto a las indicaciones formuladas por los centros de consejo sobre las cenizas volcánicas de los servicios meteorológicos (en Europa, el Volcanic Ash Advisory Center (VACC) de Londres y el Centro de Observación de Cenizas Volcánicas de Toulouse), los aviones deben esquivar las nubes de cenizas y desviarse hacia otro aeropuerto, cuando el de destino se vuelve inaccesible. La primera aplicación de esta regla a una de las zonas con mayor densidad de flujo aéreo el aeropuerto Heathrow de Londres, que recibe 1300 vuelos diarios, y el Roissy Charles De Gaulle que acoge a 83 millones de pasajeros anualmente es la prueba tanto de la globalización de los principios de precaución y de prevención, como de sus propios límites. La crisis que resultó, representa también una manera de analizar las contradicciones crecientes de la transnacionalización económica y la fragmentación política del mundo.

Marco teórico

1. Globalización del principio de precaución/prevención. Menos que el principio de precaución, evocado durante la crisis, fue el principio de prevención el que en realidad se aplicó. En efecto, generalmente, el principio de precaución se aplica a las hipótesis según las cuales un deterioro grave e irreversible si bien incierto, en el estado actual del conocimiento científico- podría intervenir. Este principio ordena poner en marcha procedimientos tanto para la evaluación de los riesgos, como para la adopción de medidas provisionales y proporcionales a la prevención del desastre. En este caso, los riesgos fueron verificados en situaciones precedentes, como por ejemplo, los accidentes evitados en el último momento, elevados costos de reparación o daños ocasionados en los aparatos que entraron dentro de estas nubes. La interrupción del tráfico aéreo decidida por las autoridades apunta entonces hacia la prevención, ya que se trataba de evitar exponer a los pasajeros a un riesgo real.
2. Transnacionalización económica y fragmentación política. Esta crisis no fue solamente el resultado de un fenómeno natural. La crisis también se vio favorecida por la dispersión política de la regulación aérea. Igualmente, las lógicas económicas de las empresas del sector aéreo incrementaron la crisis así como, de manera más amplia, la globalización de los intercambios que, al unir el mundo, vuelven las economías extremadamente dependientes del buen funcionamiento de los sistemas de transporte y comunicaciones.

Análisis

En lo que concierne a este asunto, varios elementos apuntan hacia la comparación entre los principios de precaución y de prevención: por un lado, la incertitud sobre la localización exacta de la nube que se desplaza con el viento; por otro lado, la carencia de los conocimientos científicos en cuánto a los umbrales de concentración de cenizas, a partir de los cuales la seguridad de los aviones se ve amenazada. Finalmente, la ausencia de instrumentos eficaces capaces de medir éstas concentraciones en las diferentes zonas aéreas. Para controlar las consecuencias económicas del cierre del tráfico aéreo, se requería analizar el riesgo cartografiado, gracias al modelo matemático de los meteorólogos. Pero esto apenas ofreció algunas informaciones sobre la densidad de la nube. En este caso, la gravedad y variabilidad del riesgo fue justificada por las compañías aéreas, conjuntamente con las autoridades de regulación, de manera simplemente empírica gracias al envío de aviones de ensayo en los diferentes corredores aéreos. El Consejo Europeo de Ministros de Transporte finalmente definió tres zonas de riesgo diferentes, en función de la concentración de cenizas en el aire: 1) una zona de alto riesgo, dónde el tráfico se prohibió, 2) una en riesgo medio, dónde el tráfico podía ser autorizado o no por cada Estado, 3) una en riesgo mínimo, dónde el tráfico permaneció abierto. Dentro de esta configuración de actores, ciertamente nadie tenía interés comenzando por las compañías aéreas y los reguladores en arriesgarse a que un avión se viera perjudicado, ni siquiera implicado en un simple incidente, teniendo en cuenta la desconfianza general hacia el transporte aéreo que esto habría provocado. Sin embargo, cuando interviene una revisión de las recomendaciones de seguridad sin que un nuevo dispositivo técnico de apreciación haya sido establecido, se revela la fragilidad de la exigencia de prudencia, en un sector cuya actividad es esencial para el funcionamiento de sociedades económicamente interdependientes.

Muchos factores contribuyeron a agravar la crisis y complicar su solución. Primero, el modo de regulación del espacio aéreo europeo se muestra irracional. En efecto, en vez de estar desglosado en espacios funcionales, se encuentra dividido en espacios nacionales, según las fronteras estatales, lo que vuelve aún más compleja la circulación en esta zona de alto tráfico, a través de la multiplicación de anillos que provocan su estrangulamiento. Además, en vez de estar encomendada a un supervisor europeo exclusivo, con el fin de maximizar la circulación aérea, la regulación se encuentra en manos de organismos nacionales, a los cuales se superpone el regulador europeo Eurocontrol. Igualmente, los modelos económicos adoptados tanto por las compañías aéreas como las sociedades aeroportuarias, acentúan las consecuencias de cualquier cierre del espacio aéreo, incluso si se trata de un cierre parcial. Organizadas en redes que concentran el tráfico aéreo en algunos hubs, gracias a los cuales maximizan el lleno completo de sus aviones, las grandes compañías aéreas se ven altamente afectadas por cualquier bloqueo en estas plataformas. En cuanto a las empresas de bajo coste, cuya rentabilidad descansa en la continua rotación de sus aviones por pequeños aeropuertos que conectan entre sí, cualquier riesgo de interrupción del circuito las induce a preferir la anulación preventiva de todos sus vuelos, en vez de sufrir las consecuencias financieras que representa el hacerse cargo de los pasajeros bloqueados. Finalmente, la división y especialización mundial del trabajo, así como el desarrollo de las corrientes transnacionales – de mercancías, servicios, turistas – incrementan rápidamente las consecuencias económicas de cualquier cese imprevisto de la circulación aérea en una zona de alto tráfico. En definitiva, cuanto más se intensifica la globalización, más las regulaciones nacionales se muestran incapaces de adaptarse y más fuertes se vuelven entonces las presiones en los sectores estratégicos que se encargan de la circulación de las corrientes, con el fin de reducir a lo estrictamente necesario el impacto del principio de prevención.

Referencias

Gérald Bronner, Étienne Géhin, L’Inquiétant principe de précaution, Paris, PUF, 2010.
Marie-Anne Frison-Roche (Éd.), Les Risques de régulation, Paris, Presses de Sciences Po et Dalloz, 2005.
Philippe Kourilsky, Geneviève Viney, Le Principe de précaution : rapport au premier ministre, O. Jacob/La Documentation française, 2000.
Daniel Gaïa, Pascal Nouvel, Sécurité et compagnies aériennes, Éditions du Puits Fleuri, 2006.
Institut Pierre Simon Laplace (Université de Versailles Saint-Quentin), LATMOS, « Suivi des émissions de cendres du volcan islandais Eyjafjöll » 20/04/2010. Site Internet easa.europa.eu.

PAC 25 – La integración inconclusa de la Unión Económica y Monetaria La crisis de la zona euro

Por André Cartapanis

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°25

Desde el comienzo de la crisis de las finanzas públicas en Grecia, las controversias se multiplican en Europa. ¿Hay que poner en marchar una política de solidaridad financiera a favor de los malos estudiantes de la Unión, que adopte la forma de un plan de rescate del orden de 750 mil millones de euros; disposición vinculada a una política de reajuste de una amplitud considerable, en Grecia, pero también a escala de la zona euro en su totalidad? ¿Se deben introducir a partir de ahora normas presupuestales mucho más drásticas, con el fin de evitar la repetición de un panorama catastrófico, o al contrario, debemos alistarnos para la disolución de la Unión Monetaria?

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

En 1999, la creación de la moneda única tenía en primer lugar, la ambición de ponerle fin a las repetitivas crisis que golpeaban a la economía europea e impedían su crecimiento. A partir del momento en el que la liberación de los movimientos de capitales fue intervenida en el centro mismo de la Unión Europea (UE), y las tasas de cambio fijas debían regir el mercado único, la multiplicidad de las políticas monetarias se volvió imposible, salvo para originar repetidas crisis en los mercados de cambio. La creación del euro debía entonces garantizar una mayor eficacia de la Política monetaria en materia de lucha contra la inflación, gracias a la credibilidad de un Banco Central Europeo (BCE) independiente. Esta institución estaba encargada de la estabilidad de los precios y el respeto del Pacto de estabilidad y crecimiento económico, en las áreas de déficits presupuestales o deuda pública. Además, el euro debía ofrecer márgenes de maniobra superiores al suprimir las obligaciones de los balances financieros y las distorsiones del cambio monetario en el interior de la zona euro. Esta nueva divisa debía igualmente reducir la sensibilidad a las fluctuaciones de las tasas de cambio en relación a las otras monedas, particularmente al dólar. Sin embargo, se desestimaron de manera considerable las dificultades de manejo macroeconómico que podían ser inducidas por la moneda única en el núcleo excesivamente heterogéneo del espacio europeo, ya que la UEM no constituía una zona monetaria óptima.

Marco teórico

1. Zona monetaria óptima. En teoría, para funcionar correctamente, una unión monetaria debe responder a una serie de criterios macroeconómicos movilidad perfecta de los factores y del trabajo en particular, federalismo presupuestal, convergencias nominales con el fin de resistir los choques asimétricos, es decir los choques propios a cualquier miembro de la Unión, teniendo en cuenta la Política monetaria única y la imposibilidad de acudir a los reajustes de las tasas de cambio a nivel intra-europeo. Frente a las inquietudes expresadas por los defensores del estricto respecto de los criterios ex ante propios a una zona monetaria óptima, algunos insistieron en el efecto colateral que podía ejercer la membrecía a la zona euro, en las características de cada Estado miembro. De esta manera, se facilitaría, ex post, el funcionamiento macroeconómico de la zona.

El desarrollo del comercio intra-europeo y la integración financiera, respaldada por la integración monetaria, debían culminar en una sincronización importante de los ciclos, así como una igualdad de los niveles de consumo, gracias al refuerzo del subsidio europeo al ahorro. Pero esta argumento parece ahora, demasiado optimista. Al contrario, la década del 2000 se caracterizó por una diferencia neta entre las trayectorias de crecimiento recorridas por varias economías de la zona; a pesar de que la heterogeneidad ya era de por sí importante desde la creación del euro.

2. Heterogeneidad de la zona euro. La permanencia de todo un conjunto de heterogeneidades en el núcleo de la zona euro regímenes de crecimiento más o menos ligados al endeudamiento de los hogares o los Estados, desfases fiscales, diferenciación de los sistemas de protección social, tipos de especializaciones internacionales no representa, como tal, un obstáculo para el funcionamiento eficaz de la UEM. El hecho de que subsistan diferencias entre los costos salariales o diferencias en cuanto al modo de especialización parece, al contrario, inducir a una mayor eficiencia en la asignación de los factores. En todo caso, se supone que estas diferenciaciones no se acompañan de desequilibrios macroeconómicos duraderos – en materia de crecimiento, desempleo o endeudamiento -, que vuelven insostenible la configuración. No obstante, desde hace diez años, ni la Política monetaria de la BCE, ni la coordinación por las bajas instancias de las políticas presupuestales, impuesta por el Pacto de estabilidad, han sabido responder a las trayectorias específicas de las economías de la zona euro. Por el contrario, éstas políticas fueron sancionadas por los desequilibrios macroeconómicos recurrentes de los países miembros. Finalmente, las economías europeas se vieron debilitadas por la mediocridad de las capacidades globales, en términos de crecimiento o de desempleo. Naturalmente, la crisis mundial agravó este proceso.

Análisis

Desde mediados de los años 2000, la heterogeneidad de la zona euro se manifiesta en el hecho que sus capacidades de exportación son fuertemente divergentes, incluso en el mercado interno de la Unión. Se refleja tanto en la evolución de los costos salariales unitarios y en la tasa de endeudamiento de los hogares, como en aquella de los Estados. Conjuntamente con las heterogeneidades pre-existentes, estos choques de oferta o demanda acentuaron las distorsiones internas, sin que políticas de reajuste pudieran ser llevadas a cabo a escala de la UE. Las reglas e instituciones de la gobernanza económica de la zona euro, indudablemente adaptadas a los choques cíclicos de menor amplitud, no pudieron en consecuencia responder de manera eficaz a las dinámicas macroeconómicas y estructurales divergentes, sobre todo frente a la política alemana de restricción salarial.

Con los Tratados de Maastricht y Ámsterdam, los Gobiernos europeos se quedaron en una encrucijada en materia monetaria. En efecto, éstos han ido ya sea muy lejos, al crear una moneda única en el centro de un espacio económico que no se presta para llevar a cabo una política monetaria dedicada casi exclusivamente al objetivo de la estabilidad económica, o bien, no han ido suficientemente lejos en la vía de la integración de las políticas económicas a nivel europeo.

Hay que entender que la Unión monetaria no se puede reducir a una simple técnica que optimizaría el uso de los instrumentos de la Política económica y reduciría las disfunciones provocadas por la inestabilidad de las tasas de cambio. Para muchos como Jacques Delors la UEM representaba un proyecto político que permitía alcanzar una profundización de la integración económica y política en Europa. No obstante, la crisis de la zona euro, así como los desafíos de la globalización y el nuevo crecimiento después de la crisis, convierten a la UEM en una necesidad. Por lo tanto, es urgente construir un nuevo modelo de Unión monetaria europea.

Referencias

Beetsma Roel, Massimo Giuliodori, “The Macroeconomic Costs and Benefits of the EMU and other Monetary Unions: An Overview of Recent Research”, Journal of Economic Literature, 2010, (forthcoming).
Cartapanis André (Éd.), “Les enseignements d’une décennie d’euro”, Numéro spécial de la Revue d’Économie Politique, 120 (2), mars-avril 2010.
European Commission, “EMU@10: Successes and Challenges after 10 Years of Economic and Monetary Union”, European Economy, (2), 2008.
Mackowiak Bartosz, Francesco Paolo Mongelli, Gilles Noblet, Frank Smets, (Ed.), The Euro at Ten – Lessons and Challenges, European Central Bank, Frankfurt, 2009.

PAC 24 – El tratamiento tecnicista de una plaga mundial El tercer Día Mundial del Paludismo, 25 de abril de 2010

Por Clément Paule

Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n°24

Instaurado en mayo de 2007 por la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), el Día Mundial del Paludismo fue celebrado el 25 de abril de 2010. Este evento reúne el conjunto de actores implicados en la lucha contra esta enfermedad parasitaria que infecta a más de 250 millones de personas y mata a un millón cada año. Igualmente llamada malaria, esta plaga es aún endémica en un centenar de países, principalmente en África subsahariana dónde se concentra el 85% de los decesos por esta causa y en numerosas regiones de Asia y América Latina. A pesar de todo, las últimas estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran un debilitamiento de los casos notificados en 27 Estados, entre los cuales se encuentran Zambia, Ruanda y/o Eritrea. Además, los financiamientos internacionales para los tratamientos se han multiplicado casi por seis desde el 2003, para alcanzar los 1,7 mil millones de dólares en 2009. Una coyuntura tan alentadora no podía sino reanimar la esperanza de la erradicación de esta zoonosis letal.

Rappel historique
Cadrage théorique
Analyse
Références

Rappel historique

El parásito causante de la enfermedad el Plasmodium y su modo de transmisión los mosquitos Anopheles fueron descubiertos a finales del siglo XIX. Pero la cooperación inter estatal frente al paludismo permaneció limitada a una Comisión creada en 1924, en el centro de la Sociedad de Naciones (SDN). Durante la primera mitad del siglo XX, numerosas iniciativas contra esta parasitosis, llevadas a cabo a nivel internacional, provenían del sector filantrópico. La Fundación Rockefeller estableció, por ejemplo, un programa de investigación específico en los años treinta, contribuyendo de esta manera a la eliminación de los vectores palúdicos en el continente americano y en Europa. También, la malaria desapareció de la mayoría de los países occidentales desde 1946, fecha de creación de la OMS, que se hizo cargo a partir de entonces de la erradicación mundial de la plaga. Desde esta óptica, la octava AMS lanzó en 1995 el Programa de investigación para la Erradicación Paludismo (PEP), basado en la combinación de dos instrumentos: la cloroquinina primer antipalúdico sintetizado y el pesticida DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano). Sin embargo, la orientación tecnológica y el pilotaje vertical de esta campaña descuidaron las realidades locales. Finalmente, las resistencias crecientes desarrolladas por el Plasmodium y los mosquitos agravaron las dificultades financieras y organizacionales del PEP, que conoció un flagrante fracaso, sancionado públicamente por la AMS en 1969.

Desde entonces, la enfermedad parece desaparecer de la Agenda internacional hasta los años noventa, cuando una sucesión de iniciativas permite un nuevo despliegue de la acción antipalúdica. Mencionemos al respecto, la conferencia de Ámsterdam organizada por la OMS en 1992 y/o la eliminación de la parasitosis registrada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (OMD). Por otro lado, la Declaración de Abuya en el 2000 compromete a los jefes de Estado y de gobierno africanos a obrar por el retroceso, hasta la mitad de los casos en los próximos diez años, de la mortandad causada por la malaria. Paralelamente, se establece un nuevo sistema de cooperación, dentro del cual ciertos actores privados como la Fundación Gates ocupan un puesto central. Esta configuración favorece el acercamiento con las compañías transnacionales, en particular los laboratorios farmacéuticos. Al respecto, este conjunto heterogéneo se organiza adoptando el modo de la cooperación público-privado, con el RBM (Roll Back Malaria Partnership), MMV (Medicines for Malaria Venture) y/o también MVI (Malaria Vaccine Initiative), que nacen entre 1997 y 1999. Esta evolución concierne igualmente las modalidades de financiamiento con la creación del Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y el paludismo en enero de 2002 , cuyo volumen se incrementó considerablemente. Los esfuerzos conjuntos de la Fundación Gates, Malaria Booster Program del Banco Mundial y PMI (United States President´s Malaria Initiative) podrían pronto lograr el objetivo de 5 mil millones de dólares por año. A partir de ahora, el Plan de Acción Global contra el paludismo, propuesto por el RBM en 2008, sirve de itinerario para la mayoría de los interventores.

Cadrage théorique

1. La ventana de oportunidades (policy window). Elaborado por John Kingdon, este concepto rinde cuenta de la inscripción de un problema en la Agenda internacional. Como tal, el Día Mundial del Paludismo realiza un aporte al sostenimiento de la acción internacional llevada a cabo contra esta parasitosis.
2. La tecnicidad de los instrumentos. Las estrategias antipalúdicas se encuentran moldeadas por una orientación tecnológica, que racionaliza sus instrumentos en función de su rentabilidad y eficacia. Sin embargo, esta lógica económica omite los usos sociales de estos dispositivos y corre el riesgo de erigirlos como soluciones milagrosas de corto plazo.

Analyse

Las manifestaciones del 25 de abril de 2010 participan primero que todo en la intensificación de una movilización comenzada a finales de los años noventa. En este caso, el evento está marcado por una dimensión simbólica, ya que se acaba de terminar la Década Mundial de la lucha contra el Paludismo establecida por la Resolución 55/284 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Además de esta consideración, una conferencia de proveedores del Fondo Mundial se efectuará en octubre de 2010 en Nueva York, con el fin de determinar sus compromisos hasta el año 2013. Este Día durante el cual se multiplican las reuniones científicas, eventos deportivos y conmemoraciones en el mundo entero representa en consecuencia una ventana de oportunidades para los actores que luchan contra esta plaga. Sin embargo, esta tercera edición se distingue por su lema publicitario Counting Malaria Out (Vencer el Paludismo) que evoca explícitamente el ideal de la erradicación reanimado por Bill Gates en el 2007. No obstante, este objetivo descartado por la OMS después del fiasco de 1969 marca una ruptura simbólica con los fracasos precedentes y parece plantear las bases para un consenso renovado alrededor de la eficacia de los nuevos modos de acción.

Sin embargo, aunque el balance estadístico se muestra alentador, voces de discordia denuncian un optimismo injustificado. El parásito resistiría a partir de ahora a la artemisinina medicamento antipalúdico desarrollado en los años setenta y también los insecticidas, como los piretroides. Por otro lado, investigaciones recientes demuestran la presencia del patógeno en una buena cantidad de monos, lo cual cuestionaría el postulado según el cual existe un sistema cerrado entre humanos y mosquitos. La campaña mundial contra la malaria se vería entonces condenada a mediano plazo. A estas objeciones técnicas, se les suman la crítica de las políticas internacionales de salud que no implican a actores locales. Desde esta perspectiva, el objetivo de la erradicación significaría un efecto noticioso, o de corta duración, y no presupondría ningún compromiso duradero. Además, la Fundación Gates fue acusada de reproducir el sesgo tecnológico del PEP, al apoyar soluciones juzgadas rentables y eficaces, como la inmunización general. No obstante, el éxito científico que representaría el desarrollo de una vacuna antipalúdica no garantiza por esto su eficacia social, es decir un uso efectivo por parte de la población en su totalidad. Es ejemplo de esto la gripe A/H1N1, que nos conduce a matizar la idea según la cual es tan solo la complejidad del Plasmodium lo que estaría bloqueando la investigación desde hace más de veinte años.

Considerar los instrumentos de la lucha contra el paludismo como simples herramientas técnicas mantiene oculta la desigualdad Norte/Sur, que permanece omnipresente. En efecto, la malaria acaba sobre todo con la vida de niños y mujeres embarazadas en África subsahariana. Dicho de otra manera, las compañías farmacéuticas no pueden esperar un retorno de inversión substancial mientras los costos ligados a la innovación sean cada vez más altos. A pesar de esto, ciertas iniciativas fueron llevadas a cabo, como el African Malaria Partnership de GSK (GlaxoSmithKline) que realiza actualmente pruebas de la vacuna RTS,S – o el proyecto Impact Malaria de Sanofi-Aventis. Pero, a pesar de que la cooperación público-privado permitió activar una parte del sector privado frente a la enfermedad, este acercamiento no está libre de ambigüedades. De esta manera, la OMS condenó en varias ocasiones a 37 laboratorios, que persistían en comercializar mono terapias de artemisinina, siendo que su utilización conllevaría al desarrollo de resistencias parasitarias. La victoria contra el paludismo parece desde entonces jugarse tanto en los avances científicos como en la toma en cuenta de la dimensión social de la salud pública mundial.

Références

« Malaria 2010: More Ambition and Accountability Please », The Lancet, 375 (9724), 24 avril 2010, p. 1407.
Guilbaud Auriane, Le Paludisme. La lutte mondiale contre un parasite résistant, Paris, L’Harmattan, 2008. Coll. Chaos International.
Kingdon John W., Agendas, Alternatives and Public Policies, 2e éd., New York, Harper Collins, 1995.
Shah Sonia, « Une autre approche contre le paludisme », Le Monde diplomatique (674), mai 2010, p. 10.
Site de la Journée mondiale du Paludisme : http://www.worldmalariaday.org [24 mai 2010].
WHO (World Health Organization), World Malaria Report 2009, 2009, disponible sur le site de l’OMS : http://www.who.int [24 mai 2010].

PAC 23 – El futuro transnacional del terrorismo nuclear La cumbre de Washington, 12-13 abril 2010

Por Jean-Jacques Roche

Traducción: Julián Fernández

Passage au crible n°23

El 12 y 13 de abril de 2010 tuvo lugar en Washington la cumbre consagrada al terrorismo nuclear que reunió 47 jefes de Estado y de gobierno, bajo el auspicio del presidente de Estados-Unidos, Barack Obama, antes de la nueva conferencia de examen del TNP que se realizo en Nueva York del 3 al 28 de mayo de 2010.

Historical background
Theoretical framework
Analysis
References

Historical background

El terrorismo ha sido por mucho tiempo considerado como el arma del pobre. Es la razón por la que durante la Guerra fría, solo los países occidentales han intentado luchar contra esta amenaza que golpeaba principalmente sus medios de comunicación. Al respecto, hay que destacar la convención de 1979 contra la toma de rehenes, la de 1988 que organiza la lucha contra la piratería marítima y finalmente el Protocolo de Roma de 1988, relativo a la seguridad de las plataformas situadas sobre la plataforma continental. El fin de la bipolaridad no obstante, renovó la manera de abordar este gran desafío de las relaciones internacionales y al alba de la década de los años 90, permitió especialmente acabar con la oposición de los PED (Países en vías de desarrollo). Una resolución declaratoria de la Asamblea general de las Naciones Unidas referente a “las medidas para eliminar el terrorismo internacional” pudo ser votada por consiguiente el 9 de diciembre de 1994. Este texto anunciaba la adopción el 12 de enero de 1998, de la convención para la represión de los atentados terroristas cometidos con bombas.

Las armas nucleares existen desde 1945. Pero solamente nueve Estados las poseen hoy en día, oficialmente o no (China, Corea del Norte, Estados-Unidos, Francia, Israel, Paquistán, Reino-Unido, Rusia). Bien implantada, la diplomacia de desarme sigue sujeta a ocho conferencias de examen del TNP (Tratado de No Proliferación firmado en 1968 y prorrogado indefinidamente en 1995) y a cuatro tratados START de reducción de armas nucleares. Referente a estos últimos, los presidentes de Rusia y Estados Unidos firmaron en Praga el 8 de abril de este año, una nueva versión, START Follow-on. Finalmente, el TPCEN (Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares), fue adoptado en 1996. Hasta la fecha, no ha entrado en vigor – por falta de un número suficiente de ratificaciones – mientras que por otro lado el gobierno iraní amenaza todo el proceso de desnuclearización

En este contexto, la conferencia de Washington ha puesto de relieve los riesgos que la energía nuclear representa para la seguridad mundial. De hecho, ya no se toma en cuenta sólo las cabezas nucleares y sus vectores, sino el conjunto de los materiales fusionables para la fabricación de una bomba sucia. Presentes en los reactores civiles o los buques de propulsión nuclear como en las ojivas acumuladas – a veces con depósitos poco vigilados –, más de 1.600 toneladas de uranio y 500 toneladas de plutonio están dispersas por todo el mundo en casi sesenta países.

Theoretical framework

1. La seguridad global. Este concepto surgió en 1983 con un artículo pionero de Richard Ullman (Redefining Security), y fue desarrollado el mismo año por Barry Buzan en People, States and Fear. Se trataba de complementar el enfoque tradicional de la seguridad en términos diplomático-estratégicos por cuatro componentes en materia 1) de economía), 2) de derechos humanos, 3) de valores y 4) del medio ambiente. Desarrollado inicialmente bajo una perspectiva constructivista de la escuela de Copenhague, el concepto de seguridad global se le impuso a los Estados y a las organizaciones internacionales, como el marco operativo, siendo objeto de intensas reapropiaciones.
2. La modelización de las crisis. Siguiendo los trabajos de Brubacker y Laitin, a partir de ahora disocia la crisis de la violencia, todas las situaciones de tensión no conducen obligatoriamente a la violencia. Mientras que para Kenneth Waltz, la investigación disocia estrictamente los tres siguientes niveles: 1) los individuos, 2) las instituciones políticas y 3) las estructuras internacionales (Man, the State and War, 1959), es importante en lo sucesivo reunirlos en el mismo marco de análisis tratando de comprender los determinantes de las acciones individuales y sus consecuencias, tanto en el plano interno como en el internacional.

Analysis

La Cumbre de Washington ha suscitado dudas sobre la capacidad de las burocracias de la seguridad pública para hacer frente al terrorismo nuclear. El carácter apocalíptico de la amenaza nuclear implica en efecto una inversión considerable de los diferentes servicios y hace indispensable la cooperación internacional. Si el peligro proviene ante todo de bombas sucias, hay que saber en cambio que estas últimas dejan rastros, fácilmente localizables. A condición de advertencia hayan sido transmitidas a tiempo, la eficacia de los servicios de contraespionaje y de policía pueden reducir eficazmente las posibilidades de éxito de un eventual ataque terrorista. Al respecto, las estrategias de alianza de los servicios especializados en el seno de estructuras unitarias – Homeland Security en los Estados Unidos, DCRI en Francia – permiten tratar mejor las informaciones reduciendo la competición intra e inter institucional. Recordando los imperativos de la cooperación internacional, la Cumbre de Washington sensibilizó además las instancias nacionales sobre las exigencias de una seguridad que se ha convertido en “ordinaria”.

Por el contrario, las bombas sucias – exponiendo a la muerte a los que deciden recurrir a ellas – están desafiando la capacidad de respuesta de las estructuras públicas que afrontan las decisiones individualmente. Ahora bien, las administraciones nacionales tardaron en adaptarse al concepto de seguridad global en la que el destinatario final ya no es el Estado, sino toda la especie humana. Esto se debe principalmente a que las amenazas no conciernen más al registro interestatal, sino que ahora se revelan transnacionales. El ejemplo de los Libros Blancos franceses demuestra la dificultad de adaptarse a un nuevo orden mundial. Mientras que el concepto de seguridad global apareció en la literatura académica desde el principio de los años ochenta, en el Libro blanco de 1994 no se hacía sin embargo ninguna referencia. De hecho, hubo que esperar el Libro blanco de 2008 para que la noción se volviera central para los poderes públicos a pesar de que el editor en 1994 se convirtió en presidente de la comisión a cargo del documento de 2008. Abordada en estas condiciones, la seguridad global contribuye desde entonces a ” la perversión ansiogénica del discurso estratégico ” –según la expresión de Jean Dufourcq – exacerbando el sentimiento de inseguridad por la dilución de los peligros. Como todos los demás ejercicios del mismo estilo, el Libro blanco francés erige así la cartografía de las representaciones mentales de sus redactores, sin aportar la menor pista que permitiría anticipar los procedimientos de desestabilización que podrían ser utilizados en un futuro cercano. En otros términos, la reflexión llevada ahora por las instancias político-administrativas parece adaptada para encerrar las brechas reabiertas por los ataques del pasado. En cambio, se muestra totalmente incapaz de anticipar los futuros modus operandi del terrorismo, fundados sobre los determinantes individuales.

References

Barry Buzan, People, States and Fear: The National Security Problem in International Relations, Brighton, Harvester Wheatsheaf, 1983.
Rogers Brubaker, « David Laitin, Ethnic and Nationalist Violence », Annual Review of Sociology, 24, 1998, pp. 423-452.
Jean-Jacques Roche, « Épistémologie de la Prospective Sécuritaire », Défense Nationale, juillet-août 2009, pp. 166-185.
Richard Ullman, « Redefining Security », International Security, 8 (1), Summer 1983, pp. 129-153.