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PAC 135 – El surgimiento de un ecosistema criminal La Dark Web y el Bitcoin, los instrumentos del ciber-crimen

Por Adrien Cherqui
Traducción : Daniel Del Castillo
Passage au crible n° 135

Bitcoin

Source: Flickr

La US Commodity Futures Trading Commission (CFTC), organismo estadounidense de regulación financiera, dio a conocer el 17 de septiembre de 2015, que toda forma de moneda virtual podía ser considerada como una mercancía. El objetivo principal de esta declaración fue estabilizar la gran volatilidad del precio del Bitcoin, confiando a la CFTC el poder de vigilar esta divisa; que por demás es muy solicitada para las transacciones realizadas en los mercados negros resultantes de la Dark Web.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico
La Dark Web es una porción de la web que no se encuentra inscrita en los motores de búsqueda tradicionales. De esta manera, hace parte integral de la Deep Web y se distingue de la web de superficie. Al igual que la red anónima TOR, la Dark Web solo es accesible por medio de instrumentos especiales. Esta parte significativa de la Internet, sujeta a diversos usos, puede ser útil para la libertad de expresión frente a regímenes políticos que controlan su acceso. Pero también, permite desarrollar actividades ilegales que corresponden al ciber-crimen.
Dado a conocer en febrero de 2011 por Ross Ulbricht, Silk Road es uno de los portales comerciales más importantes de la Dark Web. Desde su creación, este ofrece productos ilícitos como drogas, armas, documentos falsos y números de tarjetas bancarias. Sin embargo, ya había sido cerrado una primera vez en octubre de 2013; antes de ser definitivamente suspendido en noviembre del año siguiente, durante la operación Onymous, llevada a cabo conjuntamente entre el Federal Bureau of Investigation (FBI), Europol, Eurojust, y otras organizaciones que buscaban finalizar las actividades de más de 410 portales similares.
El 2015 es un año crucial para este ecosistema ciber-criminal. El 04 de febrero, Ulbricht – quien amasó una fortuna de 18 millones de dólares – fue reconocido culpable de ocho cargos, los cuales incluían la piratería informática, la creación de empresas criminales, el blanqueamiento de dinero y el tráfico de estupefacientes. Meses más tarde, Shaun Bridges, agente federal que participaba en esta investigación, confesó haber malversado 820.000 dólares en el marco de la misma. Con los cierres sucesivos, aparecieron otras plataformas mercantiles en el lado oscuro de la Internet. Mencionemos por ejemplo a Evolution Market, portal que lideraba este verdadero mercado negro. No obstante, en marzo del mismo año, cerró bruscamente sus puertas en lo que parece ser una estafa de grandes magnitudes: de 12 a 35 millones de euros acumulados en Bitcoins fueron sustraídos por sus administradores durante un exit scam. Estos provenían de las carteras electrónicas de los usuarios de Evolution Market. Se produjo entonces una crisis en la cual esta moneda perdió el 22% de su valor en referencia al dólar, siendo que su cotización en relación al verde es publicada en la Bolsa de Nueva York (NYSE) desde el mes de mayo.

Marco teórico
1. La transformación digital del crimen. Los instrumentos tecnológicos a disposición de las redes criminales les ofrecen la manera de evadir los controles que emanan de las autoridades públicas. Desde entonces, nada se opone a la expansión del crimen transnacional.
2. El papel regulador del Estado. El Estado moderno se construyó atribuyéndose fuertes poderes de regulación, gracias al monopolio de muchas funciones que son consideradas como necesarias para el ejercicio del dominio político. Norbert Elias demostró que el acaparamiento progresivo de las actividades económicas, en particular aquella de la emisión del dinero, y políticas, le confería una fuerte autoridad al aparato administrativo.

Análisis
El desarrollo y la democratización de las herramientas de las telecomunicaciones y la Internet, iniciaron cambios globales que modificaron todas las formas de interacción social. Ideas, bienes y servicios son hoy en día directamente accesibles en línea; y contribuyen al proceso de transformación digital que se caracteriza por el debilitamiento de los conceptos de frontera y de temporalidad. De tal manera que la ubicuidad de la Internet redefinió los desafíos sociales, políticos y económicos a los cuales respondía, hasta ahora, la fuerza pública. La web, especialmente la Dark Web, proveen un soporte ideal para los skillful individuals (Rosenau), quienes eluden los programas de vigilancia y los mecanismos de censura, gracias al anonimato y a su capacidad relativa de no dejar rastro alguno de sus actividades.
Pero la Dark Web también sirve como vitrina para la venta de productos y servicios ilícitos. Una cantidad creciente de actores se reparte un mercado altamente competitivo, en el cual los líderes son Agora, Alphabay y Nucleus. La caída de Silk Road dio lugar al surgimiento de black markets similares, lo que concurre a la compleja construcción de un ecosistema criminal. Se trata de un espacio en el cual cada protagonista implementó estrategias innovadoras, con la finalidad de obtener más partes de mercado. Para lograrlo, los diferentes black markets suscitaron dinámicas de profesionalización y de especialización en sus productos (datos sutilizados, programas malintencionados, hardware, drogas, armas, documentos falsos, mercancías falsas, etc.), así como de los idiomas practicados. También se implementan las innovaciones y técnicas propias de la seguridad para las compras por Internet. Se establecen sistemas de inscripción por cooptación e invitación; y las transacciones se realizan vía un depósito fiduciario bajo el nombre de un tercero. A los nuevos vendedores les pueden solicitar derechos de admisión; y se abren fórums para que los compradores compartan sus experiencias. En última instancia, se desarrolló un motor de búsqueda. Llamado Gram, este inscribe las entradas de muchas plataformas aumentado así su influencia. Esta nueva configuración expone los profundos cambios que se están llevando a cabo en el centro del crimen transnacional, orientado a partir de ahora hacia las nuevas tecnologías. Al preferir el ciberespacio para el establecimiento de sus actividades, estas redes construyeron una forma de cyberpower, tal como lo definió Joseph Nye. Dicho de otra manera, el ciber-crimen supo activar la web a su favor, haciendo uso de sus herramientas específicas.
Para escapar a la soberanía estatal y acrecentar la economía subterránea, esta estructura ciber-criminal hizo en su mayoría uso del Bitcoin. Completamente descentralizada y sin el respaldo de ningún instituto oficial de emisión, la divisa permite realizar transacciones con relativa discreción. En efecto, estas son registradas en una blockchain, el historial de las mismas. Conscientes del riesgo que esto representa, los ciber-criminales hacen uso de diversos servicios gracias a los cuales consiguen no solo disimular su identidad, sino también blanquear los Bitcoins. Estos también son objeto de una especulación que es posible gracias a la falta de un organismo de regulación. Un agiotaje que se materializa durante el proceso de mining, el cual permite a los usuarios obtener la moneda sin realizar la más mínima transacción. Se entiende entonces el valor que reviste el Bitcoin para aquellas personas que desean permanecer fuera del campo legal. No obstante, al violar el monopolio de la administración pública sobre la moneda, el Bitcoin participa en la desacralización de la autoridad estatal.
Podemos comprender mejor el creciente interés de los diferentes países por esta divisa. Sin embargo, sus posiciones son heterogéneas respecto a su reconocimiento simbólico. Mientras que por ejemplo Tailandia la prohibió por mucho tiempo, Alemania al contrario fue uno de los primeros en reconocerla oficialmente. Frente a la incapacidad de luchar eficazmente contra el ciber-crimen, ciertos gobiernos se comprometieron a normalizar el Bitcoin. Se trataría de legislar sobre su utilización y controlar el comercio. En cuanto a las instituciones bancarias, estas también aumentaron su interés por la tecnología del Bitcoin, con el fin de adaptarse mejor a la misma. Recalquemos que Barclays anunció que autorizaría el Bitcoin, en un primer momento, para el depósito de donaciones a favor de las asociaciones de caridad. El reconocimiento de esta moneda se inscribe en la inversión masiva por parte de los bancos en las startups del sector de las finanzas y la tecnología (fintec). Representa una inversión a futuro. En efecto, un reporte publicado el 17 de marzo de 2015 por el despacho de análisis Juniper Research, indica que el Bitcoin debería alcanzar unos 5 millones de usuarios de aquí al 2019.
Subrayemos luego en qué medida esta divisa virtual y el Dark web participan en la infraestructura y la economía propias del ciber-crimen a causa de sus características intrínsecas. Interdependientes, estos instrumentos aceleran la difusión del poder a favor de las redes criminales, cuyas actividades los Estados tienen tanta dificultad en vencer.

Referencias

Even Maxence, Gery Aude, Louis-Sidney Barbara, « Monnaies virtuelles et cybercriminatilité : État des lieux et perspectives », 2014, note stratégique disponible à cette adresse :
http://www.ceis.eu/fr/system/files/attachements/note_strategique-monnaies_virtuelles_fr_0.pdf
Herlin Philippe, Apple, Bitcoin, Paypal, Google : la fin des banques ? : Comment la technologie va changer votre argent, Paris, Eyrolles, 2015.
McCusker Rob, R. (2006) « Transnational organised cyber crime: distinguishing threat from reality », Crime, Law and Social Change, 46 (4-5), 2006, p. 257-273.
Observatoire du monde cybernétique, « Cybercriminalité 2.0: guerre entre les blackmarkets », 39, juin 2015, p. 2-5.
Rosenau James N., Turbulence in World Politics: a Theory of Change and Continuity, Princeton, Princeton University Press, 1990.
UIT, « Understanding Cybercrime : Phenomena, Challenges and Legal Response », septembre 2012, rapport disponible à l’adresse suivante : http://www.itu.int/ITU-D/cyb/cybersecurity/docs/Cybercrime%20legislation%20EV6.pdf
Untersinger Martin, « Les coulisses de l’opération « Onymous » contre des dizaines de sites cachés illégaux », Le Monde, 11 novembre 2014, disponible à l’adresse suivante : http://www.lemonde.fr/pixels/article/2014/11/11/les-coulisses-de-l-operation-onymous-contre-des-dizaines-de-sites-caches-illegaux_4521827_4408996.html