PAC 135 – El surgimiento de un ecosistema criminal La Dark Web y el Bitcoin, los instrumentos del ciber-crimen

Por Adrien Cherqui
Traducción : Daniel Del Castillo
Passage au crible n° 135

Bitcoin

Source: Flickr

La US Commodity Futures Trading Commission (CFTC), organismo estadounidense de regulación financiera, dio a conocer el 17 de septiembre de 2015, que toda forma de moneda virtual podía ser considerada como una mercancía. El objetivo principal de esta declaración fue estabilizar la gran volatilidad del precio del Bitcoin, confiando a la CFTC el poder de vigilar esta divisa; que por demás es muy solicitada para las transacciones realizadas en los mercados negros resultantes de la Dark Web.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
La Dark Web es una porción de la web que no se encuentra inscrita en los motores de búsqueda tradicionales. De esta manera, hace parte integral de la Deep Web y se distingue de la web de superficie. Al igual que la red anónima TOR, la Dark Web solo es accesible por medio de instrumentos especiales. Esta parte significativa de la Internet, sujeta a diversos usos, puede ser útil para la libertad de expresión frente a regímenes políticos que controlan su acceso. Pero también, permite desarrollar actividades ilegales que corresponden al ciber-crimen.
Dado a conocer en febrero de 2011 por Ross Ulbricht, Silk Road es uno de los portales comerciales más importantes de la Dark Web. Desde su creación, este ofrece productos ilícitos como drogas, armas, documentos falsos y números de tarjetas bancarias. Sin embargo, ya había sido cerrado una primera vez en octubre de 2013; antes de ser definitivamente suspendido en noviembre del año siguiente, durante la operación Onymous, llevada a cabo conjuntamente entre el Federal Bureau of Investigation (FBI), Europol, Eurojust, y otras organizaciones que buscaban finalizar las actividades de más de 410 portales similares.
El 2015 es un año crucial para este ecosistema ciber-criminal. El 04 de febrero, Ulbricht – quien amasó una fortuna de 18 millones de dólares – fue reconocido culpable de ocho cargos, los cuales incluían la piratería informática, la creación de empresas criminales, el blanqueamiento de dinero y el tráfico de estupefacientes. Meses más tarde, Shaun Bridges, agente federal que participaba en esta investigación, confesó haber malversado 820.000 dólares en el marco de la misma. Con los cierres sucesivos, aparecieron otras plataformas mercantiles en el lado oscuro de la Internet. Mencionemos por ejemplo a Evolution Market, portal que lideraba este verdadero mercado negro. No obstante, en marzo del mismo año, cerró bruscamente sus puertas en lo que parece ser una estafa de grandes magnitudes: de 12 a 35 millones de euros acumulados en Bitcoins fueron sustraídos por sus administradores durante un exit scam. Estos provenían de las carteras electrónicas de los usuarios de Evolution Market. Se produjo entonces una crisis en la cual esta moneda perdió el 22% de su valor en referencia al dólar, siendo que su cotización en relación al verde es publicada en la Bolsa de Nueva York (NYSE) desde el mes de mayo.

Marco teórico
1. La transformación digital del crimen. Los instrumentos tecnológicos a disposición de las redes criminales les ofrecen la manera de evadir los controles que emanan de las autoridades públicas. Desde entonces, nada se opone a la expansión del crimen transnacional.
2. El papel regulador del Estado. El Estado moderno se construyó atribuyéndose fuertes poderes de regulación, gracias al monopolio de muchas funciones que son consideradas como necesarias para el ejercicio del dominio político. Norbert Elias demostró que el acaparamiento progresivo de las actividades económicas, en particular aquella de la emisión del dinero, y políticas, le confería una fuerte autoridad al aparato administrativo.

Análisis
El desarrollo y la democratización de las herramientas de las telecomunicaciones y la Internet, iniciaron cambios globales que modificaron todas las formas de interacción social. Ideas, bienes y servicios son hoy en día directamente accesibles en línea; y contribuyen al proceso de transformación digital que se caracteriza por el debilitamiento de los conceptos de frontera y de temporalidad. De tal manera que la ubicuidad de la Internet redefinió los desafíos sociales, políticos y económicos a los cuales respondía, hasta ahora, la fuerza pública. La web, especialmente la Dark Web, proveen un soporte ideal para los skillful individuals (Rosenau), quienes eluden los programas de vigilancia y los mecanismos de censura, gracias al anonimato y a su capacidad relativa de no dejar rastro alguno de sus actividades.
Pero la Dark Web también sirve como vitrina para la venta de productos y servicios ilícitos. Una cantidad creciente de actores se reparte un mercado altamente competitivo, en el cual los líderes son Agora, Alphabay y Nucleus. La caída de Silk Road dio lugar al surgimiento de black markets similares, lo que concurre a la compleja construcción de un ecosistema criminal. Se trata de un espacio en el cual cada protagonista implementó estrategias innovadoras, con la finalidad de obtener más partes de mercado. Para lograrlo, los diferentes black markets suscitaron dinámicas de profesionalización y de especialización en sus productos (datos sutilizados, programas malintencionados, hardware, drogas, armas, documentos falsos, mercancías falsas, etc.), así como de los idiomas practicados. También se implementan las innovaciones y técnicas propias de la seguridad para las compras por Internet. Se establecen sistemas de inscripción por cooptación e invitación; y las transacciones se realizan vía un depósito fiduciario bajo el nombre de un tercero. A los nuevos vendedores les pueden solicitar derechos de admisión; y se abren fórums para que los compradores compartan sus experiencias. En última instancia, se desarrolló un motor de búsqueda. Llamado Gram, este inscribe las entradas de muchas plataformas aumentado así su influencia. Esta nueva configuración expone los profundos cambios que se están llevando a cabo en el centro del crimen transnacional, orientado a partir de ahora hacia las nuevas tecnologías. Al preferir el ciberespacio para el establecimiento de sus actividades, estas redes construyeron una forma de cyberpower, tal como lo definió Joseph Nye. Dicho de otra manera, el ciber-crimen supo activar la web a su favor, haciendo uso de sus herramientas específicas.
Para escapar a la soberanía estatal y acrecentar la economía subterránea, esta estructura ciber-criminal hizo en su mayoría uso del Bitcoin. Completamente descentralizada y sin el respaldo de ningún instituto oficial de emisión, la divisa permite realizar transacciones con relativa discreción. En efecto, estas son registradas en una blockchain, el historial de las mismas. Conscientes del riesgo que esto representa, los ciber-criminales hacen uso de diversos servicios gracias a los cuales consiguen no solo disimular su identidad, sino también blanquear los Bitcoins. Estos también son objeto de una especulación que es posible gracias a la falta de un organismo de regulación. Un agiotaje que se materializa durante el proceso de mining, el cual permite a los usuarios obtener la moneda sin realizar la más mínima transacción. Se entiende entonces el valor que reviste el Bitcoin para aquellas personas que desean permanecer fuera del campo legal. No obstante, al violar el monopolio de la administración pública sobre la moneda, el Bitcoin participa en la desacralización de la autoridad estatal.
Podemos comprender mejor el creciente interés de los diferentes países por esta divisa. Sin embargo, sus posiciones son heterogéneas respecto a su reconocimiento simbólico. Mientras que por ejemplo Tailandia la prohibió por mucho tiempo, Alemania al contrario fue uno de los primeros en reconocerla oficialmente. Frente a la incapacidad de luchar eficazmente contra el ciber-crimen, ciertos gobiernos se comprometieron a normalizar el Bitcoin. Se trataría de legislar sobre su utilización y controlar el comercio. En cuanto a las instituciones bancarias, estas también aumentaron su interés por la tecnología del Bitcoin, con el fin de adaptarse mejor a la misma. Recalquemos que Barclays anunció que autorizaría el Bitcoin, en un primer momento, para el depósito de donaciones a favor de las asociaciones de caridad. El reconocimiento de esta moneda se inscribe en la inversión masiva por parte de los bancos en las startups del sector de las finanzas y la tecnología (fintec). Representa una inversión a futuro. En efecto, un reporte publicado el 17 de marzo de 2015 por el despacho de análisis Juniper Research, indica que el Bitcoin debería alcanzar unos 5 millones de usuarios de aquí al 2019.
Subrayemos luego en qué medida esta divisa virtual y el Dark web participan en la infraestructura y la economía propias del ciber-crimen a causa de sus características intrínsecas. Interdependientes, estos instrumentos aceleran la difusión del poder a favor de las redes criminales, cuyas actividades los Estados tienen tanta dificultad en vencer.

Referencias

Even Maxence, Gery Aude, Louis-Sidney Barbara, « Monnaies virtuelles et cybercriminatilité : État des lieux et perspectives », 2014, note stratégique disponible à cette adresse :
http://www.ceis.eu/fr/system/files/attachements/note_strategique-monnaies_virtuelles_fr_0.pdf
Herlin Philippe, Apple, Bitcoin, Paypal, Google : la fin des banques ? : Comment la technologie va changer votre argent, Paris, Eyrolles, 2015.
McCusker Rob, R. (2006) « Transnational organised cyber crime: distinguishing threat from reality », Crime, Law and Social Change, 46 (4-5), 2006, p. 257-273.
Observatoire du monde cybernétique, « Cybercriminalité 2.0: guerre entre les blackmarkets », 39, juin 2015, p. 2-5.
Rosenau James N., Turbulence in World Politics: a Theory of Change and Continuity, Princeton, Princeton University Press, 1990.
UIT, « Understanding Cybercrime : Phenomena, Challenges and Legal Response », septembre 2012, rapport disponible à l’adresse suivante : http://www.itu.int/ITU-D/cyb/cybersecurity/docs/Cybercrime%20legislation%20EV6.pdf
Untersinger Martin, « Les coulisses de l’opération « Onymous » contre des dizaines de sites cachés illégaux », Le Monde, 11 novembre 2014, disponible à l’adresse suivante : http://www.lemonde.fr/pixels/article/2014/11/11/les-coulisses-de-l-operation-onymous-contre-des-dizaines-de-sites-caches-illegaux_4521827_4408996.html

PAC 134 – El laborioso despliegue de la Organización Mundial de la Salud La epidemia del Ébola en África occidental

Por Clément Paule
Traducción : Daniel Del Castillo

Passage au crible n° 134

Ebola_World_Health_Organization

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Source: Flickr CDC Global

El 14 de septiembre de 2015, las autoridades sanitarias de Sierra Leona anunciaron el deceso de una adolescente contaminada por el virus del Ébola, en la provincia septentrional de Bombali. Esta zona se destacaba por haberse mantenido protegida de la enfermedad desde hace seis meses. En efecto, el país esperaba alcanzar el objetivo de los cuarenta y dos días sin una nueva infección, lo que representa el doble de la duración máxima de incubación, y el fin de la transmisión. Esta reaparición nos recuerda el caso de Liberia, en el cual la fiebre hemorrágica resurgió a finales de 2015, ya sea un mes y medio después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara este Estado « Ebola-free ». Si bien la epidemia ha comenzado a disminuir desde el pico observado entre septiembre y diciembre de 2014, la situación no parece completamente bajo control ahora que se acerca el período de lluvias y que los financiamientos humanitarios se agotan. Al día de hoy, más de 28.000 casos – entre los cuales 11.300 son mortales – fueron censados; la mayoría de entre ellos se sitúan en África occidental. Recalquemos que este resultado sigue siendo sub-evaluado por la OMS, la cual retomó sus operaciones a partir de agosto de 2015. No obstante, esta institución había sido objeto con anterioridad de muchas críticas provenientes de Médicos Sin Fronteras (MSF), que denunció su actitud « irresponsable »; hasta el presidente el Banco Mundial quién lamentó un « penoso fracaso ».

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
En primer lugar, mencionemos algunos elementos que permiten restituir la posición de administradora de los riesgos sanitarios asumida por la OMS después de su creación en 1948. A pesar del éxito obtenido contra la viruela en 1980, la erradicación del paludismo y las dificultades de adaptación de un actor que entonces era considerado como político y gastador, condujeron a su debilitamiento progresivo en los años venideros. Habría que esperar las reformas estructurales de la década de los noventa, en particular bajo la dirección del Doctor Brundtland (1998-2003), para asistir a la afirmación de su liderazgo frente a las epidemias del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) en marzo de 2003, después de la gripa aviar de cepa H5N1. En esta ocasión, la OMS no dudó en entrar abiertamente en conflicto con el gobierno chino al que acusó de retener informaciones. Dotada de una nueva División de enfermedades transmisibles en 1996, y sobre todo del Global Outbreak Alert and Response Network (GOARN) desde el 2001, la institución sanitaria se apoya actualmente en la versión de 2005 del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), el cual es un instrumento jurídico vinculante para los 196 Estados-partes. Su credibilidad se erosionó a pesar de esto, cuando sobrevino la pandemia viral de la gripa A H1N1 en 2009: la OMS fue criticada por su alarmismo que fue visto como injustificado, y sus expertos fueron incluso objeto de sospechas en cuanto a potenciales colusiones con la industria farmacéutica.
En este contexto, interviene la aparición en África occidental del virus del Ébola, identificado en marzo de 2014 en las zonas rurales de Guinea – Conakry. Alertada por MSF, la OMS parece minimizar la amenaza dejando entender que la propagación de la fiebre hemorrágica ya fue controlada. Después de una disminución engañosa a finales del mes de abril, la enfermedad progresa de nuevo, en mayo alcanza los espacios urbanos de Liberia y Sierra Leona, hasta llegar a Nigeria. Confrontada al aumento exponencial de la cantidad de víctimas, y a la impotencia de las autoridades locales, la organización al fin declara la Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) el 08 de agosto: cuatro meses y medio después del comienzo de la epidemia. Esta decisión tardía interviene cuando se desarrolla un verdadero pánico moral, caracterizado por medidas discriminatorias contrarias al RSI, a manera de los cierres unilaterales de las fronteras y la suspensión de los vuelos aéreos. Tantos dispositivos que dificultan el despacho de la ayuda, al mismo tiempo que alimentan la ilusión de un probable confinamiento de la calamidad.

Marco teórico
1. El fracaso manifiesto de una gobernanza mundial de la salud. Puesta al margen del escenario internacional debido a su inercia, la OMS no logra garantizar su liderazgo en la gestión de crisis, desde que esta incumba a otros interventores.
2. Los desafíos estructurales de una reforma necesaria. Pasada la debacle del verano de 2014, la institución sanitaria se esfuerza por aprender las lecciones al redefinir su modo de funcionamiento y sus prioridades. Por ello, las debilidades observadas corresponden a diversas lógicas que conciernen el papel mismo de la organización.

Análisis
En un primer momento, la respuesta de urgencia es sobre todo incentivada por los operadores no gubernamentales – como MSF – conjuntamente con el personal nacional en salud. Rápidamente excedida por los acontecimientos, la oficina regional de la OMS para África se demora en reaccionar, y se le acusa incluso de complacer ciertos gobiernos que intentan minimizar la gravedad de la situación, con el fin de calmar a sus inversores mineros. Desprovista de una verdadera estrategia de comunicación, la organización internacional no consigue articular sus actividades con el sistema humanitario en conjunto, ni hacer respetar sus propias normas de frente a las reacciones desproporcionadas de ciertos Estados. Por esta razón, la nominación de un veterano de las crisis sanitarias como coordinador especial para el Sistema de las Naciones Unidas (SNU) desde el 12 de agosto pasado, augura la retoma de la situación en detrimento de la OMS. Un mes más tarde, la adopción por unanimidad de la Resolución 2177 por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, permite designar la epidemia como una amenaza para la seguridad internacional; al mismo tiempo que crea la United Nations Mission for Ebola Emergency Response (UNMEER). El establecimiento de esta estructura inédita, dirigida por expertos, parece constituir una desaprobación para la OMS que terminó relegada al segundo plano.
En octubre de 2014, esta última debe además hacer frente a la revelación en los medios del contenido de un memorando interno que incrimina las lentitudes de su movilización, la incompetencia de su equipo de trabajo y la politización de ciertas nominaciones. Revelados por la agencia Associated Press, otros documentos van enseguida a sugerir que la indecisión de la OMS estaría relacionada con el temor a las tensiones diplomáticas con los Estados afectados, teniendo en cuenta el impacto potencial de una actitud alarmista a nivel socio-económico. También hay que considerar la controversia precedente a propósito de la pandemia gripal H1N1. Esta contribuyó a que la dirección de la institución sanitaria se mostrara tan circunspecta. Bajo el fuego de las críticas, esta reacciona con una reunión extraordinaria en Ginebra el 25 de enero de 2015: si bien muchos interventores se quejaron de la lentitud y las fallas de la respuesta internacional, una resolución adoptada por unanimidad reafirma el papel de la OMS en la preparación y la gestión de este tipo de urgencia. Entre las medidas anunciadas, citemos la creación de un fondo específico de 100 millones de dólares, el despliegue de una « fuerza de reserva en salud pública mundial », o incluso el llamado a paneles de expertos independientes para evaluar las actividades llevadas a cabo. Publicado en julio de 2015, el reporte de estos últimos erige un inventario severo y aboga por una reforma profunda de los instrumentos y las normas en vigor.
Así las cosas, conviene recordar los límites que se imponen a la acción de la OMS, comenzando por aquellos de orden presupuestario. Dotada con cuatro mil millones de dólares para un programa de dos años, la institución se muestra desprovista de fondos en relación a los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) estadounidenses – cuyo presupuesto ascendió a 6,9 mil millones de dólares el mismo año – y a la Fundación Gates. Más allá de esto, estos fondos provienen sobre todo de contribuciones voluntarias estancadas desde la crisis financiera de 2008, relacionadas con un uso específico – earmarking – y en consecuencia, circunscriben desde el inicio la definición de las prioridades. Si bien el margen de maniobra restringido de la OMS también pudo ser atribuido a relaciones internas de poder, y al funcionamiento muy burocrático, ciertos autores sobrepasan estas explicaciones estructurales. Estos apuntan más bien al fracaso de la imaginación administrativa que manifiesta la organización internacional, la cual no supo concebir la amenaza como tal; ahora que el virus del Ébola ya había sido identificado y controlado en el pasado. De manera general, el desconocimiento recíproco de los interventores humanitarios y aquellos del sistema sanitario, demuestra la existencia de un desfase entre el liderazgo manifiesto de la OMS – que le confiere la apariencia de un actor operacional y supranacional – y su papel de agencia especializada en la asesoría y la coordinación. Esta diferencia mantiene un conjunto de percepciones erróneas respecto a la institución. Desde entonces, estas se vuelven la fuente de estigmas a veces injustificados, así como de expectativas frustradas. Más allá de una reforma normativa o financiera, el laborioso despliegue de la OMS implica desde ahora el precisar su identidad institucional heredada de una trayectoria compleja, que oscila entre la prescripción política y la experticia técnica.

Referencias

Guilbaud Auriane, Le Paludisme. La lutte mondiale contre un parasite résistant, Paris, L’Harmattan, 2008. Coll. Chaos International.
Lakoff Andrew, Collier Stephen J., Kelty Christopher (Éds.), « Issue Number Five: Ebola’s Ecologies », Limn, janv. 2015, consulté sur le site de Limn : http://www.limn.it [10 août 2015].
Paule Clément, « L’illusoire confinement d’une crise sanitaire. L’épidémie Ebola en Afrique de l’Ouest » in : Laroche Josepha (Éd.), Passage au crible de la scène mondiale. L’actualité internationale 2014, Paris, L’Harmattan, 2015, pp. 137-142. Coll. Chaos International.
Paule Clément, « Une remise en cause du savant et du politique. Dividendes et suspicions mondiales autour des politiques de vaccination », Passage au crible (12), 26 janv. 2010, consultable sur le site de Chaos International : http://www.chaos-international.org
Paule Clément, « Le traitement techniciste d’un fléau mondial. La troisième Journée mondiale du paludisme, 25 avril 2010 », in : Laroche Josepha (Éd.), Passage au crible de la scène mondiale. L’actualité internationale 2009-2010, Paris, L’Harmattan, 2011, pp. 129-134. Coll. Chaos International.
Rapport du panel d’experts indépendants intitulé « Report of the Ebola Interim Assessment Panel », publié le 7 juillet 2015 et consultable sur le site de l’OMS : http://www.who.int [15 août 2015].

PAC 133 – Liberar las negociaciones climáticas La cuestión crucial de la COP21 en París

Por Stefan C. Aykut
Traducción Ulises Aquino

Passage au crible n° 133

COP21 ParisSource: Wikimedia

En diciembre de 2015 se tendrá en París la 21ª conferencia de partes de la Convención sobre el clima (COP21). Anunciada como un evento mayor de la gobernanza global sobre el medio ambiente, deberá conducir a un acuerdo internacional para hacer frente al cambio climático. La llegada de esta cuestión a la agenda internacional representa más de veinte años de negociaciones desde la conferencia de Rio en 1992. Así, las concentraciones de gas en la atmósfera, responsables del efecto invernadero, han alcanzado un nivel record en 2013. Según el reporte del PICC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático), se observa muy probable que el cambio climático sobrepasará el umbral crítico peligroso de los 2ºC suplementarios ¿Cómo explicar este fracaso patente?
Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
Podemos esquemáticamente distinguir tres grandes fases en este asunto. La primera inicia con la firma de la Convención climática en 1992 y marca la emergencia del régimen climático. Después de la caída del muro de Berlín, un mundo regido por la cooperación entre Estados parecía en efecto posible. En 1997, el protocolo de Kioto asigna objetivos numéricos a la reducción de emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) a los países desarrollados y a las economías en transición. Introdujo tres “mecanismos flexibles” fundados sobre la idea de utilizar las fuerzas del mercado para realizar estas disminuciones a menor costo. La segunda etapa comienza en 2001 con la decisión de los Estados Unidos de no ratificar el Protocolo de Kioto. La Unión Europea toma entonces las riendas de las negociaciones y el protocolo de Kioto entra en vigor en 2005, sin los Estados Unidos. Así, presenciamos el aumento de poder de los PED (países en desarrollo) y los asuntos que les conciernen. En primer lugar, la adaptación a los cambios climáticos, pero también las transferencias tecnológicas y financieras necesarias para ponerlas en una trayectoria de desarrollo con menos carbono. Esta fase obstruida por el fiasco de la conferencia de Copenhague en 2009, que debía conducir a la firma de un tratado remplazando el protocolo de Kioto. El acuerdo minimalista que resultó consagra una nueva situación, en la cual los emergentes y el poder estadounidense imponen sus elecciones, mientras que Europa se encuentra marginada.
Después de Copenhague, el periodo post 2012 testifica una nueva prioridad. Por una parte, convendría firmar, hasta 2015, un nuevo texto que englobaría a todos los actores estatales y entraría en vigor en 2020. Por otra parte, se trataría de elaborar un acuerdo que cubriría el periodo hasta 2020. El objetivo sería evitar un agujero en los esfuerzos de reducción y de apoyo financiero a los PED. En la víspera de la COP 21, recordemos que muchas veces ya, la concepción gestionaría y apolítica de esta gobernanza ha chocado brutalmente con eventos, más o menos alejados del proceso climático – guerra estadounidense en Iraq, crisis financiera de 2008, conferencia de Copenhague en 2009 -, que han hecho volar las ilusiones de un manejo eficaz y común del clima.

Marco teórico
1. El régimen climático. En relaciones internacionales la noción de régimen designa los “acuerdos políticos, tratados, organizaciones internacionales, conjunto de procedimientos jurídicos , etc.” que estructuran el tablero mundial alrededor de un tema determinado (Krasner, 1983; Keohane, 1984). El concepto remite también a otras disciplinas. Así, también es utilizado en la literatura de Foucault para describir el conjunto de dispositivos culturales, institucionales u otros que forman un “régimen de verdad” (Foucault, 2001: 160; Leclerc, 2001). En cuanto al estudio de las ciencias técnicas, busca capturar los “modos de producción del saber científico” contemporáneo, imbricado en los asuntos políticos y económicos (Gibbons et al., 1994; Pestre, 2003). Aplicados al problema climático, estas diferentes acepciones se superponen por caracterizar un sistema complejo de arenas e instituciones que ha reunido Estados y múltiples actores involucrados cada vez más numerosos. Esto ha suscitado nuevas prácticas de investigación he instaurado procedimientos de evaluación y de validación. Además afrontó intereses económicos y asuntos políticos varios. En fin, estableció relaciones particulares entre ciencias, experiencia, políticas y mercados.

2. Un “cisma de lo real”. En su gran obra sobre la educación política, el político alemán Oskar Negt (2010) introdujo la noción de “cisma de los real” para describir sobre el plano analítico las señales precursoras de las grandes crisis constitucionales, disfrazadas por la continuidad vinculante del proceso democrático. Partiendo de la República Romana antes del Principado, y de la República de Weimar antes de la toma de poder por los nazis, Negt constata que esas fases se caracterizan por la coexistencia de dos formas de legitimidad. La primera tiende al proceso democrático, fundado sobre las reglas de civilidad y de decencia, así como sobre la retórica y el debate parlamentario. En cuanto a la segunda, reposa sobre el poder militar, la violencia y la ocupación de las plazas públicas. El hiato, – Negt habla de Wirklichkeitsspaltung, o cisma de lo real, una noción tomada de la psicología – se acentúa entonces progresivamente. Sin embargo, los ciudadanos continúan yendo a votar mientras que la fachada democrática sigue intacta, lo que vuelve más difícil la percepción de las señales precursoras de los cataclismos a venir.

Análisis
Un hiato un tanto similar parece a la obra en la gobernanza climática. Este cisma históricamente se constituye al final de los años noventa, mientras la corriente neoconservadora imponía sus elecciones en los Estados Unidos, confiando en el poder militar y rechazando el multilateralismo. En 1997, la célebre resolución Byrd-Hagel del Senado traduciría una hostilidad hacia un tratado que impondría a los esfuerzos estadounidenses sin compromisos “comparables” de los PED (Senado 1997), mientras que en las Guerras del Golfo (1990 y 2003) y en Afganistán (2001), Washington protegió sus asuntos vitales, en términos de seguridad y de aprovisionamiento petrolero, permitiendo la continuidad sin cambios de la American way of life. Ni el profundo significado de esos conflictos, ni la decisión brutal de los estadounidenses de abandonar el proceso no han sido objeto de un análisis substancial. Este enclavado de las negociaciones se analiza también a nivel más estructural. Siguiendo las investigaciones sobre el afianzamiento de los regímenes internacionales (Oberthür y Stokke, 2011), notamos que ese que concierne al clima interfiere con los otros, dotados de un funcionamiento propio y de instituciones específicas. Una dimensión crucial del cisma relativo a las negociaciones climáticas tiende al hecho de que estas últimas siguen siendo cuidadosamente separadas de esas otras instituciones. Así, por ejemplo, la OMC, una organización central en la gobernanza del comercio mundial, consecuenta una globalización económica con mucho carbono. Por otra parte, en materia de desarrollo, el Banco Mundial continua a financiar masivamente los grandes proyectos de infraestructura y una industrialización poco cuidadosa del medio ambiente. Más importante aún, el enfoque de Kioto viene nuevamente a separar dos regímenes de la energía. En efecto, organiza las discusiones y medidas alrededor del CO2 y otros GEI (las cuestiones de output), y no sobre la extracción y la combustión de los recursos energéticos (la cuestión de los imputs). Así, enfocándose en las emisiones en lugar de atacar los modos de desarrollo económico, bajo las reglas del comercio internacional o incluso al funcionamiento mundial del sistema energético, el régimen climático a establecido “muros corta fuego” (Altvater, 2005:82) entre el clima y los otros regímenes.
Un cisma separa entonces dos realidades. Por una parte, existe un mundo caracterizado por la globalización económica y financiera, la explotación desmesurada de los recursos energéticos fósiles y una competencia feroz entre Estados. Por otra parte, constatamos una esfera de las negociaciones y de la gobernanza que se encuentran cada vez más desconectadas. Así , la conferencia de París no podrá conseguir que si inicia un proceso de toma de conciencia que pusiera final a ese aislamiento y al desconocimiento de otros grandes asuntos que interfieren en contracorriente los pocos avances observados en las negociaciones.

Referencias

Altvater Elmar, Das Ende des Kapitalismus, wie wir ihn kennen, Münster, Westfälisches Dampfboot, 2005.
Foucault Michel, Dits et écrits, Paris, Quarto Gallimard, 2001.
Gibbons Michael, Nowotny Helga, Limoges Camille, et al., The New Production of Knowledge. The Dynamics of Science and Research in Contemporary Societies, London, Sage, 1994.
Keohane Robert O., After Hegemony: Cooperation and Discord in the World Political Economy, Princeton, NJ, Princeton University Press, 1984.
Krasner Stephen D., (Éd), International Regimes, Ithaca, Cornell University Press, 1983.
Leclerc Gérard, « Histoire de la vérité et généalogie de l’autorité », Cahiers internationaux de sociologie, 2 (111), 2001, pp. 205-213.
Negt Oskar, Der politische Mensch. Demokratie als Lebensform, Göttingen, Steidl Verlag, 2010.
Oberthür Sebastian et Stokke Olav Schram, (Éds), Managing Institutional Complexity: Regime Interplay and Global Environmental Change, Cambridge, MA, MIT Press, 2011.
Pestre Dominique, Science, Argent et Politique. Un essai d’interprétation, Paris, Inra, 2003.

PAC 132 – El muro ilusorio de las soberanías estatales El muro ilusorio de las soberanías estatales

Por Catherine Wihtol de Wenden
Traducción: Ulises Aquino Jiménez

Passage au crible n° 132

AsylumSource: Pixabay

En 2014, la Unión Europea recibió 625,000 demandas de asilo, una cifra jamás vista. Anteriormente, se situaba alrededor de 200,000 solicitudes por año. El año 2015 vio 300,000 migrantes forzados debido al caos que rodean a Europa (Libia, Siria, Irak y el Cuerno de África); 2,000 muertos ahogados en sus fronteras son además deplorables. Así, estos datos no paran de agravarse. Entre 2000 y 2015, estimamos en 30,000, las personas muertas en el Mediterráneo y 40,000 desde 1990. A la par, un giro sin precedentes inició, con la declaración de Angela Merkel pronunciada en septiembre de 2015. Ésta anunció en efecto que Alemania estaba lista para recibir 800,000 solicitantes de asilo en los próximos meses. Por su parte, el presidente francés, François Hollande, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, llamaron a la creación de un dispositivo permanente y obligatorio de recepción de demandas de asilo en todos los países de la Unión Europea en función de su población y de sus recursos.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
La política europea de asilo se apoya en la Convención de Ginebra de 1951 que define al refugiado como toda persona que huye de las persecuciones o quien puede probar miedos legítimos. Cumplida esta condición, pueden solicitar entonces la recepción en un país anfitrión. El derecho de asilo constituye un derecho universal al cual solo alrededor de 50 países no se ha suscrito. Pero considerando la diversidad de respuestas formuladas por las potencias europeas, la UE no cesa de buscar la armonización de estas.
Los primeros instrumentos de armonización son contemporáneos de la primera crisis de asilo ocurrida en Europa, posterior a la caída de la cortina de hierro. En aquella época, 500,000 demandas de asilo fueron dirigidas a los Europeos de la Unión (de las cuales 432,000 en Alemania en 1992). Se trataba entonces de luchar contra el “asylum shopping” que consistía para los solicitantes en formular peticiones ante diferentes miembros de la Unión esperando la respuesta del que ofreciera más. Así – este fue el motivo de los acuerdos de Dublín de 1990 – vale la pena un tratamiento único de solicitud y respuesta por parte de todos los Estados de la Unión. Lo mismo ocurre para la aceptación o el rechazo de la concesión del status de refugiado. Como la mayor parte de las demandas se dirigieron a Alemania y Austria en el transcurso de ese periodo, estos últimos demandaron compartir la “carga”. Esto finalmente fue acordado en 2003 en los acuerdos de Dublín II, fundados sobre el principio “one stop, one shop”. En este caso, significa que se debe solicitar asilo en el primer país europeo donde se ha llegado inicialmente. Sin embargo, esta lógica ha conducido a una congestión de demandas en los territorios estatales situados a lo largo de las fronteras exteriores de Europa, como Italia y Grecia, poco equipadas para hacer frente a los flujos migratorios de refugiados. Además, los estados disponen de una menor cultura de asilo, contrariamente a Alemania o Suecia. Los recién llegados han buscado dejarlos evitando primeramente que su pasaporte sea sellado; lo que los enviaría con certeza de regreso hacia el primer país de llegada. Una tal reglamentación ha así creado los puntos de saturación de Atenas o bien de Calais y Sangatte, dos ciudades en las cuales acampan los demandantes de asilo en Reino Unido.
En 2008, el Pacto Europeo sobre la Inmigración y el Asilo (que no es un tratado) enunciaba, dentro de sus cinco principios, la armonización del derecho de asilo europeo. Es en este espíritu que fue creada una oficina en Malta, destinada a armonizar las respuestas en función de los perfiles de los demandantes. Una lista de países seguros y de terceros seguros, así como una lista de demandas manifiestamente infundadas ha circulado entonces entre los miembros de la Unión. Un hecho que llegó a restringir las posibilidades de obtención de la condición de refugiado. Pero las revoluciones árabes de 2011, la crisis siria, libia e iraquí conjugadas con la llegada de numerosos afganos, finalmente le quitaron sentido a los Reglamentos de Dublín II. Una nueva práctica más tolerante ha entonces permitido la circulación de demandantes hacia los territorios a los cuales desearían ir. También ofrece una mayor flexibilidad en la determinación del país de tramitación de la solicitud, según la elección del solicitante y sus vínculos con la región europea en particular. Este cambio de tendencia recientemente mencionado por Angela Merkel conducirá sin lugar a dudas a la desaparición del Reglamento Dublín II.
Vimos en consecuencia que los años 2014 y 2015 conocieron un flujo excepcional de solicitudes de asilo. Frente a este desafío, la propuesta de la Comisión Europea – inicialmente desechada – de cuotas en junio de 2015, seguida de un dispositivo obligatorio condujo a una nueva línea en la manera de compartir entre los europeos. Notemos por una parte, aquellos que aceptan la recepción, y por otra parte, aquellos que rechazan la imposición de tales medidas como los Estados de Europa central y oriental, Reino Unido, Irlanda y Dinamarca.

Marco teórico
1. El derecho de asilo confrontado a los flujos sirios. La convención de Ginebra debe ser aún respetada en la apreciación del carácter individual del perfil del solicitante de asilo y de la persecución que vivió o de la cual huye? No necesitarían adoptar principalmente una respuesta colectiva adaptada a un pueblo del cual seis millones de los suyos han dejado su domicilio desde 2011 y de los cuales cuatro millones se encuentran actualmente en el extranjero? Algunos países ya han recibido millones de sirios. Mencionemos principalmente a Turquía; 1.8 millones, Líbano: 1.2 millones y Jordania: 600 000. En otras palabras, la urgencia de la crisis no necesita una respuesta excepcional a una situación excepcional, como fue el caso en el pasado para los boat people vietnamitas, de Camboya y Laos de los años 1975 – 1980? A esta pregunta, se anexa esa de la soberanía de los países europeos que aceptan difícilmente que los solicitantes de asilo le sean impuestos. Mecanismos como la protección temporal, fundada bajo la directiva europea de 2001, podrían ser aplicados, como anteriormente para los nacionales de la ex Yugoslavia. Sin embargo, estas disposiciones no forman parte de las soluciones propuestas.

2. La armonización del derecho de asilo en la Unión Europea. En esta comunidad política, cada país pone en marcha su propia diplomacia. Cada uno mantiene relaciones privilegiadas con tal o cual país de salida y mantienen o no su tradición de asilo frente a la débil legibilidad de la política común de la Unión. Así, los solicitantes de asilo tienen frecuentemente una idea precisa del país al cual ellos quieren ir, por razones del idioma, lazos familiares, oportunidades de empleo o prestaciones. Por lo tanto, la idea de que los Estados miembros serían todos percibidos como similares a sus ojos, sigue siendo una pura quimera. En este contexto, la opinión pública de extrema derecha que durante mucho tiempo ha servido de respuesta a los países europeos para afirmar aquí y allá una política restrictiva sin matices, instrumentaliza este asunto al servicio de las políticas de seguridad de las migraciones.

Análisis
La crisis de asilo, a la cual Europa se encuentra actualmente confrontada, muestra que la disuasión a alcanzado sus límites. En efecto, aunque ha sido desplegada desde hace 25 años con instrumentos cada vez más sofisticados, esta estrategia no ha podido reducir las entradas regulares e irregulares, ni las solicitudes de asilo. Señala sin embargo las discrepancias existentes en Europa, entre los países del este y del oeste. Así, esta situación revela la hostilidad de los nuevos miembros de la Unión provenientes del bloque comunista. Actualiza igualmente las disparidades Norte/Sur. Estas son ilustradas por la falta de solidaridad de los países del norte de Europa – poco concernidos por las llegadas en los países del sur de Europa – hacia Estados como Italia o Grecia; estos últimos habiendo hasta ahora asumido lo esencial de la recepción, como lo mostró, en Italia, la operación Mare Nostrum puesta en marcha de noviembre 2013 a noviembre 2014. En última instancia, la retirada prevalece sobre todo en los principios europeos de solidaridad. Pero es necesario comprender a este respecto que Europa juega sobre este asunto sus valores de respeto de los derechos humanos y de responsabilidades compartidas en la decisión de recibir a no a los refugiados.

Referencias
Höpfner Florian, L’Évolution de la notion de réfugié, Paris, Pédone, 2014.
Vaudano Maxime, « Comprendre la crise des migrants en Europe en cartes, graphiques et vidéos », LeMonde.fr, [En ligne], 4 sept. 2015, disponible à l’adresse suivante : http://www.lemonde.fr/les-decodeurs/article/2015/09/04/comprendre-la-crise-des-migrants-en-europe-en-cartes-graphiques-et-videos_4745981_4355770.html. Dernière consultation : le 17 sept. 2015.
Wihtol de Wenden Catherine, La Question migratoire au XXIe siècle. Migrants, réfugiés et relations internationales, Paris, Presses de Sciences Po, 2013.

PAC 131 – Un banco multilateral entre cooperación y depredación La firma de los estatutos del BAII

Por Justin Chiu
Traducción : Ulises Aquino

Passage au crible n° 131

Asian Infrastructure Investment BankSource: Jason Lee / Reuters pour Le Monde

El 29 de junio de 2015, se celebró en Pekín la ceremonia de firma de los estatutos del BAII (Banco Asiático de Inversión en Infraestructura). Reuniendo a 57 países de todo el mundo, este nuevo banco multilateral estará dotado de 100 mil millones de dólares de los cuales 30% provienen de China. Considerado como un éxito diplomático, la creación del BAII marca un giro decisivo para el Estado chino en las finanzas mundiales.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
En septiembre de 2013, seis meses después de la toma de poder, el presidente chino Xi Jinping presentó su estrategia global en materia de economía y de comercio, llamada La Nueva Ruta de la seda. A fin de asegurar el acceso a las materias primas y de racionar la exportación de mercancías, la prioridad está entonces enfocada sobre reforzar las redes de transporte – terrestres y marítimos – y de comunicación entre Pekín y sus aliados en Asia y Europa. Así, según el BAD (Banco Asiático de Desarrollo), se necesitan 800 mil millones de dólares por año para sostener la construcción de infraestructuras en Asia. Pero el Banco Mundial y el BAD no pueden financiar más de 20 mil millones de dólares. De hecho, el proyecto del BAII develado en 2013, constituye una maniobra política y responde ante todo a una necesidad económica.
Desde su ingreso a la OMC (Organización Mundial del Comercio) en 2001, China ha multiplicado sus intercambios comerciales y sobretodo su excedente comercial (382,460 millones de dólares en 2014). En marzo 2015, las reservas de cambio de Pekín se acumularon y elevaron a 3,370,000 millones de dólares. Principal poseedor de la deuda pública estadounidense con 1,277,000 millones de dólares en bonos del tesoro (julio 2013), China invierte actualmente también en la deuda europea a través del MES (Mecanismo Europeo de Estabilidad). Sin embargo
Sin embargo, para diversificar las inversiones y consolidar la asociación con los países del Sur, ha creado múltiples organismos transnacionales, por ejemplo el Fondo de Desarrollo China-África (2006). Esta voluntad de exportar más capitales que productos manufactureros se ha expresado también por el establecimiento actual del BAII en Pekín y del Banco de Desarrollo de los BRICS en Shanghái. Por otra parte, el rol del Eximbank y del CDB (China Development Bank) se reforzó por proyectos bilaterales. A este respecto, Pekín prestó 73,000 millones de dólares a sus aliados de América Latina en el periodo 2005-2011, contra 53,000 millones para el Banco Mundial.

Marco teórico
1. La ofensiva transnacional de un Competition State. Según Philip Cerny, el Competition State ha sustituido gradualmente al Estado de Bienestar a fin de responder a las necesidades de una competencia globalizada. En efecto, en el proceso de elaboración de las políticas, el Estado se ve actualmente obligado a encontrar una coherencia entre exigencias domésticas y objetivos transnacionales. A través de la transnacionalización de las actividades, las redes y las estrategias, el actor estatal puede obtener mejores beneficios de la globalización y preservar los intereses de grupos privados. Así, contrariamente a la tesis del retroceso del Estado de Susan Strange, Cerny constata que en algunas áreas económico-financieras, el poder estatal multiplica en ocasiones sus intervenciones.
2. La financiarización de las relaciones de dominación. En Philosophie de l’argent, Simmel demuestra el rol determinante de la economía financiera en la densificación de los intercambios. De hecho, con dinero, la acción abstracta entre individuos o grupos sociales se vuelve medible y concreta. Los intercambios monetarios refuerzan entonces la interdependencia y las relaciones de dominación. A este respecto, el detentor del capital detenta el poder de imponer sus condiciones y de otorgarse privilegios. De tal manera, el vector monetario se vuelve sinónimo de poder.

Análisis
Rica en recursos naturales y mineros, China sin embargo sigue siendo el primer importador mundial. A fin de asegurarse el abastecimiento de hidrocarburos, se implica en la construcción de infraestructura en África (Angola, Nigeria, y los dos Sudán), en Asia Central (Kazajistán, Turkmenistán y Uzbekistán) , pero también más recientemente en Pakistán, con un basto programa de inversiones de 46,000 millones de dólares. Tratándose del desarrollo de los sectores energéticos y de redes de transporte, el BAII tiene como objetivo consolidar los esfuerzos ya iniciados por el gobierno de Pekín.
Curiosamente, las firmas chinas serían las primeras beneficiarias de las inversiones del BAII. De hecho, los grupos petroleros – CNOOC (China National Offshore Oil Corporation) y Sinopec (China Petroleum and Chemical Corporation) -, las grandes sociedades de construcción – CSCEC (China State Construction Engineering Corp) – y los proveedores de telecomunicaciones Huawei y ZTE han adquirido experiencia conjuntamente en ese tipo de trabajos complejos vinculando energía y redes de transporte. Apoyadas por los grandes bancos chinos, se encuentran en posición de responder a las licitaciones gracias a tarifas muy competitivas. Están considerando los beneficios adicionales a largo plazo. Además, poseedor del 30% de las acciones y detentando el 26% del derecho de voto, Pekín podría hacer valer sus decisiones en ese nuevo mecanismo financiero. Dicho de otra maneta, por esta exportación de capitales, el Estado Chino busca apoyar la internacionalización de sus empresas.
A pesar de la presión ejercida por Washington sobre sus aliados occidentales y la desconfianza de Tokio, Pekín ha ganado un juego de fuerza diplomático. De hecho, después de la demanda de adhesión del Reino Unido presentada en marzo de 2015, Alemania, Francia, Italia, España y doce países europeos más hicieron también llegar sus demandas. Actores regionales, Brasil, Egipto y Sudáfrica son de igual manera miembros fundadores del nuevo banco. Aunque la participación de países no asiáticos está limitada al 25% del capital, lo esencial, para esos Estados, consiste en no estar excluidos. Sobre todo porque los beneficios económicos parecen significativos. Además, para definir el ámbito de gobernanza del BAII y evaluar la viabilidad de los trabajos, China necesita conocimiento financiero especializado del exterior.
Anticipando la dinámica de crecimiento en Asia, el establecimiento del BAII produce un efecto multiplicador. El BAD – del cual Japón representa el mayor contribuidor – prometió aumentar sus fondos propios, los cuales pasarán de 18 a 53 mil millones de dólares en 2017. La magnitud de los trabajos podría ser medida por los flujos de capitales. Finalmente, gracias a la creación de este banco multilateral, el Estado chino trata de abrir mercados no explotados y poner en evidencia su incontestable liderazgo en Asia.

Referencias
Cabestan Jean-Pierre, La Politique internationale de la Chine, Paris, Presses de Science Po, 2010.
Cerny Philip G., Rethinking World Politics: A Theory of Transnational Pluralism, New York, Oxford University Press, 2010.
Meyer Claude, La Chine, banquier du monde, Paris, Fayard, 2014.
Meyer Claude, « Le succès éclatant, mais ambigu, de la Banque asiatique d’investissement pour les infrastructures », Le Monde, 1er juillet 2015, disponible à l’adresse :
http://www.lemonde.fr/idees/article/2015/07/01/le-succes-eclatant-mais-ambigu-de-la-banque-asiatique-d-investissement-pour-les-infrastructures_4665869_3232.html
Simmel Georg, Philosophie de l’argent, [1900], trad., Paris, PUF, 2009.
Site officiel de la BAII : http://www.aiibank.org/