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PAC 121 – El surgimiento de una ciudadanía transnacional La revolución de los paraguas, septiembre-diciembre 2014

Por Justin Chiu
Traducción: Yessica Lara

Passage au crible n°121

Umbrella Revolution Umbrella Hong KongSource: Wikipedia

El 31 de octubre de 2014, la Asamblea Popular Nacional (APN) de China adoptó un proyecto restrictivo destinado a obstaculizar la elección del Jefe del Ejecutivo de Hong Kong en 2017. A finales de septiembre, ésta decisión desató una vasta movilización de desobediencia civil, ahora llamada la revolución de los paraguas. En su mayoría estudiantes, los manifestantes reivindicaban la organización de elecciones por sufragio universal, libre y plural con el objetivo de elegir al principal responsable de la administración de Hong Kong. Sin embargo, las autoridades del territorio (especialmente las de Beijing) han sido firmes y no han cedido a ninguna reclamación. Finalmente, las fuerzas del orden evacuaron a mediados de diciembre todos los sitios ocupados.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
La democracia existe recientemente en Hong Kong. Durante la época colonial, entre 1841 y 1997, los gobernadores de Hong Kong eran nombrados directamente por el monarca británico. Elegidos entre el cuerpo diplomático, a excepción del último gobernador, Chris Patten ex ministro del Partido Conservador. Durante los años ochenta, el principio de la elección se introdujo gradualmente a nivel cantonal (District Council). En 1991, se celebraron elecciones directas por primera vez. Teniendo como objetivo elegir a dieciocho miembros de sesenta que integran el Consejo Legislativo.
Firmado por los Primeros Ministros, Margaret Thatcher y Zhao Ziyang, la Declaración Conjunta Sino-Británica de 1984 previó la devolución de Hong Kong a China en 1997. Además aseguraba la autonomía política del territorio, bajo el famoso principio de un país, dos sistemas. Sin embargo, es la ley fundamental de Hong Kong adoptada en 1990 por la APN que sirve actualmente de Constitución. Según esta, “los residentes permanentes de Hong Kong tienen el derecho de votar y de presentarse a las elecciones” (artículo 25). Además establecía que “el jefe del Ejecutivo [sería] elegido por el voto popular, después de la aprobación de los candidatos por un comité de nominación ampliamente representativo de conformidad con los procedimientos democráticos” (artículo 45). Así, actualmente se está discutiendo la composición del comité de nominación y el calendario de actividades.
Desde 1997, tres mandatarios se han sucedido en cuatro mandatos. Todos fueron nominados por un comité electoral. Leung Chun-Ying, el actual jefe del Ejecutivo, recibió una puntuación de 57,8% (689/1193) en 2012. Pero en realidad este resultado es mediocre, sabiendo que el comité electoral estaba compuesto por delegados pro-Pekín que debían limitarse a ratificar la elección de un candidato ya designado.
A finales de 2007, la APN aprobó la organización de elecciones para el jefe del ejecutivo de Hong Kong por sufragio universal directo en 2017. Así, el 31 de agosto de 2014, este último, ha endurecido las normas de la futura elección. Dos candidatos (o tres como máximo) tendrán ahora que obtener primero una mayoría en el Comité Electoral que se convertirá en el Comité de Nominación. En esta lógica, el PCCh controlará el proceso de la elección. Sin embargo, esta medida antidemocrática provocó la indignación. Desde finales de septiembre, las principales calles del centro de Hong Kong estuvieron ocupadas por los estudiantes, pronto se unió una gran parte de la población.

Marco teórico
1. La autoridad fundamentada en un sistema de vigilancia centralizada. Con una fachada democrática, la estructura política de China se rige por el sistema de la nomenklatura, un método de selección tomado de las instituciones bolcheviques. Este sistema opaco permite al PPCh elegir a los candidatos preseleccionados. Además, la lista de candidatos es establecida por los dirigentes de Nivel Superior. El poder central de Pekín implementa así un sistema piramidal de control a todos los niveles. Así, al querer extender este monopolio del poder político a Hong Kong, las autoridades chinas entran en conflicto con un movimiento transnacional de resistencia ciudadana.
2. La ciudadanía construida por una red transnacional de información. Vector de información y herramienta de movilización, las redes sociales han jugado un rol determinante a lo largo de la manifestación. Mediante Facebook, Twitter y otras aplicaciones de intercambio instantáneo, las últimas innovaciones tecnológicas encontradas en las telecomunicaciones han contribuido a transformar el espacio social a escala mundial. En efecto, la aparición de estas redes de redes permite el resurgimiento de debates democráticos más allá de las fronteras chinas. Beneficiados de un soporte transnacional, su dinámica reside en la voluntad instantánea de los individuos y se desarrolla sin un verdadero líder o una elaborada organización. Sin embargo, el inconveniente de esta ventaja, radica en el hecho de que esta movilización espontánea y anti-jerárquica permanece sin estructura e inestable en el tiempo.

Análisis
El escenario mundial conoce hoy una sucesión de revueltas populares. A pesar de las diversas configuraciones socio-políticas, estos movimientos que llaman a la democracia, participan en el surgimiento de una ciudadanía transnacional la cual es posible gracias a las redes sociales. Las manifestaciones – Hong Kong, Taiwán y en muchos países del mundo árabe – demuestran, sobre todo, la tensión entre el poder central del Estado y la dinámica transnacional de los individuos en las redes.
En los últimos años, la innovación en las telecomunicaciones han transformado la esfera pública, al menos en dos puntos importantes: 1) A fuerza de difundir y recibir una cantidad significativa de información e ideas, la capacidad de los individuos de hacer valer sus puntos de vista se ha incrementado. Reunidos, los individuos se definen como ciudadanos, se dotan de un poder considerable para defender el interés general. 2) Las redes sociales refuerzan la interdependencia entre los individuos y las comunidades en el plano mundial. La percepción de una amenaza (incluso si se trata del otro lado del mundo) contra los valores que defendemos, despierta el deseo de actuar. Además la aprobación inmediata de otros que percibidos como iguales, a través de like, compartir o comentarios, proporciona un sentido legítimo a la voluntad.
Por lo tanto, no nos sorprende que después de la violencia perpetrada por la policía contra los estudiantes de Hong Kong, una movilización internacional fuera organizado rápidamente. El 1 de octubre, los mítines de apoyo fueron transmitidos en sesenta ciudades en todo el mundo, movilizando cada vez a cientos o incluso miles de personas. A esto se suman las preocupaciones expresadas por varios políticos occidentales y por el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon. Tan es así que el jefe de la diplomacia de China, Wang Yi, recordó el principio de no injerencia durante su visita a Washington.
Sin embargo, la movilización se ha debilitado a lo largo del tiempo, mientras que el gobierno de Pekín mantiene su reforma a la elección del Jefe del Ejecutivo de Hong Kong. En otras palabras, el sistema opaco y la nomenklatura leninista se han impuesto en Hong Kong. En este sentido se debe tener en cuenta que la normalización coincide con la llegada al poder del nuevo dirigente chino. De hecho, desde que asumió el cargo en 2012, Xi Jinping, primero debió establecer su autoridad para luego acceder a un segundo mandato. Pero a pesar de las decisiones colegiadas adoptadas por los órganos centrales chinos, existen voces disonantes. En este caso, el número uno chino debe continuar imponiéndose ante su Primer Ministro Li Keqiang, a favor de apoyar más reformas. En consecuencia, en un momento Xi Jinping está tratando de ejercer su autoridad, donde las demandas democráticas deben ser controladas o destruidas.

Referencias
Cabestan Jean-Pierre, “Hong Kong : comprendre la révolution des parapluies”, Le Figaro, 10 oct. 2014, disponible à la page : http://www.lefigaro.fr/vox/monde/2014/10/10/31002-20141010ARTFIG00244-hong-kong-comprendre-la-revolution-des-parapluies.php
Cabestan Jean-Pierre, Le Système politique chinois : Un nouvel équilibre autoritaire, Paris, Presses de Science Po, 2014.
Musso Pierre, Télécommunications et philosophies des réseaux : La Postérité paradoxale de Saint-Simon, Paris ; PUF, 1997.
Rosenau James N., Turbulence in World Politics: A Theory of Change and Continuity, Princeton, Princeton University Press, 1990.